Un enjambre de langostas del desierto en Kipsing, cerca de Oldonyiro, en el condado de Isiolo, Kenia, el 31 de marzo. Fotografía: Sven Torfinn / AP

Una segunda ola de langostas del desierto amenaza a África oriental con estimaciones que vaticinan que puede ser veinte veces peor que la plaga de hace dos meses. Según la ONU las langostas representan "una amenaza extremadamente alarmante y sin precedentes" para la seguridad alimentaria y los medios de vida. Un enjambre de poco más de un tercio de una milla cuadrada puede comer la misma cantidad de alimentos en un día que 35.000 personas.

En su última actualización de la langosta, la ONU dijo que la situación era "extremadamente alarmante" a medida que se formaba un número creciente de nuevos enjambres en el norte y centro de Kenia, Etiopía y Somalia. Además, en esta oleada hay más adultos jóvenes que son más voraces.

Langostas del desierto en Kipsing, cerca de Oldonyiro, en el condado de Isiolo, Kenia. Fotografía: Sven Torfinn / AP

Uganda ha informado que dos enjambres llegaron la semana pasada desde la vecina Kenia, lo que desestabilizó aún más la seguridad alimentaria y los medios de vida de las personas en el este y el norte del país. Los insectos siguen a las lluvias de primavera, buscando cultivos emergentes y otra vegetación.

Las autoridades de Kenia han dicho que las medidas tomadas para luchar contra el coronavirus han dificultado los esfuerzos para combatir la plaga, ya que cruzar las fronteras se ha vuelto más difícil y las entregas de pesticidas se han retrasado. La fumigación aérea es el único medio eficaz para controlar las langostas, pero ha habido quejas de que los pesticidas están afectando al ganado.

En febrero, ocho países de África oriental experimentaron el peor brote en 70 años, intensificado por el cambio climático y la guerra en Yemen.

Los insectos pueden viajar aproximadamente 90 millas por día y comer su propio peso corporal en los cultivos.

 Soldados ugandeses descansan después de rociar insecticida en Otuke en febrero. Fotografía: Sumy Sadurni / AFP a través de Getty Images

“Las fuertes lluvias a fines de marzo establecieron condiciones favorables de reproducción para otra generación de langostas en el Cuerno de África. Los jóvenes enjambres surgirán en junio, justo cuando muchos agricultores comiencen a cosechar ", según Antonio Querido, de la agencia de alimentos y agricultura de la ONU en Uganda.

“Por ahora, la mayoría de los agricultores han plantado los cultivos anuales de la primera temporada. Si los enjambres de langostas continúan y las operaciones de lucha no se llevan a cabo de manera efectiva, los cultivos alimentarios se perderán y los medios de vida basados ​​en la agricultura se verán afectados.

“Los enjambres inmaduros están en la etapa más voraz del desarrollo de la langosta. Son devoradores agresivos y, como tales, pueden causar mucho daño a los cultivos y al forraje ”.

Christine Apolot, presidenta del distrito Kumi de Uganda, que fue golpeado por un enjambre la semana pasada, dijo que la población estaba desesperada, que ya había sufrido inundaciones y el enjambre anterior: "Esto traerá seriamente inseguridad alimentaria. Es el miedo que tenemos en mente en este momento.

La falta de alimentos, las restricciones de movimientos ligadas a la lucha contra el Covid-19 y la langosta, pueden llevar a la devastación de la economía.

Si el gobierno, el Programa Mundial de Alimentos y otros, no socorren a la población la situación de falta de alimentos se puede volver dramática.

(Traducción adaptada de artículo publicado en The Guardian el 13 de abril de 2020, por Samuel Okiror en Kampala, para consultar el artículo completo seguir el enlace:  https://bit.ly/2XEg28p)

Fuente:  Equipo de Redes Sociales de la Asociación Meteorológica Española

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