Marte con su color rojo ha estimulado la imaginación de los observadores del cielo desde las más antiguas civilizaciones y fue el símbolo del fuego y la guerra en muchas mitologías. Después de Venus, es el planeta más cercano a la Tierra y, de todos los del Sistema Solar, siempre ha sido considerado como el más parecido al nuestro. Galileo Galilei fue el primero que lo observó con su primitivo telescopio en 1609 y podemos decir que varios de sus parámetros esenciales son conocidos desde hace más de 100 años. Mediante el telescopio es posible distinguir sus casquetes polares durante el invierno y casi ausentes en su verano, así como la presencia de una atmósfera cuya transparencia depende de las condiciones meteorológicas que pueden incluir gigantescas tormentas de polvo» Extracto del artículo de Luís Vázquez «La exploración de Marte: un reto del pasado, presente y futuro”.