Aunque en 2020 la pandemia de covid-19 provocó el confinamiento y parón económico en muchos países, la tasa de crecimiento de metano en la atmósfera alcanzó su punto máximo, llegando al nivel más alto desde 1984. Una investigación publicada en Nature afirma que la principal fuente serían los humedales más cálidos y húmedos del hemisferio norte.
14/12/2022 – 17:00 CET
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Pep Canadell
Director Ejecutivo del Global Carbon Project e Investigador Jefe del Centro de Ciencias del Clima CSIRO en Canberra (Australia)
Science Media Centre España
Este estudio demuestra el alto nivel de alteración del planeta debido al cambio climático, ahora con un posible nuevo mecanismo de retroalimentación del calentamiento global del que pocos estudios habían demostrado anteriormente su gran importancia: un crecimiento en las emisiones de metano debido a un aumento en la precipitación en zonas pantanosas de los trópicos y temperaturas más altas en las zonas boreales frías, incluyendo aquellas con permafrost (suelos helados).
Lo que no necesitamos ahora es el descubrimiento de nuevos mecanismos de retroalimentación del planeta que podrían acelerar el calentamiento global.
No declara conflicto de interés
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María José Sanz
Directora del BC3 Basque Centre for Climate Change y presidenta de la Alianza de Centros Severo Ochoa y Unidades María de Maeztu (SOMMa)
BC3 Basque Centre for Climate Change
Science Media Centre España
Este artículo publicado en la revista Nature pone de manifiesto la importancia de la observación sistemática de los gases de efecto invernadero y los contaminantes atmosféricos a nivel global. Esto nos permite observar las oscilaciones de metano y otros compuestos en la atmósfera de forma simultánea y tratar de inferir a qué se deben.
Este estudio demuestra que el comportamiento del metano, uno de los gases de efecto invernadero más potentes, es complejo y depende de múltiples factores que condicionan sus emisiones y sumideros antropogénicos y naturales. Los cambios en estos factores pueden resultar en cambios a priori contradictorios si no se consideran las relaciones entre estos factores.
En este caso, a pesar de la reducción de emisiones de metano antropogénicas, las concentraciones se incrementaron en la atmósfera debido a la disminución de la contaminación atmosférica durante la pandemia de covid-19, que redujo la capacidad de sumidero de metano en la atmósfera y el incremento de las emisiones naturales de los humedales debido a las excepcionales temperaturas en 2020.
No declara conflicto de interés
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Ernesto Rodríguez Camino
Meteorólogo Superior del Estado. Asociación Meteorológica Española.
Asociación Meteorológica Española
Science Media Centre España
El metano es un gas de efecto invernadero que contribuye aproximadamente a la quinta parte del calentamiento global observado. Aunque su concentración es mucho menor que la de CO2 en la atmósfera, su mayor potencial de calentamiento hace que su aportación al calentamiento global sea significativa.
El análisis del pico en la tasa de crecimiento de su concentración, así como de sus fuentes y sumideros tanto de origen natural como por actividades humanas, que se ha dado en el año 2020 –a pesar del parón en las actividades industriales por la covid-19 y el consiguiente descenso en el uso de combustibles fósiles– ha permitido determinar que las emisiones de metano son muy sensibles no solo a las actividades humanas sino también a las características climáticas. Por ejemplo, un año más cálido y lluvioso favorece las emisiones de metano procedente de los humedales.
Los modelos climáticos que se utilizan para estimar la evolución del clima, incluido el calentamiento asociado a nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, incluyen aproximaciones y suposiciones sobre nuestras futuras emisiones de gases de efecto invernadero. El resultado de este trabajo nos muestra la necesidad de entender mejor las emisiones de metano procedentes de los humedales y su relación con las condiciones climáticas.
Posiblemente en un futuro próximo se considere aumentar la complejidad de los modelos climáticos con un acoplamiento adicional entre las emisiones de metano y las condiciones climáticas. Más aún, esta dependencia de las emisiones de metano con características climáticas (a mayor temperatura y pluviosidad, mayores emisiones procedentes de humedales) puede ser el origen de un mecanismo de retroalimentación positiva en el sistema climático que hasta ahora no ha sido contemplado y que puede dar lugar a que se vean incrementadas nuestras estimaciones sobre el calentamiento global futuro.
Declara no tener conflicto de interés