El cambio climático y las actividades humanas no-sostenibles ambientalmente están provocando cambios sin precedentes en las montañas y los glaciares, amenazando el acceso al agua dulce para más de dos mil millones de personas, advierte un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El informe 2025 de las Naciones Unidas sobre el desarrollo mundial de los recursos hídricos concluye que el retroceso de la capa de nieve e hielo en las regiones montañosas podría tener consecuencias graves para las personas y la naturaleza. Hasta el 60% del agua dulce del mundo tiene su origen en regiones montañosas, donde habitan 1.100 millones de personas y el 85% de las especies de aves, anfibios y mamíferos.
El informe destaca una amplia gama de impactos, entre ellos la reducción del agua para beber y para la agricultura, el estrés sobre los ecosistemas locales y el mayor riesgo de devastadoras inundaciones por desbordamientos de lagos glaciares (GLOF, por su sigla en inglés).
También se resaltan las profundas conexiones espirituales y culturales que las comunidades que viven en las montañas de todo el mundo tienen con las montañas y los glaciares, desde el Hindu Kush en el Himalaya hasta la Sierra Nevada de Santa Marta de Colombia.
El informe muestra una gama de respuestas de adaptación que las comunidades ya están implementando, incluyendo cambios en las prácticas agrícolas, la producción de mejores sistemas de almacenamiento de agua y la mejora de los sistemas de alerta temprana para inundaciones y deslizamientos de tierra.
También se subraya la necesidad de mayor financiación y adaptación, así como la importancia del conocimiento indígena y la colaboración internacional.
A continuación se indican más detalles sobre estos aspectos.
«Torres de agua»
El informe anual de la ONU sobre el desarrollo mundial de los recursos hídricos analiza cada año un aspecto diferente del agua y la sanidad, aportando recomendaciones de políticas a los responsables de la toma de decisiones. El informe de 2025 (publicado el pasado 21 de marzo) se centra en las montañas y los glaciares, ya que este año ha sido designado por la ONU como el «año internacional de la preservación de los glaciares«.
A las montañas se las suele llamar las “torres de agua” del mundo debido al papel crucial que desempeñan en el ciclo global del agua.
El hielo y la nieve se acumulan en latitudes altas cada invierno, cuando las temperaturas son bajas, antes de derretirse con el calor del verano. Esta agua de deshielo es una importante fuente de agua para los arroyos, especialmente durante los períodos cálidos y secos, cuando desempeña un papel crucial para mantener el caudal de los ríos y actuar como amortiguador contra el estrés hídrico.
A menudo se dice que dos mil millones de personas dependen del agua de montaña procedente de los glaciares para sus necesidades diarias, pero el informe de la ONU indica que esta cifra se refiere al número de personas que viven en cuencas de drenaje que se originan en las montañas, añadiendo que el papel de los glaciares en el suministro de agua dulce varía en todo el mundo.
Las montañas proporcionan entre el 55 y el 60% de los flujos anuales de agua dulce a nivel mundial, pero este porcentaje puede variar entre el 40% y el 90% en diferentes partes del mundo, según los autores.
El informe 2025 de la ONU sobre los recursos hídricos recoge conclusiones, como las siguientes:
- Los ríos, incluidos el Colorado, el Nilo y el Río Negro, dependen del agua de las montañas para al menos el 90% de su caudal.
- Muchas de las ciudades más grandes del mundo, incluidas Tokio, Los Ángeles y Nueva Delhi, dependen críticamente del agua de las montañas para una variedad de sectores.
- Es destacable la importancia de las montañas para el sector energético, siendo la energía hidroeléctrica una de las principales industrias en las zonas montañosas. Por ejemplo, el informe señala que el 8% de la energía hidroeléctrica generada en los países andinos se produce en zonas montañosas.
- Dos tercios de la agricultura de regadío dependen del aporte de agua de escorrentía de las montañas.
- Las comunidades montañosas desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la biodiversidad de los cultivos y “preservan muchas de las variedades de cultivos y plantas medicinales más raras”.
Derretimiento de los glaciares
Según el informe 2025 de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos, la mayor parte del agua de las reservas de nieve y hielo de las montañas proviene del deshielo. Sin embargo, los glaciares (ríos de hielo de movimiento lento que se forman a partir de la acumulación de nieve durante muchos años) también son un componente clave de la criosfera. Ésta es el conjunto de los componentes congelados del planeta que se encuentran en la superficie de la tierra y del océano o debajo de ella.
Alrededor del 10% de la superficie terrestre del mundo está actualmente cubierta por alrededor de 200.000 glaciares, que almacenan aproximadamente el 70% del agua dulce de la Tierra (https://nsidc.org).
El mapa de la Figura 1 muestra la ubicación de las zonas del mundo con glaciares. En el campo de la glaciología, se suelen utilizar 19 regiones para ayudar a los científicos a comparar glaciares de diferentes partes del planeta.

El informe 2025 señala que todas las cordilleras han mostrado evidencia de calentamiento desde principios del siglo XX. Advierte que, a medida que aumenten las temperaturas globales, caerán más precipitaciones en las montañas en forma de lluvia en lugar de nieve, lo que provocará que la capa de nieve se diluya y se derrita antes de tiempo.
Esta aceleración del derretimiento de la capa nival suele provocar a corto plazo un aumento del caudal fluvial en las cuencas hidrográficas y ríos alimentados por glaciares. Sin embargo, una vez que la nieve se derrite por encima de cierto umbral, se supera un punto de «pico hídrico» y el caudal fluvial vuelve a disminuir. El informe señala que hay fuertes evidencias de que ese punto de “pico hídrico” ya se ha superado en los ríos alimentados por glaciares de los Andes tropicales, el oeste de Canadá y los Alpes suizos.
Mientras tanto, muchos glaciares han desaparecido por completo. Por ejemplo, Colombia ha perdido el 90 % de su superficie glaciar desde mediados del siglo XIX, según el informe.
El informe 2025 destaca la rápida desaparición del glaciar de la Sierra Nevada de Santa Marta, uno de los pocos ubicados cerca del mar Caribe. Este glaciar es fuente de más de 30 ríos, además de ser un sitio insustituible para la biodiversidad y sagrado para cuatro comunidades indígenas.
El gráfico de la Figura 2 muestra los cambios acumulados en la masa de los glaciares en diferentes regiones del mundo entre 1950 y 2023. El promedio de las nueve regiones se muestra con la línea negra punteada.

El informe 2025 de la ONU advierte que, a medida que el clima se calienta, muchos glaciares desaparecerán inevitablemente en las próximas décadas. Señala proyecciones que sugieren que un calentamiento de entre 1,5 °C y 4 °C provocará que los glaciares pierdan entre el 26 % y el 41 % de su masa de 2015 para 2100.
Los autores también analizan las consecuencias ecológicas del calentamiento. Las montañas representan solo una cuarta parte de la superficie terrestre, pero albergan ecosistemas únicos y más del 85 % de las especies de anfibios, aves y mamíferos del mundo, muchas de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
A medida que las montañas se calientan, es probable que las comunidades ecológicas se desplacen a mayores altitudes, afirman los autores del informe 2025 de la ONU. Además, añaden que como el calentamiento provoca que el ciclo del agua se vuelva más impredecible y extremo, muchas de estas especies se enfrentarán a factores de estrés adicionales.
Peligros
Los autores del informe 2025 de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos advierten que el cambio climático y la urbanización rápida y no planificada de las regiones montañosas están ejerciendo estrés sobre los frágiles ecosistemas montañosos, afectando la disponibilidad, la calidad y la seguridad del agua.
Los autores del informe afirman que la deforestación puede incrementar el riesgo de peligros como deslizamientos de tierra y GLOF (liberación repentina de agua de un lago a partir del derretimiento de los glaciares).
Algunas afirmaciones del informe sobre los efectos de los GLOF son:
- Los GLOF han causado más de 12.000 muertes en los últimos 200 años, además de causar “graves daños a tierras de cultivo, viviendas, puentes, carreteras, centrales hidroeléctricas y bienes culturales, lo que a menudo provoca nuevos desplazamientos internos”.
- La frecuencia de los GLOF ha aumentado significativamente desde la década de 1900. Se prevé que estos eventos sigan aumentando en las próximas décadas, creando nuevos focos de peligros y riesgos de GLOF potencialmente peligrosos.
- Los glaciares de la región del Hindu Kush en el Himalaya, altamente vulnerable a los GLOF, se están derritiendo a un ritmo superior al promedio mundial.
El informe incluye una sección sobre la región del Hindu Kush, y advierte que, bajo escenarios de calentamiento global de 1,5 a 2 °C, el volumen de los glaciares en la región podría reducirse entre un 30 % y un 50 % para 2100. Asimismo, se espera que los GLOF en la región se tripliquen para finales del siglo, subrayando que “muchas de las consecuencias irán más allá de los límites de la adaptación”.
Se registraron más de 60 eventos GLOF en el Hindu Kush entre 2010 y 2020. Un estudio reciente reveló que el deshielo del permafrost fue clave en el GLOF del lago South Lhonak, ocurrido en 2023 en el estado de Sikkim (India, Figura 3).

Pueblos indígenas
El informe 2025 de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos también destaca los impactos del derretimiento de los glaciares y la capa de nieve en los pueblos indígenas y las comunidades locales. Desde hace mucho tiempo, estos grupos tienen vínculos con la tierra y el agua en las regiones montañosas, profundamente arraigados en sus prácticas culturales, espirituales y de subsistencia.
El mapa de la Figura 4 muestra más ejemplos de los impactos de los cambios climáticos hídricos y de la criosfera en los pueblos indígenas y las comunidades locales en regiones frías.

Tenzing Chogyal Sherpa, analista de la criosfera en el International Centre for Integrated Mountain Development afirma que los glaciares son «los indicadores más visibles y vívidos de un planeta en crisis». Añade que la pérdida de glaciares ya está causando “ la pérdida de vidas, la pérdida de medios de vida y, lo más importante de todo, la pérdida de un lugar que muchas comunidades han llamado hogar durante generaciones”.
Construyendo resiliencia
Las montañas tienen una amplia gama de climas, geologías y tipos de vegetación, lo que crea una necesidad excepcional de sistemas sólidos para recopilar y gestionar datos hidrológicos, afirma el informe 2025 de la ONU. Sin embargo, señala también que las redes de monitoreo en las altas montañas son actualmente escasas y los modelos son de baja resolución, lo que resulta en observaciones y predicciones con incertidumbres.
Por ejemplo, solo 28 de los 50.000 glaciares del Hindu Kush (Himalaya) cuentan actualmente con monitoreo activo de cambios de masa, según el informe. A menudo se seleccionan glaciares seguros y accesibles para el monitoreo, lo que puede sesgar las observaciones, añade. Para rellenar estas lagunas en los datos, los autores destacan la importancia de incorporar el conocimiento indígena y fomentar la colaboración internacional.
La Dra. Aditi Mukherji, directora de la plataforma de acción sobre el impacto del cambio climático, la adaptación y la mitigación del CGIAR (acrónimo de “Consultative Group for International Agricultural Research»), afirma que el informe 2025 de la ONU es una importante llamada para conseguir “más esfuerzos de adaptación y financiación”. Añade que las comunidades que viven en las montañas “ya son bastante vulnerables debido a su ubicación remota y otros déficits de desarrollo” y “están perdiendo cada vez más su forma de vida sin tener culpa alguna”.
En el informe 2025 de la ONU se destacan ejemplos de adaptación. Por ejemplo, las actuaciones de las comunidades que están instalando tuberías de drenaje, presas artificiales y sistemas de calentamiento temprano en lagos de los Andes para aumentar la resiliencia ante los GLOF.
Asimismo, el glaciar del Ródano en el Valais (Suiza) ha sido cubierto con lonas blancas diseñadas para mantenerlo fresco (Figura 5). Y en Ladakh, en el norte de la India, los aldeanos han desarrollado cuatro tipos de «depósitos de hielo» para complementar el caudal de agua para la agricultura en primavera.

El Dr. James Kirkham, glaciólogo y climatólogo de la Iniciativa Internacional sobre el Clima de la Criosfera, afirma que el foco de la ONU en los glaciares y las montañas este año, designado como “año internacional de la preservación de los glaciares” podría servir de trampolín para ayudar a los líderes políticos a centrarse en la cooperación multilateral, el liderazgo político y la visión a largo plazo.
Fuentes: Ayesha Tandon (2025); United Nations World Water Development Report 2025