Muchos factores influyen en la temporada de invierno. Este año, uno de los principales es la fase fría de La Niña, en su tercer año, en las regiones ENSO del Pacífico ecuatorial.

La Niña se desarrolla en la región ENSO, abreviatura de “El Niño Oscilación del Sur”. Esta región del océano Pacífico ecuatorial cambia entre fases cálidas y frías. Por lo general, hay un cambio de fase cada 1-3 años. La fase fría se llama La Niña y la fase cálida se llama El Niño. Actualmente estamos en una fase de La Niña, entrando en su tercer año, lo cual es algo bastante raro.

ENSO impacta significativamente en los patrones de lluvia y presión tropicales y, por lo tanto, impacta en el sistema de retroalimentación océano-atmósfera. A través de este sistema océano-atmósfera, la influencia de ENSO se extiende globalmente.

Las últimas anomalías de la temperatura oceánica global muestran las aguas frías de La Niña destacándose en el océano Pacífico tropical. El resto presenta una fuerte acumulación de calor en el Pacífico Norte y en el Atlántico Norte, que desempeñan su papel en el desarrollo del patrón más regional.

Predicción de La Niña

En el siguiente gráfico de análisis/predicción del ECMWF se muestra la predicción de ENSO en la región central. Las condiciones de La Niña (por debajo de -0.5) prevalecerán a finales del otoño y hasta el invierno, esperándose un debilitamiento para principios del próximo año, con una posible fase cálida ya entrado 2023.

Esto está de acuerdo con la predicción de probabilidad del IRI (International Research Institute for Climate and Society), que prevé que la fase fría se mantenga durante la temporada de invierno, esperándose un colapso de la fase fría a medida que avanzamos en la próxima primavera, con una fase cálida aumentando en probabilidad posteriormente.

Los modelos oceánicos combinados muestran las anomalías frías en las regiones del Pacífico en el promedio de invierno. Se prevé una fase de La Niña estable en todos los sistemas de predicción a largo plazo, lo que también da alta confianza a su influencia climática.

El invierno y la corriente en chorro

Por lo general, la primera influencia de estas anomalías oceánicas se puede ver en el cambio en la corriente en chorro. La corriente en chorro es una corriente grande y fuerte de viento a una altitud de alrededor de 8 a 11 km. Interactúa con los sistemas de presión y afecta a su trayectoria y evolución. Históricamente, el efecto más común de una fase fría de ENSO es un fuerte bloqueo por un sistema de alta presión en el Pacífico Norte, lo que generalmente redirige la corriente en chorro polar hacia el norte de los Estados Unidos.

La siguiente imagen muestra el patrón promedio durante los últimos inviernos de La Niña, donde se observa el sistema de alta presión en el Pacífico Norte que provoca el desarrollo de un área de baja presión sobre Canadá, lo que curva la corriente en chorro hacia abajo entre los dos sistemas de presión, trayendo aire más frío al norte de los Estados Unidos. También se observa una baja presión en el suroeste de Europa.

Actualización de la predicción para la temporada de invierno 2022/2023

En esta actualización, nos centramos en los modelos estacionales del ECMWF de Europa y el CFSv2 de Estados Unidos. Los gráficos son del proyecto Climático Copernicus, CPC/NCEP. Los mapas son un promedio de los tres meses meteorológicos de invierno (diciembre-enero-febrero) y muestran los patrones climáticos predominantes en general.

Incluso si los modelos fueran 100% precisos, eso no significa que tales condiciones climáticas durarían los tres meses seguidos. Solo sugiere cómo podrían verse los patrones climáticos la mayor parte del tiempo.

La predicción actualizada del patrón de presión invernal del ECMWF consolida el sistema de alta presión provocado por La Niña en el Pacífico Norte, que se extiende hacia el oeste de los Estados Unidos. Como se esperaba, presenta una anomalía de baja presión sobre el oeste de Canadá, lo que llevará a la corriente en chorro al norte de los Estados Unidos.

También vemos en el Atlántico Norte un modo negativo débil de Oscilación del Atlántico Norte (NAO). Además, un área de baja presión sobre el suroeste de Europa y las Azores, que abre variaciones de patrones diferentes durante el invierno.

El pronóstico mensual de NAO del ECMWF que se muestra a continuación sugiere tendencias negativas a principios de invierno. Eso aumentaría las posibilidades de eventos fríos en el este de los Estados Unidos y partes de Europa. Una NAO negativa significa una mayor presión sobre Groenlandia e Islandia, lo que interrumpe el patrón normal de la corriente en chorro zonal del oeste.

Según los datos más recientes, el modelo CFSv2 está cerca del ECMWF con la fuerte zona de alta presión de La Niña en el Pacífico Norte y una respuesta de baja presión sobre Canadá. Sin embargo, el patrón Atlántico/Groenlandia es diferente, ya que el CFS extiende la zona de baja presión hacia el Atlántico Norte y sobre Groenlandia.

En el modelo del ECMWF, la anomalía de temperatura presenta un patrón esperado. El oeste de Canadá y partes del norte de los Estados Unidos con temperaturas más frías que el promedio y anomalías más cálidas en el oeste y el sur de los Estados Unidos.

Europa muestra anomalías cálidas más débiles sobre el oeste, por la influencia del área cercana de baja presión. Se prevén anomalías más cálidas en partes de Europa central, aumentando hacia el nordeste.

Al observar el pronóstico de probabilidad de la temperatura en superficie sobre Europa, vemos un patrón interesante. La mayor parte del continente central y occidental se encuentra en el rango de temperatura promedio. Sin embargo, en las regiones del sur y del norte se encuentra una mayor probabilidad de temperaturas más cálidas que el promedio.

El modelo CFS prevé una acumulación de frío en desarrollo sobre Canadá y aire más cálido en el sur y el oeste de los Estados Unidos. La corriente en chorro se encuentra generalmente entre las dos masas de aire. Europa se considera más cálida de lo normal en su mayor parte.

En cuanto a la precipitación, en el modelo del ECMWF, la mayor parte de Europa tiene una señal de precipitación promedio, con algunas áreas más secas en las partes centro-occidentales. Se esperan más precipitaciones sobre el Mediterráneo y el extremo norte de Europa.

A partir de los datos del ECMWF proporcionados por el proyecto Copernicus-EU, en Europa se esperan nevadas por debajo del promedio, lo que es sorprendente dada la falta de fuertes anomalías cálidas y precipitaciones normales. Se espera un mayor potencial de nevadas en pequeñas partes de Europa central.

En la siguiente imagen se muestra la variación en el espesor de la nieve entre los datos del modelo más reciente y la pasada anterior del modelo. Se observa que la última predicción del ECMWF muestra más nevadas en Europa central y occidental en comparación con la del mes pasado.

Resumen

En resumen, según la actualización de octubre de la predicción para la temporada de invierno 2022/2023, se espera que Europa tenga temperaturas cercanas al promedio en la mayor parte de las partes centro-occidentales del continente. Se indican temperaturas por encima de lo normal en las partes norte y sur.

Esto sugiere que puede haber períodos con más frentes fríos y días más fríos en partes de Europa occidental y central. El pronóstico NAO neutral a negativo del ECMWF a principios de invierno respalda esta idea. Tal patrón puede permitir un flujo del norte hacia Europa central a final del año y principios del próximo.

Los modelos no están 100% de acuerdo sobre el patrón en el Atlántico Norte. La clave principal es el posicionamiento y la intensidad de los sistemas de presión sobre Islandia/Groenlandia.

En cuanto a las precipitaciones, se prevén condiciones en su mayoría de promedio a más secas en Europa central y occidental. Se muestran más precipitaciones en las partes del sur del continente. La predicción de nevadas presenta menos nevadas en Europa, con algunas partes centrales con más nevadas que el promedio.

No hay certezas en la predicción de invierno con tan largo plazo de antelación. Además, también hay un factor muy importante que puede cambiar el curso del invierno en cualquier momento, y es el vórtice polar estratosférico.

Vórtice polar estratosférico en invierno

El vórtice polar resurge cada otoño y juega un papel clave en el desarrollo del clima diario a semanal a finales de otoño, invierno y primavera. Es una gran área de circulación ciclónica en todo el hemisferio norte, desde el suelo hasta la parte superior de la estratosfera, alcanzando más de 50 km de altitud.

Un vórtice polar fuerte generalmente significa una circulación polar fuerte, lo que generalmente bloquea el aire más frío en las regiones polares, generando condiciones estacionales suaves para la mayor parte de los Estados Unidos y Europa. Por el contrario, un vórtice polar débil puede crear un patrón de corriente en chorro interrumpido. Esto significa que tiene más dificultades para contener el aire frío del Ártico, que puede escapar de forma más fácil de las regiones polares hacia los Estados Unidos o Europa.

La predicción del ECMWF para los vientos zonales estratosféricos a 10 hPa muestra una ligera reducción de las velocidades del viento estratosférico a principios del invierno.

Como los vientos están directamente relacionados con la fuerza del vórtice polar, se puede interpretar como una señal de debilitamiento del vórtice polar. Es probable que esto esté relacionado con el patrón NAO negativo sugerido a principios de invierno.

Nos da una señal para estar atentos, ya que estas dinámicas pueden tener un impacto a gran escala en el patrón climático durante el invierno.

Autor: Andrej Flis

Publicado en Severe Weather Europe el 23 de octubre de 2022

Predicción estacional, Europa