Asociación
Meteorológica
Española

El Ártico podría perder totalmente el hielo en verano en los años 30

El Ártico podría estar libre de hielo marino durante el mes de septiembre ya en la década de 2030, aproximadamente una década antes de lo proyectado anteriormente. La posibilidad de que suceda entre 2030 y 2050 existe incluso en los escenarios de bajas emisiones, lo que supone un cálculo más pesimista que el del último informe del IPCC. Los resultados se publican en la revista Nature Communications. Estos hallazgos actualizados resaltan el impacto significativo de las actividades humanas en el Ártico y demuestran la importancia de planificar y adaptarse a un Ártico estacionalmente libre de hielo marino en el futuro cercano.

El océano Ártico lleva perdiendo hielo marino durante las últimas décadas en todas las estaciones del año siendo especialmente notoria esta pérdida desde comienzos del siglo XXI. Los efectos de un Ártico sin hielo se notarán tanto en los ecosistemas naturales como en los sistemas sociales incluso más allá de la región ártica tanto por la retroalimentación positiva del albedo que aceleraría el calentamiento global como por otros procesos tales como la perturbación del ciclo del carbono o los cambios en procesos marinos. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la contribución de las actividades humanas a la disminución del hielo marino y si el Ártico quedará libre de hielo marino en escenarios de bajas emisiones (SSP1-2.6).

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En la gráfica se muestra la extensión diaria del hielo marino en el Ártico en 2022, 2021 y 2012 en comparación con el promedio de 1981-2010. Créditos: Joshua Stevens/Observatorio de la Tierra de la NASA.

Para analizar la contribución humana a la disminución del hielo marino del Ártico y proyectar su camino futuro, Seung-Ki Min y sus colegas utilizaron datos de observación de entre 1979 y 2019 para corregir las simulaciones de modelos climáticos.

Los modelos climáticos son las principales herramientas de las que se dispone para estimar, dependiendo de los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero que colectivamente sigamos, la posible evolución del clima, explica Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española. Sin embargo, es bien sabido que los modelos constituyen descripciones aproximadas del sistema climático que muestran ciertos sesgos que desvían las simulaciones realizadas con los modelos de la evolución real observada. De hecho, los modelos utilizados en el último informe de evaluación del IPCC infraestiman la reducción observada del hielo marino ártico. Normalmente los desarrolladores de modelos se sirven del conocimiento de estos sesgos para mejorar los modelos; bien mejorando la formulación de los procesos de escala más pequeña que la rejilla utilizada para resolver las ecuaciones físicas en las que se basan los modelos, o bien aumentando la resolución de la rejilla de cálculo. Otra forma habitualmente utilizada para corregir estos sesgos consiste en calibrar ciertos parámetros -dentro de ciertos rangos de valores realistas- que se incluyen en la formulación de los procesos subrejilla. Alternativamente, se pueden corregir los sesgos a posteriori tal y como se hace en este trabajo. Para ello, los autores utilizan un método de análisis de atribución –que además permite atribuir esta pérdida del hielo marino ártico principalmente al aumento en la concentración de gases de efecto invernadero– que corrige las proyecciones de la cobertura de hielo marino basándose en la comparación entre las observaciones y las simulaciones en un periodo observacional de 41 años.

Los hallazgos del estudio sugieren que el impacto humano en la disminución del hielo marino en el Ártico se puede ver durante todo el año y se puede atribuir en gran medida al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se encontró que las contribuciones de los aerosoles y los factores naturales (como la actividad solar y volcánica) eran mucho menores.

Las observaciones corregidas dan como resultado principal, respecto a trabajos previos, que el primer mes de septiembre (que es el mes en el que se alcanza el mínimo de cobertura de hielo ártico) libre de hielo podría tener lugar en una o dos décadas, incluso para el escenario menos emisivo consistente con los compromisos del Acuerdo de París. Este trabajo reduce la ventana de tiempo de la que disponemos para avanzar en las medidas de adaptación frente a un escenario de océano Ártico libre de hielo ya que podría tener lugar antes de lo que se había estimado en los trabajos recogidos en el último informe del IPCC.

Publicado en Science Media Centre, el 6 de junio de 2023.

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