Tradicionalmente se consideraba que no había prácticamente relación entre el agujero de ozono antártico y el cambio climático, pero desde hace unos años las investigaciones han puesto de manifiesto que esto es una cruda simplificación del problema. En esta presentación Alberto Redondas analiza esta complicada relación desde diferentes perspectivas, comenzando por explicar la importancia del ozono para la vida en la Tierra, su compleja química y su medida con el espectroradiómetro Dobson.
A continuación, aborda el efecto sobre la concentración del ozono estratosférico del protocolo de Montreal de 1987 que ha constituido un importante éxito, pero cuya efectividad se ve amenazada puesto que el futuro de la capa de ozono está amenazado por los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático. A medida que se van reduciendo las concentraciones de CFC en la estratosfera las proyecciones indican que los gases de efecto invernadero irán adquiriendo un papel preponderante en la destrucción de la capa de ozono. Por ello es esencial contar con mediciones precisas de esta concentración, como las que se realizan en el centro de investigación atmosférica de Izaña.