En las últimas semanas, se han detectado anomalías de temperatura inusuales en el océano Atlántico norte subtropical. Se sabe que esta parte del océano tiene una conexión importante con la temporada de huracanes del Atlántico.

Presión y vientos

En todo el mundo, hay muchas regiones diferentes con vientos dominantes persistentes. Los más importantes son probablemente los vientos alisios. En la siguiente imagen, se puede ver un esquema global del viento en superficie, con los vientos alisios en amarillo y rojo. En el Atlántico norte, el patrón de circulación es en el sentido de las agujas del reloj, ya que en esta región suele haber un sistema de alta presión.

En resumen, los vientos alisios son vientos del este/noreste, que a medida que soplan sobre el océano, generalmente enfrían su superficie al hacer aflorar agua más profunda y más fría a la superficie. Pero los vientos alisios más débiles (o vientos del oeste) pueden significar lo contrario, dejando aguas más tranquilas con menos mezcla, lo que permite que aumente la temperatura del océano.

Esta es la situación que actualmente está activa en el Atlántico norte, con vientos alisios más débiles, lo que lleva a las temperaturas del océano a registrar las más altas para esta época del año.

Anomalías inusuales a través del océano

El siguiente gráfico de Climateanalyzer muestra las anomalías de temperatura para el Atlántico norte. La línea negra es el año 2023 hasta ahora. Se puede ver que las temperaturas del océano son mucho más altas de lo normal para esta época del año, siendo las más altas jamás registradas en la observación satelital.

Las tres áreas marcadas con círculos muestran los picos de temperatura alcanzados en marzo, abril y mayo.

A principios de la primavera, se produjeron fuertes cambios de presión a lo largo del Atlántico norte, vinculados a procesos atmosféricos en niveles superiores. La siguiente imagen muestra la anomalía de presión a mediados de marzo donde se puede ver un bloqueo de alta presión sobre el este de Canadá y el suroeste de Europa.

Una amplia zona de baja presión se extendió sobre los Estados Unidos, con una fuerte anomalía de baja presión sobre el Atlántico. A medida que el sistema de baja presión gira en sentido contrario a las agujas del reloj impulsa los vientos del oeste a través del Atlántico subtropical. Y los vientos del oeste son opuestos a los vientos alisios, lo que significa que se calientan en lugar de enfriarse.

Así, el mapa de anomalías de la temperatura de la superficie del océano para finales de marzo muestra que se desarrollaron dos \»puntos críticos\» oceánicos debido a estos alisios anómalos: un área situada alrededor de Cabo Verde y otra más al norte. Las anomalías máximas en este período ya superaron los 4 grados Celsius.

En abril, persistió el esquema de presión. El este de Canadá y Groenlandia todavía estaban bajo un sistema de bloqueo de alta presión, lo que produjo una caída de presión sobre el este de los Estados Unidos y aún más sobre el Atlántico.

Los vientos son impulsados ​​por los cambios en la presión atmosférica, lo que significa que se estaban desarrollando anomalías de viento del oeste aún más fuertes en todo el Atlántico norte.

Al observar las anomalías de la temperatura del océano en abril se observa cómo se expanden las dos áreas de calentamiento. La anomalía de Cabo Verde se extendió hacia el oeste, mientras que el área norte lo hizo aún más hacia el norte. Las anomalías no fueron mucho más fuertes que en marzo, pero se extendieron cubriendo un área más grande.

La expansión de las fuertes anomalías oceánicas produjo un pico de temperatura récord en el Atlántico norte, como se ve en el gráfico anterior y como se observa en el gráfico de los datos reconstruidos mensuales de abril desde 1850 hasta 2023.

Según los datos reconstruidos que se remontan a más de 170 años, no ha habido una anomalía oceánica tan fuerte como la de abril de 2023 en el Atlántico norte. Este gráfico se basa en datos reconstruidos, pero es lo suficientemente bueno para tener un contexto histórico de la escala real de estas anomalías oceánicas actualmente en curso.

Últimos datos oceánicos

A principios de mayo continúa el dominio de las bajas presiones en el este de los Estados Unidos y el Atlántico. La diferencia es que la zona de baja presión se desplaza ligeramente hacia el norte y un área de alta presión se extiende a los subtrópicos.

La respuesta de la temperatura del océano también fue más fuerte hacia el norte, como se ve en la siguiente imagen en la que se muestra el cambio de temperatura de la superficie de 7 días. Se observa una gran franja de calentamiento del océano en el norte, mientras que todavía se puede ver un aumento de temperatura en la llamada “región principal de desarrollo” (MDR, por sus siglas en inglés).

La región principal de desarrollo (MDR) recibió su nombre de la temporada de huracanes, recuadrada en la siguiente imagen, es donde se forman y fortalecen los sistemas tropicales durante la temporada de huracanes. Es por eso que esto se monitorea más de cerca, ya que los océanos más cálidos proporcionan más energía para el desarrollo de tormentas tropicales.

Como se puede ver en el análisis anterior, el MDR está mucho más cálido de lo normal. Las anomalías máximas actualmente superan los 4 grados Celsius, centradas alrededor de Cabo Verde.

El siguiente gráfico de Alex Boreham muestra la progresión de la anomalía de temperatura en la zona MDR, mostrando un aumento de temperatura rápido y constante desde finales de abril.

Pero las temperaturas oceánicas récord no solo se detectan en el océano Atlántico norte. En el mapa de anomalías de la temperatura del océano global se observan muchos puntos críticos en los océanos globales.

También podemos ver algunas anomalías frías, pero en el panorama global, los puntos críticos del océano prevalecen. Y en el siguiente gráfico se muestra que los océanos globales se encuentran actualmente en niveles récord, no vistos al menos en la era de los satélites (desde 1980).

Antes de pasar a ver los potenciales impactos de estas anomalías oceánicas inusualmente fuertes, tenemos que mirar el pronóstico más reciente y lo que muestra para el desarrollo del Atlántico norte.

Predicción para el océano Atlántico

La predicción de anomalías oceánicas para junio, combinado con varios sistemas de pronóstico de largo alcance globales diferentes, muestra que continúan las fuertes anomalías a través del Atlántico, manteniendo la región principal de desarrollo (MDR) mucho más cálida de lo normal.

La misma solución se puede ver en el pronóstico del modelo CFS, ejecutado y desarrollado por NOAA/NCEP en los Estados Unidos; es decir, un Atlántico norte mucho más cálido en junio y, por supuesto, también en la MDR.

El océano Atlántico y los huracanes

La influencia meteorológica directa más obvia de los océanos está en los sistemas tropicales. En la siguiente imagen se muestra la correlación/conexión entre las temperaturas primaverales del océano y la energía de la siguiente temporada de huracanes en el Atlántico; concretamente, las temperaturas primaverales del océano correspondientes a las temporadas de huracanes más activas. Lo que se destaca es, por supuesto, el océano Atlántico norte tropical y subtropical más cálido, que es exactamente el mismo patrón que tenemos actualmente en el Atlántico norte.

Comparamos directamente las temperaturas subtropicales del océano Atlántico norte de mayo y junio con la actividad de la temporada de huracanes en los últimos 40 años. El eje inferior muestra la anomalía de la temperatura del océano y el eje vertical muestra el índice ACE del Atlántico, que es un índice de la energía total liberada por los huracanes.

La primera imagen muestra las temperaturas oceánicas de mayo. Cuanto más nos dirigimos a la derecha (océano de primavera más cálido), más aumenta la energía del huracán del Atlántico en la siguiente temporada. Esto corresponde a más tormentas o tormentas más fuertes. Cada punto representa un año o una estación.

La segunda imagen muestra la relación entre las temperaturas del océano en junio y la temporada de huracanes. Aquí, la relación es quizás aún más obvia. El Atlántico subtropical de junio, más cálido de lo normal, presenta ahora una fuerte señal de más tormentas o tormentas más fuertes.

La razón de esta conexión es quizás bastante simple. A medida que los océanos se calientan más de lo normal en la primavera y el verano, es probable que se mantengan más cálidos hasta el otoño. Es más difícil enfriar masivamente todo el océano tropical y subtropical en verano.

Los océanos más cálidos proporcionan más energía disponible para los sistemas tropicales y pueden causar tormentas más fuertes si otros factores lo permiten. Sin embargo, esto no significa que habrá más llegadas a tierra, ya que eso depende de los sistemas de presión y los mecanismos de dirección.

La influencia de El Niño

A continuación, se muestra la anomalía real de la temperatura del océano prevista para el pico de la temporada de huracanes de 2023. Nuevamente, se puede ver la misma área cálida en el Atlántico norte. Pero el Pacífico tropical presenta la anomalía cálida fuerte correspondiente al evento El Niño 2023. Esto es una señal contraria a la ocurrencia de tormentas tropicales más fuertes.

Según los datos disponibles, se sabe que un evento de El Niño reduce el número de huracanes y sistemas tropicales en general en el Atlántico. La razón es una cizalladura del viento más fuerte, que evita que las tormentas se organicen y se desarrollen.

En el análisis histórico de las tendencias de presión durante los eventos de El Niño, se observa que la mayor parte de la presión es más alta en el Atlántico tropical, justo en la principal región de desarrollo de los sistemas tropicales.

También en la precipitación se pueden ver tendencias mucho más secas en la mayoría de las regiones afectadas por tormentas tropicales. Por ejemplo, durante una temporada de huracanes de El Niño, el Golfo de México, el Caribe y la mayor parte del Atlántico tropical están más secos de lo normal.

Esto es principalmente el resultado de una mayor presión y condiciones más estables en todos los ámbitos, lo que significa menos tormentas tropicales y sistemas más débiles, lo que podría indicar que, a pesar de las condiciones oceánicas favorables, la atmósfera podría no permitir una temporada de tormentas tropicales superactivas ya que El Niño está activo.

Según todos los datos históricos, existe una alta probabilidad de que el océano Atlántico subtropical actualmente, más cálido de lo normal, se traduzca en condiciones favorables para la temporada tropical. No obstante, como depende de las condiciones atmosféricas, El Niño proporcionará un ambiente que dificulte que las tormentas se conviertan en huracanes más fuertes. Entonces, en este punto, es difícil decir quién prevalecerá. Sin embargo, aunque El Niño parece fuerte, no se debe ignorar el récord de temperatura del océano Atlántico.

Autor: Andrej Flis.

Artículo publicado en Severe Weather Europe, el 23 de mayo de 2023.