La contaminación atmosférica se ha relacionado repetidamente con el riesgo de desarrollar demencia. Además de confirmar esta asociación, un estudio publicado en la revista PNAS ha analizado el riesgo individual que suponen los componentes presentes en las partículas finas PM2.5.
Reacciones
Víctor Briz, Investigador posdoctoral senior especialista en neurociencia en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, UAM-CSIC. Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, UAM-CSIC
En este estudio, los autores utilizan amplias bases de datos nacionales estadounidenses para establecer una correlación positiva entre la exposición a partículas finas de contaminación ambiental (también llamadas PM2.5 por su tamaño inferior a 2,5 micras) derivadas de la combustión de materiales fósiles y una mayor incidencia de demencia y de alzhéimer en la población general.
La importancia y trascendencia de este estudio son no solo el enorme tamaño de la muestra poblacional, que incluye millones de personas de todo Estados Unidos, sino que analiza de manera individual el efecto de sus principales componentes químicos; entre ellos destacan el carbono negro, la materia orgánica, los sulfatos y el amonio inorgánicos como aquellos con mayor riesgo asociado a estas enfermedades neurodegenerativas.
Aunque el estudio tiene ciertas limitaciones metodológicas, tales como las estimaciones en la exposición por distrito postal (que puede dar lugar a amplia variabilidad individual) o la inclusión de una población mayoritariamente (90 %) de etnia blanca no representativa de la población general estadounidense, el uso de dos bases de datos de exposición independientes da mayor fiabilidad a los resultados.
En resumidas cuentas, este estudio refuerza trabajos epidemiológicos previos sobre el riesgo significativo de desarrollo de demencia y alzhéimer tras la exposición continuada a la polución ambiental.
No declara conflicto de interés
Fuente: SMC España