El Global Carbon Project (GCP) da hoy a conocer su informe Global Carbon Budget 2022. La principal conclusión es que no hay señales de disminución de las emisiones mundiales de CO2 y, si se mantienen los niveles actuales, hay un 50 % de probabilidades de que se supere un calentamiento de 1,5 °C en nueve años. Los resultados se publican en la revista Earth System Science Data.
SMC España 11/11/2022 – 01:01 CET
Pixabay.
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Vanesa Castán Broto
Catedrática de Urbanismo Climático en la Universidad de Sheffield y experta del IPCC. Science Media Centre España
Los resultados del Global Carbon Budget 2022 son desesperanzadores. El informe explica que las emisiones de carbono se mantienen al alza, y que, de seguir así, nos llevará a un incremento en la temperatura media global hasta sobrepasar el límite de 1,5 ºC en solo 9 años. Este límite es significativo porque indica que el cambio climático va a alcanzar, en una sola década, una etapa muy destructiva. Como explicó el IPCC en el informe del Grupo de Trabajo II del AR6, publicado en febrero del 2022, cada incremento de temperatura, por pequeño que sea, reduce nuestra capacidad de adaptación al cambio climático.
Sin embargo, este informe no demuestra una falta de acción total con respecto al cambio climático. De hecho, hay un interés generalizado en responder al cambio climático y hay evidencia de respuestas desde sectores públicos y privados, y desde ONGs, organizaciones comunitarias e individuos. Estos esfuerzos, sin embargo, no son suficientes. En mi opinión, estos esfuerzos voluntarios deben ser acompañados de acuerdos que regulen el uso de combustibles fósiles, especialmente a nivel global.
Los datos del Global Carbon Budget tienen una nota positiva, porque demuestran que es posible avanzar en la trayectoria hasta cero-carbono en regiones como China y la Unión Europea. La Agencia Internacional de Energía también ha publicado recientemente el informe 2022 World Energy Outlook, que explica que las energías renovables siguen al alza. Sin embargo, los datos de países como los Estados Unidos son menos optimistas y muestran la necesidad, una vez más, de una alianza global para afrontar uno de los mayores problemas de nuestra generación.
Declara no tener conflicto de interés
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Fernando Valladares
Doctor en Biología, investigador del CSIC y profesor asociado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Universidad Rey Juan Carlos.
Science Media Centre España
El artículo de Friedlingstein et al. del Global Carbon Project 2022 representa uno de los estudios más completos de las tendencias y las fuentes de las emisiones de gases de efecto invernadero detectadas en las últimas décadas, con un valioso análisis de las tendencias recientes tras la pandemia de la covid-19 y lo que va de 2022. El trabajo es el resultado de una extensa colaboración de los mejores científicos relacionados con la energía, las emisiones y los modelos climáticos. El estudio no encuentra ninguna evidencia de que las emisiones hayan disminuido en las últimas décadas. Los principales resultados destacan que la pandemia ha supuesto un muy breve paréntesis en la tendencia del incremento anual de emisiones, que se han disparado más que nunca tras el confinamiento. Ello hace cada vez más inalcanzable el objetivo de no rebasar 1,5 ºC de calentamiento respecto a la era preindustrial que se acordó en la COP de 2015 en París.
El análisis de los grandes países emisores muestra que el gran incremento en el consumo y generación de emisiones por el carbón se debe a China, ya que los incrementos de emisiones de Estados Unidos y de la Unión Europea se deben fundamentalmente al incremento en el uso del gas. El petróleo sigue siendo la fuente más importante de emisiones y la que domina el crecimiento global en el uso de combustibles fósiles.
El sumidero de carbono terrestre sigue creciendo en respuesta al incremento de las concentraciones de CO2 atmosférico que no han parado de crecer en los últimos treinta años, pero muestra grandes fluctuaciones de año en año. Los cambios en el uso de la tierra son muy dramáticos y hay tres países, Congo, pero sobre todo Brasil e Indonesia, cuya deforestación explica el 50 % de las emisiones debidas a esta fuente (cambios de uso de la tierra).
El estudio aporta una gran cantidad de detalles para ofrecer un cuadro global de creciente emergencia climática en la que apenas se aprecian los efectos de las medidas y estrategias de los distintos países para limitar las emisiones. El estudio contiene un pequeño desbalance o desequilibrio entre el total de emisiones y el total de sumideros, que deberían ser iguales en cantidades de CO2, lo cual representa un área de investigación activa.
Valladares es miembro del comité asesor del SMC España.
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Ernesto Rodríguez Camino
Meteorólogo Superior del Estado. Asociación Meteorológica Española. Asociación Meteorológica Española
Science Media Centre España
El balance anual de carbono que realiza el Proyecto Global de Carbono constituye una fuente de información muy valiosa para analizar y valorar los esfuerzos que se están realizando para limitar las crecientes emisiones de CO2, que es el gas de efecto invernadero principal responsable del actual cambio climático causado por las personas. Este informe pone claramente de manifiesto lo insuficiente de los esfuerzos realizados hasta la fecha para limitar las emisiones e incrementar los sumideros de CO2. Este balance anual debe ser leído e interpretado conjuntamente con las estimaciones realizadas por el IPCC relativas a la reducción global de las emisiones necesarias para no sobrepasar los límites de calentamiento peligrosos para el sistema climático, que el Acuerdo de París fija en 2 ºC y preferentemente 1,5 ºC.
La escala que se necesitaría en la reducción de las emisiones para no sobrepasar el límite crítico de 1,5 ºC sería de un ritmo aproximado de 1,4 mil millones de toneladas de CO2 (GtCO2) por año hasta el año 2050. Esta reducción sería equivalente a la reducción que hubo en 2020 como consecuencia de las medidas adoptadas para combatir la covid-19, pero mantenida todos los años desde ahora hasta el año 2050. Sin embargo, los datos nos confirman que lejos de reducirse las emisiones, estas continúan aumentando globalmente hasta alcanzar 40,6 GtCO2 en 2022, procediendo aproximadamente en un 90 % de la quema de combustibles fósiles y en un 10 % del cambio de usos de suelo (principalmente por deforestación). Siguiendo el actual ritmo de crecimiento en las emisiones, el calentamiento de 1,5 ºC se alcanzaría con una probabilidad del 50 % en nueve años.
Hay una marcada diferencia entre países en cuanto a las emisiones en 2022. Mientras que las emisiones procedentes de los combustibles fósiles descienden en la Unión Europea (en gran parte, forzadas por las restricciones en el suministro de gas natural) y China (debido a los continuos confinamientos y sus consecuencias en la actividad económica), aumentan en EE UU, India y el resto del mundo. Estas cifras negativas se palían en parte con el dato de que las emisiones procedentes de los combustibles fósiles al menos no crecen actualmente tan deprisa como en la década de los 2000. Por el contrario, las emisiones procedentes de los cambios de uso de suelo muestran una tendencia a la estabilización en las dos últimas décadas, siendo los principales emisores Indonesia, Brasil y la República Democrática del Congo. Las emisiones combinadas de la quema de combustibles fósiles y cambio de uso de suelo, si bien no disminuyen como debieran, permanecen aproximadamente constantes desde 2015, lo que constituye una noticia moderadamente esperanzadora.
Todos estos datos muestran que estamos muy lejos de cumplir la senda de reducción de emisiones que evitaría sobrepasar el límite crítico de calentamiento global de 1,5 ºC. Además del balance del CO2 descrito en este informe, habría que complementarlo con los datos correspondientes al resto de los gases de efecto invernadero que también contribuyen, aunque en menor medida, al actual cambio climático
Fuente: SMC