Asociación
Meteorológica
Española

Tormenta que sufrió la Armada en 1672 y tormenta Bernard de 2023 (segunda parte)

 

Figura 3. Posición de la borrasca Bernard sobre los campos de: presión a nivel del mar (isolíneas negras); altura del geopotencial (isolíneas azules) y vorticidad potencial (áreas coloreadas, escala en uvp) en 300 hPa de los análisis operativos de las 00 UTC del 19 al 22 de octubre del modelo IFS del ECMWF.

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José María Sánchez-Laulhé Ollero

  1. La borrasca Bernard

Bernard fue una profunda borrasca, nombrada por el IPMA–servicio meteorológico portugués– que el 22 de octubre de 2023 afectó a la península ibérica, en especial al sudoeste, donde las precipitaciones intensas, y sobre todo las rachas de viento, muy superiores a los 100 km/h, provocaron innumerables incidentes en las provincias andaluzas de Cádiz, Huelva y Sevilla.

Bernard se generó el día 19 en el oeste del Atlántico Norte y se desplazó hacia el este del océano siguiendo la zona baroclina de latitudes medias (figura 3), manteniéndose en la fase de onda abierta del ciclo de vida de una borrasca extratropical. Este comportamiento es propio de las denominadas ondas diabáticas de Rossby (DRW; Diabatic Rossby Wave) caracterizadas por anomalías de vorticidad potencial positiva en la troposfera inferior en regiones húmedas y baroclinas. Estas DRW se regeneran continuamente por procesos diabáticos húmedos y, con relativa frecuencia, sufren ciclogénesis explosiva (Boettcher y Wernli, 2013[1]). Desde las islas Azores y hasta la longitud de Madeira la borrasca se intensificó, profundizándose su centro a razón de unas 10 hPa/12 horas al interaccionar la DRW con una vaguada de onda corta de niveles altos de la troposfera, al tiempo que la presencia de aire frío en la vaguada inestabilizaba termodinámicamente la columna atmosférica. La trayectoria de Bernard es típica del tornaviaje de las flotas de Indias.

[1] Boettcher, M., y H. Wernli, (2013): A 10-yr Climatology of Diabatic Rossby Waves in the Northern Hemisphere. Mon. Wea. Rev., 141, 1139–1154, https://doi.org/10.1175/MWR-D-12-00012.1.

Figura 4. Campos de viento a 100 m, presión a nivel del mar (isolíneas negras), espesores 500/1000 hPa (isolíneas rojizas), cizalladura vertical del viento 100 m- 500 hPa (áreas coloreadas escala en m/s para: a) previsto H+6 para las 6 UTC; b) análisis de las 12 UTC; c) previsto H+3 para las 15 UTC; d)  previsto H+6 para las 18 UTC, todos del 22 de octubre y modelo IFS del ECMWF

El campo de espesores 500/1000 (figura 4) muestra que, tras esta ciclogénesis, Bernard tenía núcleo cálido, y vientos fuertes en superficie en niveles bajos en las proximidades de su centro; características propias de un ciclón tropical (CT). Además, las imágenes de satélite de las primeras horas del día 22 (figura 5a) muestran la presencia de convección localizada en las proximidades del centro que estaría intensificando o manteniendo la circulación ciclónica por el proceso WISHE (wind-induced surface heat exchange) que es el mecanismo principal de amplificación de los CT (Rotunno y Emanuel, 1987[1]), y que habría provocado que Bernard sufriese una transformación tropical (TT).

Se puede observar, que en su desplazamiento de la borrasca hacia el oeste durante el día 22, la cizalladura del vertical del viento fue aumentando en las proximidades del su centro, principalmente en el sector nordeste de la borrasca (figura 2 a-e). El aumento de la cizalladura en ambiente inestable está asociado con una mayor intensidad de las tormentas convectivas.

En las imágenes “masa de aire” de 06, 12 y 15 UTC (figura 3) se observa la paulatina integración de los cumulonimbos que acaban integrándose en un Sistema Convectivo Mesoscalar (SCM). El día 22, el centro de la baja se fue rellenando hasta que se situó al sur de Portugal, donde se vio casi rodeado por la zona de cizalladura de viento, bajando su presión en el centro de 989 hPa a las 09 UTC a 986 hPa a las 12 UTC. Al mismo tiempo los espesores 500/1000 aumentaron de 09 a 12 UTC. Podemos concluir que la borrasca se intensificó cuando se internó en la zona de intensos vientos de levante a pesar de que la parte nordeste de la tormenta que sobrevolaba tierra iba aumentando.

[1] Rotunno, R., y K. A. Emanuel, 1987: An Air–Sea Interaction Theory for Tropical Cyclones. Part II: Evolutionary Study Using a Nonhydrostatic Axisymmetric Numerical Model. J. Atmos. Sci., 44, 542–561, https://doi.org/10.1175/1520-0469(1987)044<0542:AAITFT>2.0.CO;2.

Figura 5. Imágenes “masas de aire” de Bernard del 22 de octubre a) 06 UTC; b) 12 UTC; c) 15 UTC (Eumetsat)

Cuando la borrasca entra en la Península el SCM pasa a una etapa madura: la precipitación pasa ser mayormente estratiforme, generada por la circulación mesoscalar de vuelco vertical. La masa cálida en altura de la zona estratiforme del SCM (figura 5) en su desplazamiento hacia el norte de la Península causa ascensos en capas, como una onda de gravedad que libera calor latente que mantiene la zona estratiforme del SCM.

 

  1. Muchas semejanzas y alguna diferencia

 

Del relato y la calificación por parte del piloto de la tormenta de la Armada como “ramalazo del equinoccio”, y del análisis de datos y productos del modelo numérico de Bernard, se puede concluir que ambas tormentas tuvieron las características de un ciclón tropical.

Ambas tormentas afectaron a la costa del Algarve. En el caso de la Armada el viento al amanecer era del sur. Luego, se comprende que el piloto no afirme nada, aunque las corrientes marinas empujarían a las naves hacia la costa. Probablemente el viento se puso de levante como en el caso de Bernard.

El desplazamiento de Bernard fue lento, lo mismo ocurriría con la tormenta de la Armada, que sufrió el temporal desde “cuatro horas antes de las siete” hasta “las doce del día, en cuya hora se afijó la altura del Sol”; en total nueve horas de tormenta sufrió la Capitana Real; se puede estimar una duración parecida para el temporal generado por Bernard en el cabo de Santa María.

Seguramente la trayectoria de la tormenta de la Armada tendría una dirección más de sur a norte que Bernard, pues poco antes de las 12, cuando la tormenta fue amainando (debido a la penetración de su centro en tierra) “hizo el viento su primera mudanza, saltando al sudoeste”. Para que saltara el viento del sudoeste, en vez de viento de componente norte, como en el caso de Bernard en el Algarve, el centro de la tormenta no tendría que haberse movido tan hacia el este como hizo el de Bernard.

Aunque no sabemos como evolucionó la tormenta de la Armada, probablemente ésta habría aumentado su intensidad al acercarse al golfo de Cádiz a consecuencia del viento de levante, al igual que Bernard.

 

Agradecimiento

 

A Juán Pérez de Rubín Feigl, investigador titular del IEO, por darme a conocer el documento del piloto Sebastián Crespo

 

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