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Olas de calor

  • ¿Son las olas de calor cada vez más intensas?

     6 - 8 minutos

    Shutterstock / Torychemistry

    Por el momento, y aún sin que haya finalizado, la gran cantidad de valores extremos absolutos de temperatura que se han superado durante la ola de calor que vive el suroeste de Europa indican sin lugar a duda que es histórica, tanto en términos de intensidad como de extensión espacial y duración.

    No debería ser una sorpresa ver eventos cada vez más extremos si recordamos la frase “de la península ibérica, olvidaos”, pronunciada por el físico alemán Hans Joachim Schellnhuber ante el insoportable calor que experimentaremos en el extremo sur del viejo continente debido al cambio climático. Esto es solo el principio.

    Los datos aportados recientemente por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) no dejan lugar a dudas: en 2030-2052 nos encontraremos 1,5 ℃ por encima de niveles preindustriales. Esto se traducirá en olas de calor más intensas, frecuentes y prolongadas a lo largo de toda Europa, especialmente en la península ibérica, un área crítica dentro de la región mediterránea.

    Desde comienzos de siglo, el viejo continente ha padecido olas de calor de carácter extremo de manera cada vez más habitual. La ola de calor de 2003 dejó las cifras de mortalidad elevadas, con más de 70 000 decesos. Este episodio no es un caso aislado en cuanto a mortalidad se refiere. En 2010, 54 000 personas fallecieron en la ola de calor que azotó Rusia occidental. Además del evento de 2015, esta tendencia de eventos extremos queda ilustrada por el reciente conjunto de veranos consecutivos excepcionalmente calurosos y secos de 2018, 2019 y 2020.

    Definición de ola de calor

    No existe un criterio uniforme para definir las olas de calor, ya que en función de la perspectiva desde la que se analice se seguirán diferentes criterios. No obstante, todas las definiciones implican al menos una forma de temperatura (sea máxima, mínima o promedio) y requieren que se supere un umbral durante un periodo determinado de tiempo, habitualmente al menos tres días.

    Estos eventos pueden caracterizarse atendiendo a cuatro dimensiones: frecuencia, duración, intensidad y extensión espacial.

    Pese a que numerosos índices describen las olas de calor, la dimensión de la extensión espacial y, sobre todo, la intensidad, han sido menos estudiadas, especialmente en la península ibérica.

    Desde una perspectiva biometeorológica, el índice Excess Heat Factor (EHF) incorpora directamente el aspecto de la intensidad y el proceso de aclimatación del cuerpo humano, al incluir la temperatura media diaria para un periodo de tres días en comparación a los 30 días previos.

    Más intensas, extensas y duraderas

    Recientemente, hemos constatado que para el periodo histórico de referencia 1971-2000, la intensidad, duración y extensión espacial de las olas de calor muestran tendencias significativamente crecientes.

    La intensidad máxima ha aumentado a un ritmo mayor que la intensidad media, con incrementos de entre 2 ℃² y 6 ℃² por década, mientras que el número de días de ola de calor ha subido en 3,8 días/década. La extensión media de las olas de calor también ha aumentado para este periodo un 1,71 % por década, siendo aún más destacable el aumento de la extensión máxima, que alcanza un 4,3 % por década.

    ¿Qué podemos esperar en el futuro?

    Las previsiones para las próximas décadas no invitan al optimismo. Todas las tendencias observadas en el citado periodo histórico se agravarán en un futuro próximo (hasta 2050) para toda la península ibérica, con un aumento en el número medio anual de días de ola de calor del 104 %, llegando al 150 % en el litoral mediterráneo y Pirineos.

    Estos porcentajes implican un aumento para el conjunto de la península de 6,4 días/década en el escenario más moderado del IPCC (RCP4.5), aumentando hasta los 7,6 días/década en el escenario más pesimista (RCP8.5), duplicando la tendencia observada en las últimas 3 décadas del pasado siglo.

    Del mismo modo, la intensidad máxima se incrementa más de un 50 % en la mayor parte de la península para el escenario moderado pero alcanza casi el 100 % en gran parte del territorio en el escenario pesimista.

    Además, las olas de calor no sólo serán más intensas y frecuentes, sino que cubrirán una superficie cada vez más amplia de la península ibérica. El valor de la extensión máxima muestra un aumento más notable que el de la extensión media, oscilando entre el 6 % y el 8 % por década. Esto supone un escenario con mas población afectada, mayor riesgo de incendios forestales y mayor demanda energética.

    Los resultados preliminares de los que disponemos para la segunda mitad de siglo muestran la continuidad en el comportamiento observado en la primera mitad de siglo, pero con valores más altos en las tendencias y mayores diferencias entre los escenarios analizados.

    Resumen mediante gráficos boxplot de las proyecciones de EHF para la península ibérica (RCP4.5, RCP8.5). El punto indica la mediana, las cajas el rango intercuartílico y el bigote el rango observado. Lorenzo, N., Díaz-Poso, A., Royé, D., (2021). Heatwave intensity of the Iberian Peninsula: Future climate projections. Atmos, Author provided

    Variabilidad regional de la península ibérica

    Las olas de calor en la península ibérica acostumbran a mostrar una gran variabilidad regional en términos de intensidad y duración.

    Un claro ejemplo es la última gran ola de calor que aconteció en España, allá por agosto de 2018. De forma un tanto similar a la ola de calor que estos días azota con fuerza la península, esta última gran ola fue el resultado de una intensa dorsal (situación anticiclónica) en altura, situada en el oeste peninsular. Por este motivo las mayores intensidades se registraron en el oeste y noroeste de la península, así como en zonas montañosas, fruto de su presencia en altura.

    Severidad diaria de la ola de calor de 2018. Díaz-Poso, A., Royé, D., Lorenzo, N. (2022). Análisis espacio-temporal de la ola de calor de 2018 en la península ibérica y Baleares mediante la utilización del Índice Excess Heat Factor., Author provided

    De acuerdo con los datos relativos al periodo histórico (1971-2000), en las zonas en las que se registra una mayor intensidad (también llamada severidad), la duración de las olas de calor es menor, ya que estas zonas están más expuestas al rápido transporte de las masas de aire desde el océano Atlántico hacia el oeste de la península.

    Muestra de esta gran variabilidad regional es que la duración de las olas de calor en la costa mediterránea y archipiélago balear duplica la duración del fenómeno en el oeste peninsular. En los días más intensos del evento de 2018 (2-3 de agosto), la ola de calor llegó a copar más de un 99 % del territorio, afectando a un total de 50 millones de personas. Más de 14 millones padecieron condiciones de severidad extrema.

    Población afectada por la ola de calor de 2018. Díaz-Poso, A., Royé, D., Lorenzo, N. (2022). Análisis espacio-temporal de la ola de calor de 2018 en la península ibérica y Baleares mediante la utilización del Índice Excess Heat Factor., Author provided

    Medidas de adaptación y mitigación

    En los próximos días veremos cómo el oeste y el noroeste peninsular dejarán de encontrarse bajo condiciones de ola de calor, mientras que en el este peninsular, y más concretamente en el litoral mediterráneo, estas condiciones aún persistirán.

    En las últimas décadas las olas de calor se han convertido en un fenómeno atmosférico extremo por excelencia, debido a sus implicaciones no sólo en la salud de la población sino también en la agricultura, la ganadería y los transportes.

    Es urgente tomar medidas de adaptación y mitigación: desarrollar planes de alerta, acción y comunicación, llevar a cabo estudios sobre los cambios en la sensibilidad al calor de la población e implementar mejoras en la práctica de la gobernanza y en el diseño urbano.

    Fuente: Dominic Royé, Investigador de Geografía Física, Universidade de Santiago de Compostela, Investigador predoctoral en Geografía Física, Universidade de Santiago de Compostela y  María de las Nieves Lorenzo González,Profesora Titular del Área de Física de la Tierra, Universidad de de Vigo

  • Cómo mantenerse fresco cuando no se tiene aire acondicionado (consejos basados en la ciencia que nos pueden venir bien estos días)

    Las olas de calor y los récord de temperatura son ahora una realidad climática común; he aquí cómo hacer frente, incluso si no tiene aire acondicionado.

     

    FIZKES VIA GETTY

     

    En este momento hay una ola de calor sobre el sur de California, y el noroeste del Pacífico todavía se está recuperando de un récord de temperatura sin precedentes que se instaló en la región este pasado mes de junio, que fue el junio más caluroso registrado en América del Norte. Julio no se ve mucho mejor. Y, sin embargo, como dice el meme, ¡este es el verano más frío del resto de nuestras vidas! Gracias al cambio climático, una causa directa del calor excesivo que estamos experimentando ahora, el planeta solo se está calentando más y los patrones climáticos erráticos como estos se están volviendo más comunes.

    Lo que hace que las cúpulas de calor y las olas de calor sean particularmente peligrosas es que tienen la capacidad, como ya hemos visto este verano, de eliminar infraestructura vital, como la electricidad que alimenta nuestro aire acondicionado. Ya sea que te encuentres sin energía en medio de un evento meteorológico sin precedentes, o simplemente esquivando el calor regular e infernal del verano, VICE compiló una lista de formas para poder más fresco (de lo que ya estás) (lo siento) sin aire acondicionado.

     

    Toma una ducha o un baño frío

    Una advertencia importante a medida que nos adentramos en consejos sobre cómo sentirse literalmente más fresco: Reed Caldwell, un médico de emergencias de NYU Langone Health, dijo que, si está a punto de colocar bolsas de hielo contra sus axilas y genitales o de otra manera tratando de bajar su temperatura central (la temperatura interna de su cuerpo), puede considerar la atención médica. Existe una diferencia crucial entre sentirse incómodo con el calor (normal, saludable) y sobrecalentamiento (peligroso). Algunos signos de que se está deslizando hacia el último, según Caldwell, son que de repente deja de sudar, se siente mareado o desmayado, se siente confuso o nota que su orina es de color marrón oscuro.

    ¡Dicho eso! Hay muchas formas de refrescarse físicamente, muchas de ellas disponibles en línea en Twitter o mediante el Servicio Meteorológico Nacional. El primer consejo, el más común, es meterse en una ducha o un baño frío, algo que el Servicio Meteorológico Nacional recomienda literalmente. Caldwell amplía ese consejo para incluir hablar y caminar a través de un rociador o una boca de incendios abierta: actividades para niños que se mantienen como adultos.

     

    Ponga hielo en partes clave del cuerpo

    Como muestra este gráfico semi-espeluznante, el cuerpo tiene varios puntos de enfriamiento rápido, en los que obtendrá el máximo provecho de su dinero, en términos de golpear una bolsa de hielo o una bolsa de guisantes congelados. Esos puntos incluyen: la parte posterior de su cuello, la ingle y las axilas. No son necesariamente los lugares más intrigantes para poner un poco de hielo, pero estos son lugares donde los vasos sanguíneos grandes se encuentran más cerca de la superficie.

     

    Hacer un acondicionador de aire de bricolaje

    Obviamente, no es tan bueno como el control climático real, pero es mucho más barato y más accesible. Hay dos buenos métodos, los cuales Consumer Reports puso a prueba en 2016.

    Los dos métodos cuestan menos de 30 dólares USA para fabricarlos y se explican en este video de YouTube de Consumer Reports, pero para explicarlo rápidamente: el primero involucra un cubo de cinco galones lleno de hielo y un pequeño ventilador que sopla sobre el hielo, disparando aire frío. de algunos tubos de plástico que colocas en el balde, y el segundo implica hacer básicamente lo mismo pero con materiales más baratos, como un enfriador de espuma en lugar de un balde, y algunas tazas en lugar de tubería. Básicamente, necesitas un ventilador, un recipiente y un poco de hielo, y puedes crear algún tipo de aire acondicionado de bricolaje.

    El bricolaje, sin embargo, viene con una advertencia importante: “En el lapso de una hora, ambas unidades de bricolaje solo pudieron reducir la temperatura de la sala de pruebas unos tres grados. Después de media hora de funcionamiento, la temperatura comenzó a subir de nuevo”, como informó Lifehacker. “Sin embargo, cuando probaron la refrigeración puntual con las unidades de bricolaje, descubrieron que el aire era unos 15 grados más frío. Por lo tanto, en el mejor de los casos, debe sentarse junto a su aire acondicionado de bricolaje para obtener algún tipo de beneficio".

     

    Pon papel de aluminio en las ventanas
    Si no tiene cortinas o persianas (o incluso si las tiene), la forma más eficaz de reducir la temperatura en su hogar es bloquear la luz solar colocando papel de aluminio en las ventanas. ¿Por qué aluminio, específicamente? Es reflectante (el lado brillante debe mirar hacia afuera) y es totalmente opaco; no hay luz que se filtre, excepto quizás alrededor de los bordes.

    No es lo mismo en una casa que en un automóvil, pero piense en lo rápido que se calienta un automóvil que se deja al sol. En un estudio, los investigadores encontraron que un automóvil que se deja al sol en un día de 35 ºC alcanza un promedio de 47 ºC en una hora y hasta 69 ºC en algunos lugares. El papel de aluminio en sus ventanas no evitará que su casa se sienta caliente en general, pero reduce el calor de manera significativa por el mero hecho de bloquear el sol.

     

    Cree un "túnel de viento" en el hogar y/o una "cámara fría"
    Como se detalla en un hilo realmente bueno y completo de @ArnicaxRoss en Twitter, la creación de una sala de enfriamiento y un "túnel de viento" en una casa con aire acondicionado insuficiente puede ayudar mucho a reducir las temperaturas internas.

     

     

    Como se describe en el hilo, el túnel de viento implica bloquear una habitación de la casa como una "sala de enfriamiento" donde se bombea el aire acondicionado (donde sea que haya una unidad de ventana, o si tiene aire central), cerrar estratégicamente las rejillas de ventilación para concentrar el frío en circulación a una habitación). Bloquéelo con lo que tenga a mano: mantas gruesas, edredones, sábanas, etc., lo mejor que pueda del resto de la casa.

    En el resto de su casa, abra todas las puertas y abra una ventana por habitación. Aquí viene la parte del viento: coloque un ventilador mirando hacia afuera de cada ventana abierta, soplando el aire caliente del interior hacia el exterior caliente, para crear un flujo de aire (el aire en movimiento se siente más frío que el aire estancado, pero esto puede sentirse mejor por la noche cuando el aire exterior es menos caliente). Como menciona el hilo, esta técnica funciona particularmente bien para los apartamentos estilo ferrocarril que son comunes en todo el noreste y noroeste del Pacífico, dos regiones que ya han estado plagadas de olas de calor este verano.

     

    Comer cosas frías
    Una vez más, Caldwell dijo que esto no reducirá la temperatura central de alguien que esté en riesgo de sobrecalentamiento o que en realidad esté sobrecalentado, pero se sentirá realmente bien. Come la "comida basura" clásica de niños: esas paletas Fla-Vor-Ice que a todo el mundo le encantan en azul, sándwiches de helado, gelatina fría y/o pudín, etc. La comida caliente probablemente se sienta poco atractiva, de todos modos. Este es el momento de la papilla fría.

     

    Concédase el día (o la semana) libre de ejercicio
    Piense en su viaje por la ola de calor como unas vacaciones realmente malas y peligrosas, en el sentido de que no está obligado a hacer ejercicio mientras está en él. El ejercicio, combinado con las altas temperaturas, puede aumentar la temperatura central de su cuerpo, lo que puede provocar un sobrecalentamiento. Además, el ejercicio (especialmente en el verano) significa aún más sudoración, y es probable que ya esté sudando, estando simplemente sentado. ¿Por qué te haces esto a ti mismo? Por motivos de salud, omita el entrenamiento, especialmente si el entrenamiento es cualquier tipo de cardio.

     

    Pon tus productos de cuidado de la piel en la nevera.
    Algunas personas ya hacen esto en tiempos normales, sin olas de calor, pero pocas cosas sientan mejor que una loción de crema hidratante fría o suero cuando tenemos una temperatura de 27 ºC o más dentro de casa.

     

    Evite la tentación de beber o drogarse
    Además de la falta de hidratación (más sobre eso a continuación), Caldwell dijo que el segundo error más común que cometen las personas en condiciones de calor extremo es beber alcohol y/o consumir drogas. ¡Pero hace calor y estoy aburrido!, puedes estar pensando, y es verdad. Hace calor afuera; estaba aburrido; la idea de romper uno frío atrae. Sin embargo, como dijo Caldwell, estar intoxicado o simplemente no estar completamente consciente de su estado físico lo pone en riesgo de sobrecalentamiento sin siquiera darse cuenta. Además, está el hecho de que el alcohol y algunas drogas son diuréticos, lo que significa que te deshidratan. ¡Un arma de doble filo!

     

    Sobre todo: hidrata
    Es un consejo básico, pero el error número uno que cometen las personas cuando las temperaturas suben es beber muy poca agua, dijo Caldwell. “La forma natural del cuerpo para refrescarse es a través del sudor; se pierde mucho líquido al sudar ”, dijo Caldwell. La idea de "orina clara" como signo de hidratación es un mito, pero debes apuntar a un amarillo claro. Si se siente muy, muy caliente y su orina es oscura, de color amarillo oscuro o marrón, esa es una señal importante de que se necesita una hidratación agresiva ".

    A menos que esté bebiendo agua helada, la hidratación no traerá necesariamente un alivio refrescante inmediato. Pero como dijo Caldwell, cuando hace mucho calor, tu cuerpo está trabajando duro, además de todo el sudor. Hidratarse adecuadamente (es decir, aproximadamente de tres a cuatro litros por día) mantiene todo el sistema funcionando de la mejor manera, lo que no se sentirá tan bien como sumergirse en un baño de hielo, per se, pero hará que sea menos probable que se sobrecaliente o se sienta mal. .

     

    Publicado en VICE el 8 de julio de 2021 por Hanna Smothers. Enlace al artículo original: https://bit.ly/3hTyfqL

    Siga a Hannah Smothers en Twitter.

     

  • Oasis térmicos para adaptar las ciudades al calor

    Las grandes superficies asfaltadas, el tráfico, la contaminación y la ausencia de zonas verdes hacen que las ciudades tengan una mala respuesta al calor del verano. El diseño urbano determina el microclima donde vivimos y, por tanto, modificarlo permite generar unas condiciones que nos permitan sobrellevar mejor las altas temperaturas.

    Una herramienta para mejorar el confort térmico es el urbanismo bioclimático, que tiene en cuenta el sol y el viento para diseñar los espacios públicos de las ciudades como calles y plazas. Las estrategias bioclimáticas aúnan de forma integradas tres variables: viento, soleamiento y humedad.

    En una gran ciudad, las medidas bioclimáticas en el diseño urbano deben incluir los siguientes elementos de cara a combatir el calor:

    • Espacios en sombra en las horas centrales del día.

    • Espacios que generen canales de viento para las brisas.

    • Espacios con fuentes y láminas de agua.

    • Espacios con arbolado caduco con alta evapotranspiración.

    Adaptación al calor, pero también al frío

    Más allá de las olas de calor del periodo estival del año 2022, con temperaturas récord, también tenemos que pensar en las situaciones frías de invierno. Es crucial diseñar estrategias flexibles.

    En ciudades como Madrid, por ejemplo, hay más meses al año infracalentados que sobrecalentados, por lo que la búsqueda del soleamiento es imprescindible en calles y plazas en invierno, y de la sombra en verano. Por otro lado, la falta de confort térmico en las horas centrales del día debido a las altas temperaturas puede compensarse teniendo en cuenta el viento y la evapotranspiración.

    A continuación recogemos las principales estrategias para conformar oasis bioclimáticos que mejoren las condiciones de verano en la ciudad.

    1. Sombreamiento de las calles y plazas

    Ante la situación de emergencia por altas temperaturas, los espacios públicos pueden diseñarse con elementos que ayuden a tener sombra, bien sea con arbolado o bien colocando elementos textiles en las calles.

    Existe la oportunidad de sombrear los espacios públicos pergolados o lonas de textiles fotovoltaicos que suman a la sombra la posibilidad de generar energía solar fotovoltaica.

     

    Cubierta con placas solares sobre un parque 

    Pérgola solar en Barcelona. Ayuntamiento de Barcelona

     

    2. El viento en el diseño urbano

    Para aprovechar el viento, el primer paso es conocer de dónde viene en verano en la ciudad. Ahora se disponen de mapas en tiempo real que ayudan a conocer las velocidades y direcciones de viento del lugar, y también se pueden solicitar los datos a las agencias meteorológicas.

     

    Mapa de Madrid y alrededores con flechas que indican la dirección del viento.

    Líneas del viento en Madrid a 10 m sobre el suelo a 4 de agosto de 2022. La configuración topográfica determina zonas más expuestas y zonas menos expuestas. MeteoblueCC BY-NC

     

    En el mapa que precede a estas líneas podemos observar cómo en las afueras de Madrid la velocidad del viento es mayor que en el interior, casi el triple: de 3-4 km/h (colores azules) a 12-14 km/h (colores verdes). Las líneas de los vientos de verano del mapa anterior nos ayudan a establecer:

    • Corredores de ventilación natural si las calles principales llevan la dirección del viento dominante.

    • Árboles y arbustos caducos colocados en líneas paralelas a los vientos de verano para favorecer los canales de viento.

     

    Esquema de colocación de los árboles en línea formando corredores de viento

    Estrategias de colocación de los arboles caducos en líneas de viento para configurar corredores de viento. Ester Higueras y Alicia GómezAuthor provided

     

    3. Incremento de la vegetación en la ciudad

    El incremento de las zonas verdes es clave para mejorar las condiciones térmicas del verano en la ciudad. Es necesario buscar variedad entre el porte, la evapotranspiración, gracias a la gran cantidad de especies que ya estén aclimatadas en la ciudad.

    En Madrid, por ejemplo, el ayuntamiento está revisando sus normas urbanísticas, ya que desde 1997 han aparecido importantes cambios y transformaciones que deben ser recogidas en el Plan General de Ordenación Urbana. Una de sus aportaciones es la configuración del concepto de factor verde:

    El factor verde es un parámetro numérico destinado a la mejora de la sostenibilidad, de las condiciones de confort térmico y bioclimático y del medio ambiente urbano de la ciudad, en el que se considera la cantidad de vegetación a incorporar en la edificación y en el espacio libre de parcela.

    Se está pensando ahora en el cálculo preciso de este indicador, donde entra en juego la presencia de vegetación en arbolado en calles, en fachadas, en azoteas y en el espacio público.

     

    Jardín con plantas propias de clima seco.

     Ejemplo de xerojardinería en Valdespartera (Zaragoza) un tipo de jardín con bajo consumo de agua adecuado para climas secos. UPM

     

    4. Permeabilidad del suelo

    Se deberá evitar que las aceras y las calzadas sean prácticamente impermeables, con escorrentías cercanas al 90 %. El objetivo es maximizar la utilización de pavimentos permeables. En Madrid, por ejemplo, se tomarían como parámetros mínimos los establecidos por la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua en la Ciudad de Madrid.

    Lo ideal es tener una parte de agua que se pueda infiltrar en el terreno. La composición de los materiales, la pendiente, la cuantía de la precipitación y la presencia de vegetación son factores que condicionan el factor final de escorrentía. Una propuesta es diseñar suelos de drenaje sostenible.

    El objetivo es aumentar la permeabilidad de las calles, ya que favorece el amortiguamiento del calentamiento estival y permite aprovechar el agua de escorrentía para crear un microclima favorable y contribuir al crecimiento de la vegetación.

    5. Color de los pavimentos urbanos

    El color de los materiales superficiales es importante para la radiación solar difusa que se refleja en ellos, y condiciona el bienestar térmico de los viandantes. En general, siempre es recomendable pavimentar con colores claros las aceras e incluso las calzadas (ya existen asfaltos con una gran variedad de colores).

    El objetivo es aumentar el albedo (colores claros) de las superficies horizontales, en aceras y calzadas, para mitigar el calentamiento superficial de las calles, y mejorar indirectamente las condiciones de confort estival.

    Oasis térmicos en la ciudad

    La estrategia de diseñar oasis térmicos urbanos tiene como meta generar un microclima propicio para el mayor número posible de días del año.

    En estos espacios se combinarán todas las estrategias descritas: se instalarán estanques y fuentes y se colocará arbolado caduco alineado con la dirección del viento dominante en verano para crear canales de viento. Todo ello complementado por pavimentos de colores claros y suelos permeables en al menos un 75 % de suelo total.

    El Banco Mundial estima que siete de cada diez personas vivirán en zonas urbanas en el 2050. La adaptación de las ciudades con estrategias bioclimáticas es fundamental frente a unos extremos meteorológicos cada vez más comunes debido al cambio climático.

     

    Esquema conceptual del oasis térmico con acabados claros, arbolado caduco, alineación de árboles según vientos dominantes y fuentes. Ester Hidalgo y Alicia GómezAuthor provided

     

    Publicado en The Conversation el 3 de agosto de 2022. Enlace al original.

    Cláusula de Divulgación

    Alicia Gómez Nieto trabaja también como consultora de urbanismo.

    Ester Higueras no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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  • Predicción estacional de las olas de calor estivales europeas en el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF)

    Se ha publicado recientemente, el pasado 13 de junio, el artículo titulado: "Predicción estacional de las olas de calor estivales europeas" accesible en SpringerLink a través del enlace https://doi.org/10.1007/s00382-021-05828-3 y cuyos autores son: 

    Reproducimos a continuación el resumen inicial del mismo:

    "Bajo la influencia del calentamiento global, las olas de calor se están convirtiendo en una gran amenaza en muchas partes del mundo, afectando la salud y la mortalidad humanas, la seguridad alimentaria, los incendios forestales, la biodiversidad, el consumo de energía, así como las redes de producción y transporte.

    La previsión estacional es una herramienta prometedora para ayudar a mitigar estos impactos en la sociedad. Estudios anteriores han resaltado cierta capacidad de predicción de los sistemas de pronóstico estacional para olas de calor fuertes específicas como las de 2003 y 2010. Hasta donde sabemos, este estudio es el primero de su tipo en evaluar sistemáticamente la capacidad de predicción de olas de calor en Europa y analizar el estado del arte de un sistema de pronóstico estacional de última generación.

    Un requisito previo importante para hacerlo es definir adecuadamente las olas de calor. Los índices de olas de calor existentes, construidos para medir la duración y la gravedad de las olas de calor, a menudo están diseñados para impactos específicos y, por lo tanto, tienen una solidez limitada para un análisis de la variabilidad de las olas de calor.

    En este estudio, investigamos la habilidad de predicción estacional de las olas de calor del verano europeo en el sistema de pronóstico operativo ECMWF System 5 por medio de varias métricas dedicadas, así como su valor agregado en comparación con un modelo estadístico simple basado en la tendencia lineal. Podemos demostrar, por primera vez, que los pronósticos estacionales iniciados a principios de mayo pueden proporcionar información potencialmente útil sobre la propensión a las olas de calor del verano, que es la tendencia de una temporada a estar predispuesta a la ocurrencia de olas de calor."

     

     

     

     

     

     

  • Reacción al estudio que asegura que la frecuencia de las olas de calor aumentará durante este siglo

    2 minutos

    Una investigación calcula que el aumento de las temperaturas medias globales podría acercarse a los 2 ˚C en 2050. El estudio, publicado en Communications Earth and Environment, estima que en 2100 muchas personas que viven en regiones tropicales estarán expuestas a niveles de calor peligrosamente altos durante la mayoría de los días del año. Además, las olas de calor mortales, que en la actualidad son poco frecuentes en las latitudes medias, podrían producirse cada año en esas zonas.

    English version

    El mapa superior muestra el registro histórico de días "peligrosos" al año, con un índice de calor superior a 39,4 ºC. La columna de la izquierda refleja el rango de días peligrosamente calurosos en 2050, con más de 100 días "peligrosos" en zonas de Sudamérica, África, India y Australia. La columna de la derecha muestra la gama más amplia de posibilidades para 2100. La parte inferior refleja el peor escenario, con condiciones peligrosas durante gran parte del año en Sudamérica, África central y el sur de Asia. Autor: Vargas Zeppetello et al./Communications Earth & Environment.

    Reacciones

    Autor/es reacciones

    Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado. Asociación Meteorológica Española. Asociación Meteorológica Española

    Science Media Centre España

    Contrariamente a muchos estudios sobre estimaciones futuras de variables climáticas (como temperatura y precipitación), en los que se seleccionan desde el principio escenarios alternativos de emisiones de gases de efecto invernadero y no se hacen hipótesis sobre la mayor o menor probabilidad de los diferentes escenarios, este trabajo presenta como punto de partida una hipótesis probabilista de las emisiones de CO2 (como principal gas de efecto invernadero) para mediados (2050) y finales de siglo (2100).  

    Estas proyecciones probabilísticas de emisiones de CO2 se basan en datos del crecimiento de la población, del PIB y de la intensidad en carbono por países. Utilizando estas proyecciones, los autores presentan una proyección estadística de un índice de estrés por calor que tiene en cuenta tanto la temperatura como la humedad.  

    Los resultados de estas proyecciones nos muestran amplias zonas de las regiones tropicales con un número de días en los que los valores del índice son peligrosos o extremadamente peligrosos para la salud humana. En los mapas se muestran también zonas importantes de latitudes medias, incluida la península ibérica, afectadas por un número significativo de días con estrés por calor peligroso.  

    Concluyen los autores que, para revertir estas proyecciones, habría que reducir drásticamente y con rapidez las emisiones de CO2 en línea con el Acuerdo de París. Este trabajo —con un enfoque novedoso— incide en la importancia de controlar las emisiones de gases de efecto invernadero si no se quiere llegar a tener partes importantes de la Tierra sometidas a unas condiciones de estrés por calor que pongan en peligro la salud y la vida de los habitantes de dichas regiones, con las consecuencias asociadas de inestabilidad social, migraciones masivas, etc. 

    No hay conflicto de intereses

     

    Fuente:

  • Sevilla nombrará y clasificará las olas de calor para proteger a la ciudadanía

    La ciudad española se convierte en la primera del mundo en adoptar medidas a medida que los períodos de calor se vuelven más frecuentes

     

    Seville

    Sevilla nombrará las olas de calor del mismo modo que se nombran las tormentas tropicales o los huracanes en otras partes del mundo. Fotografía: Cristina Quicler/AFP/Getty Images

     

    La ciudad de Sevilla, en el sur de España, se convertirá en la primera del mundo en nombrar y clasificar las olas de calor, de la misma manera que se nombran las tormentas tropicales o los huracanes, en un esfuerzo por proteger mejor a los residentes a medida que los períodos de calor excesivo se vuelven más frecuentes.

    El proyecto piloto de un año de duración en una de las ciudades más calurosas de España clasificará las olas de calor en tres categorías y las nombrará de una lista que incluye a Xenia y Wenceslao.

    La iniciativa es parte de un conjunto más amplio de medidas, desde la reducción de emisiones hasta la descarbonización, destinadas a contrarrestar el cambio climático, dijo el alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz.

    “Somos la primera ciudad del mundo en dar un paso que nos ayudará a planificar y tomar medidas cuando ocurra este tipo de eventos meteorológicos, particularmente porque las olas de calor siempre golpean a los más vulnerables”, señaló Muñoz en un comunicado esta semana.

    El programa pionero se produce días después de que España sufriera una de sus primeras olas de calor registradas y después de un mes de mayo que se clasificó como el más caluroso en 58 años. La frecuencia de las olas de calor en España se ha duplicado respecto a décadas anteriores, según la agencia meteorológica estatal Aemet.

    Sevilla, donde las temperaturas a menudo superan los 40 °C, está a unas 100 millas (161 km) de la ciudad de Montoro, donde el mercurio subió el año pasado a 47.4 °C, la temperatura más alta de la historia en España.

    El elemento central del piloto es un algoritmo que pronosticará olas de calor con hasta cinco días de anticipación y las categorizará según el impacto potencial en la salud humana y la mortalidad. Cada categoría estará ligada a medidas concretas como la apertura de piscinas municipales o el envío de sanitarios para el control de personas mayores u otras personas de riesgo.

    Las olas de calor que alcancen la categoría 3, la más severa, se nombrarán en orden descendente del alfabeto español. Los primeros cinco nombres ya están elegidos: Zoe, Yago, Xenia, Wenceslao, Vega.

    El proyecto se lanza en conjunto con el Centro de Resiliencia de la Fundación Adrienne Arsht-Rockefeller, o Arsht-Rock, que se enfoca en desarrollar resiliencia frente al cambio climático, junto con climatólogos, científicos sociales y del comportamiento y expertos en salud pública.

    El centro está trabajando con otras siete ciudades, incluidas Melbourne y Grecia, en planes similares para categorizar o clasificar las olas de calor, aunque Sevilla es hasta ahora la única ciudad con planes para nombrar las olas de calor.

    El objetivo es crear conciencia sobre el impacto mortal del cambio climático y potencialmente salvar vidas, dijo Kathy Baughman McLeod de Arsht-Rock en una declaración de octubre cuando se anunciaron los planes para el piloto.

    "Las olas de calor han sido apodadas 'el asesino silencioso' por una razón", dijo Baughman McLeod. “Causan estragos invisibles en nuestras economías, se aprovechan de los miembros más vulnerables de la sociedad y matan a más personas que cualquier otro peligro provocado por el clima, pero los peligros que representan se subestiman enormemente y se malinterpretan gravemente”.

     

    Publicado en The Guardian el 26 de junio de 2022 por Ashifa Kassam. Enlace al original.