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El 13 de octubre, el 16º tifón del año, Nangka, tocó tierra en Qionghai, en la provincia de Hainan, en el sur de China. Según la Administración Meteorológica de China, se llevó a cabo un estudio de observación del tifón en tres frentes y en múltiples dispositivos, utilizando medios terrestres, oceánicos y espaciales.

La administración dijo que los satélites, aeronaves, aviones no tripulados y otros vehículos de observación obtuvieron una gran cantidad de datos, lo que representa el mayor experimento de vigilancia del tifón de China hasta la fecha. Los investigadores organizaron tres aviones para observar simultáneamente la estructura ventral interna del tifón y obtuvieron datos meteorológicos de alta resolución en diferentes niveles, regiones y etapas a medida que el tifón iba llegando a tierra. Además, se aprovechó el radar láser aerotransportado para obtener datos de alta resolución sobre las estructuras de los campos de viento en la circulación ventral interna.

Cuando el tifón tocó tierra, se lanzaron consecutivamente instrumentos de sondeo termodinámico y de ozono para medir la estructura de la circulación del tifón y los cambios en sus características atmosféricas y físicas. Después, el 14 de octubre, se emplearon drones para analizar la tormenta de lluvia que siguió a la llegada del tifón, llevando a cabo una observación directa combinada con experimentos de observación con sondas descendentes.

Los satélites chinos Fengyun-4 y los satélites de la serie Gaofen, mientras tanto, llevaron a cabo una observación intensiva de la zona del tifón, con los aviones teledirigidos que obtuvieron con éxito datos completos de observación de la interfaz mar-atmósfera de la temperatura del viento, la presión atmosférica y la humedad, así como de la temperatura y la salinidad del agua del mar antes y después de que pasara el tifón.

Fuente:  Por Lawrence Butcher

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