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LA METEOROLOGÍA EN LA BIBLIA. VI

Enlace: Parte 5

El jardín del Eden. Thomas Cole. 1828. Amon Carter Museum

En los textos sagrados se mencionan los vientos de los cuatro rumbos, con referencia especial a los de componente este, que cuando son cálidos y secos son nombrados como “solano”, viento procedente del desierto de Siria.

Definición de brisa de mar

También se podría interpretar que se hace referencia a las brisas. En el Génesis se menciona el “aire del día” que soplaba en el Edén o Paraíso, zona descrita como jardín o huerto regado por un caudaloso río (probablemente pudiera existir un lago, del que surgieran los cuatro ríos mencionados en la Biblia, entre ellos el Eúfrates). El “aire del día” podría tratarse por tanto de una brisa de lago, análoga a la brisa de mar, generada por la diferencia de temperatura entre la tierra y la superficie de agua.

Génesis, 3

8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto

al aire del día; y se escondieron el

hombre y su mujer de la presencia

de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

Topografía del Paraíso. Athanasius Kircher

En general se habla de los “cuatro vientos”, es decir, una rosa de los vientos de cuatro rumbos.

Daniel,7

2 Habló Daniel y dijo: Miraba yo

en mi a visión de noche, y he aquí

que los cuatro vientos del cielo

combatían en el gran mar

 Apocalipsis, 7

1 Y después de estas cosas vi a cuatro ángeles

que estaban de pie en los cuatro ángulos de la tierra,

deteniendo los cuatro vientos de la tierra,

para que no soplase viento alguno sobre la tierra,

ni sobre el mar ni sobre ningún árbol

 En este grabado de Durero, referente al Apocalipsis, vemos en la parte superior a los cuatro ángeles soplando en direcciones opuestas.

Apocalipsis cum figuris . Dürer, Albrecht. 1511  Biblioteca Nacional de España.

Rosa de los vientos, según los “Meteorológicos” de Aristóteles.

En los “Meteorológicos”, Aristóteles  recopila el “estado del arte” o el conocimiento previo sobre los vientos, buscando a su vez el origen del mismo de forma razonada. Así define acertadamente el viento como “un flujo continuo de aire a lo largo de una determinada dirección”, y especifica aún más al precisar que se trata de aire húmedo resultado de la mezcla  de “exhalaciones secas” que las “produce el sol y el calor de la tierra” y “exhalaciones húmedas” constituidas por vapor de agua. En una peculiar rosa de vientos de 12 rumbos (lo normal son 4, 8 ó 16), nos muestra el nombre en latín de cada uno de estos vientos (excepto el viento de 225º, aproximadamente SSW) y algunas de sus características y el tiempo asociado.

La “torre de los vientos” de Atenas (siglo I a.C), de forma octogonal representa la rosa de los vientos de 8 rumbos y es una prueba evidente del interés que existía en conocer la dirección de los vientos. Un friso representa en cada uno los lado los dioses (“anemoi” según la mitología griega) responsables de cada uno de los vientos, con su nombre latino. En la cúspide se encontraba una veleta. Además disponía de relojes de sol y un reloj de agua (similar al de arena) por si el cielo estaba nublado.

Torre de los vientos. Atenas

En Israel los vientos de componente este son conocidos genéricamente como “kadim” o “sharquiya”. Aunque en invierno son vientos fríos y secos impulsados por el alta siberiana, en primavera y otoño son vientos muy cálidos y secos, generalmente cargados de polvo y arena tras atravesar el extenso desierto de Siria (Goldreich,2003). Este viento se identifica con el viento “solano” al que se refiere la Biblia. Generan “olas de calor”, denominadas genéricamente “sharav”, “khamsim” o “hamsim”, aunque en cuanto a la nomenclatura de los vientos existe cierta contradicción entre las fuentes consultadas.  Por ejemplo las bajas que circulan por el norte de Africa también se denominan “sharav”.

Existen distintas configuraciones sinópticas en esta zona favorables para las olas de calor, con vientos del sur y del este, pero en general se producen al paso de una borrasca mediterránea, en el sector cálido del sistema frontal, con viento de dirección S o SE. Las temperaturas se elevan y la humedad disminuye notablemente, lo que unido a la velocidad del viento puede favorecer la propagación de los incendios forestales o irrupciones de polvo o arena en suspensión. La advección cálida finaliza con el cambio del viento al NW tras el paso del frente frío (algunos autores también denominan como “khamsim” a este viento postfrontal). Goldreich (2003) y Saaroni et al. (1997) también sugieren otras configuraciones para las olas de calor (“sharav”), como una baja en el mar Rojo o un anticiclón centrado al norte de Israel.

Zonas típicamente afectadas por Sharav (al paso de una baja de Chipre y frentes asociados) (imagen izqda.) y por Khamsin (al paso de un sistema frontal asociado a una baja que se desplaza hacia el NE, posición  de los frentes y bajas en dos días consecutivos) (decha.). Las flechas rojas indican los intensos vientos

En el Mediterráneo oriental y hacia el interior las tormentas de polvo y arena y las calimas son frecuentes dada la proximidad de desiertos y los vientos intensos. En Irak se producen 122 días de tormentas de polvo y 287 días de calima anuales (Fuente UNEA).

Regiones fuente de polvo y arena . Módulos COMET

Tormenta de arena en el desierto. George Francis Lyon. 1821

Paradójicamente, en los textos bíblicos no se menciona ninguna tormenta de arena o polvo, o la presencia de calimas, como parecería lógico, y que nos ofrecería una escena similar a la que aparece en este dibujo del siglo XIX. Sin embargo, se mencionan los vientos intensos en la proximidad de los desiertos. La vegetación y las condiciones de humedad del suelo son determinantes para impedir la acción erosiva del viento, por lo que tal vez hace varios miles de años, con un clima probablemente más húmedo y mayor vegetación, las tormentas de polvo generadas en los desiertos de Siria no fueran tan frecuentes.

Un ejemplo lo vemos en este versículo, donde no se menciona el polvo o la arena pese a provenir un intenso viento del desierto capaz de derribar una casa (en el capítulo sobre fenómenos meteorológicos adversos volveremos a considerar episodios como el referido en relación al impacto asociado).

Job,1

18 Entretanto que este hablaba,

vino otro que dijo: Tus hijos y

tus hijas estaban comiendo y bebiendo

vino en casa de su hermano, el primogénito,

19 y he aquí que un gran viento

vino del lado del desierto y azotó

las cuatro esquinas de la casa, la

cual cayó sobre los jóvenes, y murieron;

y solamente escapé yo para traerte las nuevas.

A finales de agosto y principios de septiembre de 2015, la región de Oriente Medio se vio afectada por un persistente episodio de polvo y arena en suspensión.  El Mediterráneo oriental recibió la densa nube de polvo entre los días 8 y 11 de septiembre, originada en el noreste de Siria y norte de Irak, debido a las corrientes de densidad que atravesaron las zonas desérticas asociadas a la intensa actividad convectiva en una situación de bloqueo (Francis et al. 2019). Además de los problemas de salud que originó en la población (no solo afecciones respiratorias por las micropartículas en suspensión, sino también por la ola de calor asociada), gran parte de la actividad económica como el transporte aéreo y marítimo se vio interrumpida. Se especuló con la posibilidad de que el conflicto bélico de Siria hubiera sido determinante por el abandono de la agricultura, la escasez de agua y el tráfico rodado militar. Sin embargo, el verano muy seco y cálido que contribuyó a una mayor aridez y a una erosión eólica más eficaz, parece la causa más probable. Los modelos numéricos operativos no consiguieron reproducir adecuadamente la magnitud del episodio, probablemente por la gran cantidad de factores de mesoescala que intervinieron, entre ellos el efecto radiativo del polvo, los múltiples frentes de racha de las tormentas (cold pool), los mecanismos de brisa costera y la dinámica asociada a los obstáculos orográficos (salto hidráulico en el los valles). (Gasch et al.,2017).

Imágenes  sensor MODIS satélites TERRA/ACQUA .7 de septiembre de 2015.

En las imágenes del sensor MODIS a bordo de los satélites de órbita polar TERRA/ACQUA vemos el desarrollo de la convección en dos momentos muy próximos del día 7 de septiembre y la extensión del polvo en suspensión, así como la posición de la nube de polvo al día siguiente.

imagen Acqua/Modis 8 de septiembre de 2015

Web del Centro Regional para el Norte de África, Oriente Medio y Europa

En 2007 la OMM puso en marcha el Sistema de Evaluación y Avisos de Tormentas de Polvo y Arena (SDS-WAS). El Centro Regional para el Norte de África, Oriente Medio y Europa se creó en 2010 para coordinar las actividades del SDS-WAS a nivel regional. Está gestionado por un consorcio de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS).

En el antiguo Testamento aparecen varias referencias al viento “solano”, cálido y muy seco. En este versículo se cita  en uno de los sueños del Faraón.

Génesis,41

5 Se durmió de nuevo y soñó la segunda vez:

Y he aquí que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña;

6 y he aquí, otras siete espigas menudas y abatidas por el viento  solano

salían después de ellas;

7 y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas.

Y despertó Faraón, y he aquí que era un sueño.

En este otro versículo se alude a su origen desértico y carácter extremadamente seco.

Oseas,15

15 Aunque él fructifique entre los hermanos, vendrá el solano,

viento de Jehová, subiendo del desierto, y se secará su fuente,

y se secará su manantial; él saqueará el tesoro de todos los objetos preciosos.

También se describe cómo el viento solano seca la vid, con un efecto abrasador.

 Ezequiel,19

12 Pero fue arrancada con ira, derribada en tierra,

y el viento solano secó su fruto; sus varas fuertes fueron quebradas

y se secaron; las consumió el fuego.

 Ese efecto abrasador no sólo afecta a las plantas, también en los humanos produce el denominado “golpe de calor” que puede provocar la muerte, como ocurre con frecuencia durante las “olas de calor” si no se toman las medidas adecuadas de prevención.

Jonás, tras profetizar la destrucción de Nínive, y ser testigo de la misericordia de Jehová, se sienta a las afueras de la ciudad buscando la sombra de unas ramas. Jehová hace crecer una calabacera que ofrece una tupida sombra, pero por la noche envía un gusano que come las hojas de la calabacera, y por el día surge un intenso viento “solano”.

Jonás,4

8 Y acaeció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano;

y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba y deseaba la muerte,

diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

Jonás bajo la calabacera, 280-290 CE, marble, late Roman, Asia Minor, Cleveland Museum of Art

El fuerte viento oriental también es protagonista de un conocido episodio bíblico que aparece en el Éxodo, la división de las aguas del Mar Rojo. El pueblo israelí en su huida es guiado por “una columna de nube” mientras es perseguido por el ejército egipcio. Al llegar al mar Rojo, Moisés levantó su bastón, y por obra divina dividió las aguas para que los israelitas pudieran cruzar hacia la península del Sinaí. Cuando las tropas que le seguían cruzaban el mar, el agua retornó a instancias de Jehová, exterminando a sus perseguidores.

Éxodo, 14

19 Y el ángel de Dios, que iba delante del campamento de Israel,

se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo

la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,

 20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel;

 y era nube y  tinieblas para aquellos, y alumbraba a Israel de noche,

 y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová

que el  mar se retirase por medio de un recio viento oriental toda

aquella noche; y  secó el mar por en medio y las aguas quedaron divididas

By Herrad of Landsberg – Hortus Deliciarum, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31441110

Nof y Paldor (1992) propusieron como hipótesis que los intensos y persistentes vientos de componente este (NE) se canalizaron en el golfo de Suez tomando la dirección NW. Dado el fondo irregular, cuya batimetría muestra una elevación en forma de cúpula en el fondo, por efectos hidrodinámicos las aguas se retiraron a sotavento y dejaron al descubierto la cúpula que sirvió como puente. El delta del Nilo presentaba otro aspecto hace unos 2000 años, y no existe consenso en el punto en que se atravesó el canal. El más reciente estudio de Carl Drews (2010) realiza una simulación con modelos numéricos y distintas condiciones de contorno en varias ubicaciones, demostrando que bajo un flujo intenso unidireccional persistente en una superficie de agua de escasa profundidad se produce el fenómeno de “wind set down”, es decir, una inclinación de las aguas dejando al descubierto el fondo. Además modeliza un viento completamente del este, de acuerdo al relato bíblico. Una vez que cesa el viento las aguas retornarían a su estado inicial.

Para finalizar este capítulo en el que hablamos del viento, es imprescindible mencionar la importancia del viento como mecanismo de transporte de la langosta africana, como se recoge en el episodio bíblico de las plagas que asolaron Egipto, al que dedicaremos un capítulo.

BIBLIOGRAFÍA.

Francis D., Alshamsi N., Cuesta J., Isik A. G. and Dundar C. Cyclogenesis and Density Currents in the Middle East and the Associated Dust Activity in September 2015. 2019. Geosciences.

New insights into the vertical structure of the September 2015 dust storm employing eight ceilometers and auxiliary measurements over Israel Leenes Uzan1,2 , Smadar Egert1 , and Pinhas Alpert1- Atmos. Chem. Phys., 18, 3203–3221, 2018

https://doi.org/10.5194/acp-18-3203-2018

Gasch P., Rieger D., Walter C., Khain P., Levi Y., Knippertz P. and Vogel B. Revealing the meteorological drivers of the September 2015 severe dust event in the Eastern Mediterranean.. Atmos. Chem. Phys., 17, 13573–13604, 2017

https://doi.org/10.5194/acp-17-13573-2017

Saaroni1, B. Ziv , A. Bitan, and P. Alpert. Easterly Wind Storms over Israel. Theor. Appl. Climatol. 59, 61-77 (1998). DOI: 10.1007/s007040050013

Nof D., Paldor N (March 1992). Are There Oceanographic Explanations for the Israelites’ Crossing of the Red Sea? Bull Am Meteorol Soc 73(3): 305–314.

Goldreich,Y. The Climate of Israel. Observation, Research and Application.2003. Springer.

FIN DEL CAPÍTULO VI

 

Enlace: Parte 7

 Fuente:   Publicado el 23 abril, 2020 por aemetblog Por Manuel Antonio Mora García. Meteorólogo del Estado. Delegación Territorial de AEMET en Castilla y León14:09:28