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  • El IPCC se reunió para aprobar el informe de ciencia física

     4- 5 minutos

    El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) tuvo el 26 de julio una reunión para aprobar su próximo informe sobre las bases científicas físicas del cambio climático, la primera parte del Sexto Informe de Evaluación.

    El informe, elaborado por el Grupo de Trabajo I del IPCC, proporcionará la información física más actualizada sobre el sistema climático y el cambio climático, reuniendo los últimos avances de la ciencia del clima y múltiples líneas de evidencia.

    La reunión se celebrará a distancia, siendo la primera vez que el IPCC lleva a cabo una sesión de aprobación en este formato, del 26 de julio al 6 de agosto de 2021, debido al impacto de la pandemia del COVID-19. El informe se publicará el 9 de agosto, a la espera de las decisiones del Panel.

    "Este informe se ha preparado en circunstancias excepcionales, y se trata de una sesión de aprobación del IPCC sin precedentes", dijo el presidente del IPCC, Hoesung Lee, en la sesión de apertura de la reunión.

    Lee agradeció a los 234 autores del informe su compromiso y determinación por elaborarlo en las condiciones de la pandemia.

    "Este trabajo ha requerido una serie múltiple de reuniones virtuales a través de los husos horarios, perturbando la vida cotidiana y los ritmos de trabajo, especialmente en la fase más crítica de los últimos 16 meses, mientras dábamos forma al borrador final", dijo.

    El informe, Climate Change 2021: the Physical Science Basis, proporcionará los últimos conocimientos sobre el calentamiento pasado y las proyecciones de calentamiento futuro, mostrando cómo y por qué ha cambiado el clima hasta la fecha, e incluyendo una mejor comprensión de la influencia humana en el clima, incluidos los fenómenos extremos.

    Se prestará mayor atención a la información regional que puede utilizarse para evaluar los riesgos climáticos.

     El Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas, afirmó que el próximo informe es fundamental para el resultado de las negociaciones sobre el cambio climático que las Naciones Unidas celebrarán en Glasgow en noviembre. El interés político es alto, pero el reto consiste en aplicar el Acuerdo de París y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo.

    "El cambio climático es ya muy evidente. No tenemos que decirle a la gente que existe", dijo el profesor Taalas en la sesión de apertura. "Estamos viendo más fenómenos extremos. Olas de calor, sequías e inundaciones en Europa y China", dijo.  El "calentamiento masivo" en el Ártico está afectando a la dinámica atmosférica en el hemisferio norte, como demuestran los sistemas meteorológicos estancados y los cambios en el comportamiento de la corriente en chorro, dijo el profesor Taalas.

    La Secretaria Ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, afirmó que el mundo se encuentra en una "encrucijada climática" y que las decisiones que se tomen este año determinarán si es posible limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de la era preindustrial para finales de siglo. El mundo se dirige actualmente por la vía contraria, hacia un aumento de 3°C, dijo.

    "Tenemos que cambiar de rumbo urgentemente".

    La Directora Ejecutiva Adjunta del PNUMA, Joyce Msuya, dijo que la pandemia de COVID-19 "es una advertencia del planeta de que nos espera algo mucho peor a menos que cambiemos nuestro rumbo".

    "Debemos hacer frente a esta crisis que amenaza nuestro futuro colectivo", dijo la Sra. Msuya.

    El IPCC fue creado por el PNUMA y la OMM en 1988 para proporcionar a los líderes políticos evaluaciones científicas periódicas sobre el cambio climático, sus implicaciones y riesgos, así como para proponer estrategias de adaptación y mitigación.

    En la reunión, la 14ª sesión del Grupo de Trabajo I examinará el resumen para Responsables de Políticas de la contribución del Grupo de Trabajo I al Sexto Informe de Evaluación para su aprobación en el examen línea por línea y el informe completo para su aceptación. A continuación, la 54ª sesión del IPCC aprobará la contribución del Grupo de Trabajo I, aceptando formalmente el informe.

    El objetivo de este proceso es garantizar que el Resumen para Responsables de Políticas sea preciso, equilibrado y presente con claridad las conclusiones científicas del informe subyacente.

    La sesión plenaria de aprobación es la culminación del riguroso proceso de redacción y revisión al que se someten los informes del IPCC. El borrador de primer orden del informe del Grupo de Trabajo I recibió 23.462 comentarios de revisión por parte de 750 expertos, el borrador de segundo orden recibió 51.387 comentarios de revisión por parte de los gobiernos y 1.279 expertos, y la distribución final por parte de los gobiernos del Resumen para Responsables de Políticas que finalizó el 20 de junio recibió más de 3.000 comentarios de 47 gobiernos. El informe hace referencia a más de 14.000 artículos científicos.

    Las partes restantes del Sexto Informe de Evaluación se finalizarán en 2022.

     

    Fuente:   Publicado 26 07 2021

  • Boletín de la OMM: Alerta temprana y acción preventiva

     6 - 8 minutos

    El Boletín de la OMM que acaba de publicarse completa el tema del Día Meteorológico Mundial, "Alerta temprana y acción preventiva", y pretende informar sobre los debates previos a la Plataforma Mundial para la Reducción del Riesgo de Desastres que se celebrará el próximo mes de mayo en Bali (Indonesia).

    El Boletín se centra en la "Alerta temprana y acción preventiva" con artículos sobre el empleo de la tecnología y los servicios, la transformación del riesgo en resiliencia, el Sistema Mundial de Alerta Multipeligros, el Centro de Excelencia OMM-RRD y la igualdad de género en el contexto de la reducción del riesgo de desastres.

    "En los últimos 50 años (1970-2019), se ha producido una catástrofe meteorológica, climática o relacionada con el agua, en promedio, casi todos los días, que se ha cobrado la vida de 115 personas y ha provocado pérdidas por valor de 202 millones de dólares al día. El número de catástrofes registradas se multiplicó por cinco en este período de 50 años, impulsado por el cambio climático inducido por el hombre y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos. Gracias a la mejora de las alertas, el número de víctimas mortales se redujo en casi tres veces durante el mismo periodo, debido a la mejora de las previsiones meteorológicas y a la gestión proactiva y coordinada de las catástrofes", escribe el Secretario General de la OMM, Prof. Petteri Taalas, en el prólogo.

    "Los sistemas de alerta temprana proporcionan un beneficio de más de diez veces la inversión, una alerta hecha con 24 horas de antelación de una tormenta u ola de calor puede reducir los daños subsiguientes en un 30%. El gasto de 800 millones de dólares en estos sistemas en los países en desarrollo evitaría pérdidas de entre 3.000 y 16.000 millones de dólares al año. Sin embargo, a pesar de estos grandes beneficios conocidos, una de cada tres personas en el mundo sigue sin estar dotada de servicios de alerta temprana; esta proporción es casi el doble en África. Las personas vulnerables se ven afectadas de forma desproporcionada", escribe el profesor Taalas.

    Los temas son los siguientes:

    Aprovechamiento de la ciencia, la tecnología y los servicios del sistema terrestre para reducir el riesgo de catástrofes - Contribuciones de la OMM: Las comunidades hidrometeorológica y de reducción del riesgo de desastres deben seguir colaborando para comprender las complejidades y compensaciones de los riesgos, para predecir mejor los peligros compuestos y, a veces, en cascada, y, lo que es más importante, para permitir una acción eficaz que reduzca los impactos de los peligros naturales y, por tanto, mitigue los desastres inminentes.

    Del riesgo a la resiliencia: El cambio climático, las catástrofes y el Centro de Excelencia OMM-UNDRR:  La OMM y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) han reforzado su relación en varias áreas de trabajo, incluyendo la creación de un Centro de Excelencia conjunto para la Resiliencia al Clima y a los Desastres. La colaboración entre la OMM y las comunidades de gestores de riesgos de catástrofes se está haciendo omnipresente en todas las actividades de la OMM.

    El marco del sistema mundial de alerta de peligros múltiples - Apoyo a las capacidades de alerta de los Miembros en la crisis climática: La OMM está trabajando para reforzar las actividades de alerta y cerrar la brecha de cobertura de la alerta temprana. El objetivo es reforzar las conexiones entre los sistemas de alerta temprana y los procesos de toma de decisiones, así como la confianza y la colaboración entre las personas que están detrás de los sistemas y los procesos, en toda una serie de escalas temporales y espaciales. El Plan apoyará la reducción del riesgo de catástrofes, la preparación y la respuesta, es decir, la acción para salvar vidas y medios de subsistencia, y proteger así los avances en materia de desarrollo en las regiones que sufren repetidamente fenómenos de gran repercusión.

    La igualdad de género en el contexto de los sistemas de alerta temprana de peligros múltiples y la reducción del riesgo de desastres: Los efectos de los fenómenos hidrometeorológicos graves no son neutrales desde el punto de vista del género. El género, junto con la clase, la raza, la edad y otras identidades sociales que se entrecruzan, contribuye a configurar los roles, el poder y los recursos disponibles para las mujeres, los hombres y los no binarios en cualquier cultura, incluidos los recursos necesarios para la resiliencia.

    Inteligencia artificial para la reducción del riesgo de catástrofes: Oportunidades, retos y previsiones: La inteligencia artificial, en particular el aprendizaje automático, está desempeñando un papel cada vez más importante en la reducción del riesgo de catástrofes, desde la previsión de fenómenos extremos y la elaboración de mapas de peligrosidad hasta la detección de fenómenos en tiempo real, el suministro de información sobre la situación y el apoyo a la toma de decisiones.

    Comunicar para salvar vidas: Mejora de la comunicación en los sistemas de alerta temprana: La OMM promueve dos prácticas complementarias muy extendidas que refuerzan los sistemas de alerta temprana, haciendo hincapié en la mejora de los mensajes para la acción:

    - El Protocolo de Alerta Comunitario (PAC) estándar internacional para comunicar los hechos clave de cualquier tipo de emergencia a través de todos los medios de comunicación disponibles.

    - Servicios de Previsión y Alerta basados en el impacto (IBFWS), es decir, mensajes públicos centrados en la exposición y la vulnerabilidad de las personas en peligro.

    Intensificación del apoyo a las Naciones Unidas y a los socios humanitarios para la acción anticipada: La OMM está reforzando y ampliando su apoyo a las Naciones Unidas y a los organismos humanitarios. El Mecanismo de coordinación de la OMM aprovechará las importantes contribuciones de apoyo de los Miembros de la OMM para seguir apoyando la acción humanitaria. Un proyecto está recibiendo el apoyo generoso de Suiza a través de MeteoSwiss.

    Tendencias regionales de los fenómenos extremos en el informe del IPCC 2021: Este resumen se basa en la contribución del Grupo de Trabajo 1 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) al 6º Informe de Evaluación (IE6): "Cambio Climático 2021: The Physical Science Basis". Alrededor de un tercio del informe está dedicado a la información climática regional, con una evaluación de los cambios observados y previstos en los impulsores del impacto climático, que son condiciones físicas del sistema climático (por ejemplo, medios, eventos, extremos) que afectan a un elemento de la sociedad o los ecosistemas.

    Revisiones posteriores: aprender de la experiencia para mejorar los servicios, las asociaciones y conectar con la financiación: El ciclón tropical Idai fue la tormenta más mortífera y de mayor coste registrada en la cuenca del Océano Índico Meridional y uno de los ciclones tropicales más destructivos registrados en África y el hemisferio sur. En mayo de 2019, la OMM llevó a cabo una revisión posterior al suceso (AAR, por sus siglas en inglés) sobre el funcionamiento del sistema de alerta temprana para aprender las lecciones de Idai en preparación para el próximo evento extremo que podría poner vidas en riesgo.

    El AAR cubrió específicamente los requisitos y las capacidades del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (NMHS) y su coordinación con la autoridad nacional de gestión de desastres para un Sistema de Alerta Temprana de Peligros Múltiples (MHEWS) de extremo a extremo en el contexto de la gestión de riesgos de desastres. El RAA de Idai constituye un buen ejemplo de práctica de RAA y nos ayuda a comprender su valor para identificar las deficiencias estructurales y de capacidad, para aprender de la experiencia, para mejorar las asociaciones y para determinar las necesidades financieras.

    Descargue el Boletín de la Biblioteca de la OMM aquí 

     

    Fuente:

  • El cambio climático aumenta las amenazas en el Pacífico Sudoccidental

     8 - 10 minutos

    Glasgow, 10 de noviembre de 2021 (OMM) - Las temperaturas de la superficie del mar y el calor del océano en algunas partes del Pacífico sudoccidental están aumentando a un ritmo más de tres veces superior a la media mundial, y las olas de calor marinas están blanqueando arrecifes de coral que antes estaban llenos de vida y suponen una amenaza para los ecosistemas vitales de los que depende la región.

    En tierra, las tormentas y las inundaciones provocan habitualmente muertes, destrucción y desplazamientos en el sudeste asiático y en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) del Pacífico, mientras que se prevé que el calor extremo y una temporada de incendios más intensa se conviertan en una constante del clima australiano. Los glaciares tropicales -los últimos que quedan entre el Himalaya y los Andes- podrían desaparecer en cinco años, según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

    El Estado del Clima en el Pacífico Sudoccidental 2020 ofrece una instantánea de los indicadores climáticos, como las temperaturas, el aumento del nivel del mar, el calor y la acidificación de los océanos y los fenómenos meteorológicos extremos, junto con los riesgos y las repercusiones en las economías, la sociedad y el medio ambiente. Abarca gran parte del Sudeste Asiático (incluyendo Brunei Darussalam, Indonesia, Malasia, Filipinas y Singapur) y Oceanía (incluyendo Australia, Nueva Zelanda y las Islas del Pacífico. Forma parte de una nueva serie de informes climáticos regionales de la OMM y es el primero de este tipo para la región.

    El informe y el mapa que lo acompaña se presentaron en las negociaciones sobre el cambio climático de las Naciones Unidas, la COP26, el 10 de noviembre. La amenaza existencial para muchos Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) es uno de los temas recurrentes en la COP26, que se describe como un esfuerzo decisivo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a un máximo de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

    "Este informe pone de manifiesto los riesgos reales y posibles asociados a los cambios que se están produciendo en la circulación oceánica, la temperatura, la acidificación y la desoxigenación, así como el aumento del nivel del mar. Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo son cada vez más vulnerables a estos cambios, ya que sus ingresos están muy vinculados a la pesca, la acuicultura y el turismo", afirmó el Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas.

    "En las zonas terrestres, los efectos significativos y crecientes de los fenómenos hidrometeorológicos extremos y de los ciclones tropicales, además de las nuevas amenazas multidimensionales, plantean crecientes desafíos para las comunidades de la región. La pandemia del COVID-19 ha interrumpido el desarrollo socioeconómico de la región, afectando a los principales motores del crecimiento y poniendo de manifiesto las deficiencias en la capacidad de los países para hacer frente a los riesgos sistémicos y en cascada", afirmó el profesor Taalas.

    Temperaturas

     

    En la región del Pacífico Sudoccidental, 2020 fue el segundo o tercer año más cálido registrado, dependiendo del tipo de variable a considerar. En la segunda mitad de 2020 se produjo un enfriamiento por La Niña, pero es muy probable que éste tenga un mayor impacto en las temperaturas de 2021.

    Las temperaturas de la superficie del mar son un importante indicador físico del sistema climático de la Tierra.  La superficie oceánica de la región del Pacífico Sudoccidental está influenciada por fenómenos naturales como El Niño/La Niña, así como por el cambio climático inducido por el hombre. Entre 1982 y 2020, las temperaturas de la superficie del océano en el mar de Tasmania y en el oeste del mar de Timor aumentaron a un ritmo tres veces superior a la media mundial.

    Calentamiento del océano

    El océano absorbe más del 90% del calor excedente de las actividades humanas. Desde 1993, el ritmo global de calentamiento de los océanos se ha duplicado con creces, y continuará a lo largo de este siglo. En algunas partes de la región del Pacífico Sudoccidental, el contenido de calor del océano ha aumentado más de tres veces más rápido que la tasa media mundial.

    En 2020, la región de la Gran Barrera de Coral de Australia sufrió una gran ola de calor. En febrero, las temperaturas de la superficie del mar en la región fueron 1,2 °C superiores a la media de 1961-1990, lo que lo convirtió en el mes más caluroso registrado. Las altas temperaturas afectaron a todo el arrecife y se registró una decoloración generalizada del coral, la tercera en los últimos cinco años.

    Si la temperatura global aumenta 2 °C por encima de los niveles preindustriales, existe el riesgo de que el 90% de los arrecifes de coral del Triángulo de Coral y de la Gran Barrera de Coral sufran una grave degradación.

    El calentamiento de los océanos, la desoxigenación y la acidificación están cambiando el patrón de circulación y la química de los océanos. Los peces y el zooplancton están migrando a latitudes más altas y cambiando sus comportamientos. En consecuencia, la pesca tradicional se está alterando.

    Esto tiene implicaciones críticas para las islas del Pacífico, donde la pesca costera es una actividad principal que proporciona nutrición, bienestar, cultura y empleo. Entre 1990 y 2018, la producción pesquera total ha disminuido hasta un 75% en Vanuatu, un 23% en Tonga y un 15% en Nueva Caledonia.

    Aumento del nivel del mar

    Evolución del nivel del mar de 1993 a 2020. Los cuadros coloreados indican las regiones en las que se han calculado las series temporales del nivel del mar en las zonas costeras (véanse las figuras siguientes). Fuente: Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S)

    El nivel medio del mar en el mundo ha subido a un ritmo medio de unos 3,3 mm al año desde el inicio de los registros por satélite a principios de la década de 1990 y se ha acelerado como consecuencia del calentamiento de los océanos y el deshielo.

    En el norte del océano Índico y en la parte occidental del océano Pacífico tropical, las tasas de cambio del nivel del mar son sustancialmente más altas que la subida media mundial, debido principalmente a las variaciones geográficas de la expansión térmica. El nivel del mar también depende de fenómenos naturales como el ENSO.

    El aumento del nivel del mar ya está teniendo un gran impacto en la sociedad, las economías y los ecosistemas de las islas del Pacífico. También aumenta la exposición a los ciclones tropicales, las mareas y las inundaciones costeras.

    Glaciares tropicales

    Los glaciares cercanos a Puncak Jaya, en Papúa, Indonesia (4 884 m) son los últimos glaciares tropicales que quedan entre el Himalaya y los Andes, y existen desde hace unos 5 000 años. Al ritmo actual, se espera una pérdida total de hielo en los próximos cinco años, sobre todo si se produce un fuerte calentamiento por el fenómeno de El Niño.

    Clima extremo

    Las tormentas y las inundaciones han sido históricamente los fenómenos meteorológicos extremos más devastadores en la región. Filipinas y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo han sufrido mucho a causa de los tifones/ciclones tropicales regulares. Las sequías también son un peligro importante.

    En abril de 2020, el ciclón tropical Harold, de categoría 5, provocó grandes daños humanos y económicos en las Islas Salomón, Vanuatu, Fiyi y Tonga. Filipinas fue devastada por ciclones tropicales consecutivos durante octubre y noviembre de 2020. El tifón Goni (Rolly) tuvo uno de los impactos más intensos de cualquier ciclón tropical registrado cuando llegó a Filipinas el 30 de octubre.

    La temporada de incendios forestales 2019-2020 sin precedentes en el este de Australia provocó una grave contaminación por humo. Se quemaron más de 10 millones de hectáreas, murieron 33 personas, se destruyeron más de 3 000 viviendas y murieron millones de animales.

    En enero, el oeste de Sídney, alcanzó los 48,9 °C, la temperatura más alta registrada en cualquier gran área metropolitana australiana, y Canberra alcanzó los 44,0 °C, más de un grado por encima del récord anterior de la ciudad. Las zonas terrestres australianas se han calentado alrededor de 1,4 °C desde 1910, por encima de la media mundial.

    Impactos del clima extremo

     

    Total de pérdidas medias anuales por peligros relacionados con el clima en el Pacífico Sudoccidental. Datos extraídos de ESCAP, 2021: The Risk and Resilience Portal.

    Los peligros relacionados con el clima siguen amenazando el desarrollo sostenible de los países del Pacífico Sudoccidental y se prevé que muchos de ellos se vuelvan más extremos como consecuencia del cambio climático.  Es probable que aumente la intensidad de los tifones en las regiones del Pacífico Norte occidental cercanas a Filipinas.

    Entre 2000 y 2019, se produjeron alrededor de 1 500 víctimas mortales, y cerca de 8 millones de personas se vieron afectadas, durante eventos climáticos extremos por año en promedio en la región. En 2020, se produjeron unas 500 víctimas mortales, aproximadamente un tercio de la media anual a largo plazo, pero más de 11 millones de personas se vieron afectadas, principalmente por ciclones tropicales.

    Filipinas e Indonesia suelen registrar un gran número de personas afectadas por fenómenos meteorológicos extremos. Sin embargo, las islas del Pacífico sufren de forma desproporcionada si se tiene en cuenta el tamaño de la población.  En Vanuatu y Fiyi, más de una quinta parte de su población se vio afectada en 2020 por ciclones tropicales.

    Se calcula que las pérdidas medias anuales (AAL) por fenómenos meteorológicos extremos en todo el Pacífico sudoccidental son de 28.100 millones de dólares en Indonesia, 19.600 millones en Filipinas, 14.800 millones en Australia y 7.100 millones en Malasia.

    Si se tiene en cuenta el tamaño de la economía, el AAL estimado llega al 17,9% del PIB de Vanuatu, al 14,6% del PIB de Tonga y al 7,7% del PIB de los Estados Federados de Micronesia.

    Adaptación y resiliencia

    Los sistemas de alerta temprana son una medida de defensa clave para reducir los riesgos e impactos relacionados con el clima. Alrededor de tres cuartas partes de los países del Pacífico Sudoccidental cuentan con un sistema de alerta temprana de riesgos múltiples, lo que representa aproximadamente 73 000 de cada 100 000 personas. Las actividades de la iniciativa del Sistema de Alerta Temprana y Riesgo Climático (CREWS, por sus siglas en inglés) pretenden reforzarlo aún más.

    Para hacer frente a los crecientes riesgos climáticos y a los impactos asociados se requiere la creación de estructuras locales, regionales y transnacionales, el desarrollo de servicios climáticos y enfoques integrados de reducción del riesgo de catástrofes. Estos constituyen elementos fundamentales para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y reconstruir mejor la pandemia de COVID-19.

    Fuente: Clare Nullis, media officer. Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  • El equipo de investigación COVID-19 de la OMM emite recomendaciones

     

    Las enseñanzas y la experiencia adquiridas sobre la interacción entre los factores meteorológicos y de calidad del aire y la COVID-19 pueden servir de modelo para informar sobre las respuestas mundiales a futuras emergencias de salud pública y pandemias, según ha concluido un equipo de trabajo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

    Durante la pandemia de COVID-19, muchos Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) trataron de proporcionar información útil y procesable para ayudar a entender y gestionar la pandemia y el apoyo a la toma de decisiones relacionado. Dado que se sabía poco sobre la influencia de los factores medioambientales en la transmisión de la enfermedad, al principio de la pandemia la OMM creó un equipo de trabajo de investigación sobre el uso adecuado de la información meteorológica, climática y de la calidad del aire para COVID-19. El trabajo conjunto existente entre la Organización Mundial de la Salud y la OMM ayudó a establecer rápidamente la colaboración entre expertos mundiales en meteorología y salud.

    El equipo de investigación ha emitido unas recomendaciones en las que se ofrece una visión general de los conocimientos, las reflexiones y las lecciones aprendidas. Su objetivo es asesorar al SMHN en lo que respecta a la prestación de servicios para la COVID-19, dado que la comunidad de la OMM puede proporcionar información útil para apoyar al sector sanitario durante una pandemia, o brotes localizados y emergencias de salud pública.

    Actualiza el estado actual de comprensión de la calidad meteorológica y del aire (MAQ) que afecta la transmisión del SARS-COV-2 y la gravedad de la COVID-19 del primer informe del Equipo de trabajo de la OMM sobre la COVID-19 | E-Library, en particular en referencia a preguntas sobre estacionalidad, calidad del aire y peligros compuestos. 

    Estas recomendaciones se emitieron durante la sesión anual del Consejo Ejecutivo de la OMM, que se centra en el fortalecimiento de los servicios meteorológicos, climáticos, hídricos y ambientales para atender las necesidades de la sociedad.

     

    Conocimientos científicos

     

     

    La influencia de los factores meteorológicos y de calidad del aire (MAQ) en la transmisión del SARS-CoV-2 y la gravedad del COVID-19 sigue siendo un tema de investigación activo. Pero parece que otros factores, como la cobertura de las vacunas, las nuevas variantes, las intervenciones gubernamentales y las medidas y comportamientos de protección personal, son los principales impulsores.

    Sin embargo, la información de la MAQ puede utilizarse eficazmente para diseñar y ejecutar intervenciones relacionadas con la COVID-19, por ejemplo, para la logística de la manipulación de las vacunas, la aplicación de una ventilación adecuada o la filtración del aire en los espacios interiores, el establecimiento de hospitales de campaña y la gestión de los riesgos ambientales compuestos.

    Estacionalidad: La transmisión de algunos virus respiratorios varía según la estación, incluyendo la gripe y otros coronavirus humanos, y los brotes suelen producirse durante los meses de invierno en las zonas templadas. Hay pruebas que indican que la transmisión del SARSCoV-2 puede verse favorecida en condiciones invernales en las regiones templadas, debido a la mayor concentración de personas en zonas interiores menos ventiladas. Sin embargo, no se puede asumir una reducción del riesgo durante las estaciones cálidas, ya que otros factores pueden prevalecer sobre la influencia estacional en los perfiles de riesgo generales.

    Calidad del aire: Varios estudios epidemiológicos han demostrado que la exposición a largo plazo a los contaminantes atmosféricos, incluidas las partículas (PM), el ozono (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2), se asocia a síntomas más graves de COVID-19 y a una mayor probabilidad de muerte. Las pruebas relativas a la influencia de la exposición a la contaminación atmosférica a corto plazo en el riesgo de COVID-19 siguen siendo incipientes.

    Peligros compuestos: La pandemia de COVID-19 se combinó con los riesgos meteorológicos y climáticos para crear múltiples eventos de amenazas compuestas importantes que desafiaron a las autoridades locales a adherirse a los protocolos de prevención de la enfermedad, al mismo tiempo que gestionaban los eventos meteorológicos extremos. Algunos ejemplos son los ciclones y huracanes que obligaron a realizar evacuaciones a gran escala, las inundaciones que desplazaron a la población a alojamientos temporales, y los episodios de calor extremo que obligaron a algunos a buscar entornos climatizados comunes. Los servicios meteorológicos tienen un papel destacado en la preparación y la respuesta a estos eventos de peligro compuesto.

     

    El camino a seguir

     "La respuesta mundial a la pandemia ha sido positiva gracias a un acceso sin precedentes y sin restricciones a conjuntos de datos que antes no estaban disponibles de forma rutinaria. Este acceso debe continuar para garantizar que las intervenciones actuales y futuras y los servicios transversales puedan depender de estos datos vitales para ayudar a abordar los desafíos", dice la nota informativa.

    Las dificultades para el intercambio de datos e información al principio de la pandemia ponen de relieve la necesidad de establecer una colaboración a largo plazo entre los servicios meteorológicos, climáticos y medioambientales y las comunidades de salud pública, incluidos los académicos, los profesionales, los responsables políticos y los financiadores. Deben existir funciones claras y la asignación correspondiente de responsabilidades para apoyar la investigación y la respuesta críticas en materia de salud pública.

    El Equipo de expertos recomendó una documentación clara y una actualización periódica de los conjuntos de datos, métodos y marcos para la evaluación de riesgos. Los sistemas de vigilancia integrada del clima y las enfermedades pueden apoyar el uso eficaz de la ciencia y los servicios climáticos en el contexto de las emergencias. La gestión de las expectativas y la aplicación responsable de los nuevos conocimientos, teniendo en cuenta el equilibrio entre la oportunidad y la incertidumbre, son fundamentales para hacer frente a las amenazas actuales y futuras para la salud pública.

    "La experiencia del COVID-19 pone de manifiesto la necesidad de aprovechar la experiencia pasada y de abordar este reto en el contexto adecuado a medida que surgen nuevas amenazas".

     

    La nota informativa del Equipo de Trabajo de Investigación de COVID-19 está disponible aquí.

     

    Otras actividades sobre la salud, incluido el Equipo de Trabajo, pueden encontrarse aquí: Salud | Organización Meteorológica Mundial (wmo.int)

  • El futuro de los servicios meteorológicos y climáticos

    Noticia de la OMM

    La OMM ha celebrado una sesión de diálogo de alto nivel sobre el futuro de la previsión meteorológica y climática como parte de su impulso continuo para fortalecer la colaboración y el compromiso público-privado (PPE) con el fin de apoyar la adaptación climática, el desarrollo sostenible y aumentar la resiliencia.

    La segunda sesión de alto nivel de la Plataforma Consultiva Abierta , celebrada virtualmente del 26 al 27 de mayo, se centró en dos grandes desafíos prioritarios: el futuro de la previsión meteorológica y climática; y la evolución de las funciones y responsabilidades: el futuro de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN).

    Fue auspiciado por el Secretario General de la OMM, Prof. Petteri Taalas, y el Presidente de la OMM, Prof. Gerhard Adrian, y reunió a líderes de los SMHN, empresas privadas, proveedores de equipos meteorológicos, la comunidad investigadora y el mundo académico.

    La demanda de información meteorológica y de pronóstico climático ha crecido rápidamente durante la última década y aumentará aún más rápido en los próximos años en vista de los crecientes riesgos climáticos, hídricos y ambientales extremos.

     

  • El informe sobre la sequía requiere un nuevo enfoque de gestión

    La sequía ha afectado directamente a 1.500 millones de personas en lo que va de siglo, más que cualquier otra catástrofe de evolución lenta. Esta cifra aumentará drásticamente debido al cambio climático, la degradación del medio ambiente y los cambios demográficos. Por tanto, es necesario actuar con urgencia para mejorar la gestión y la prevención de la sequía, según un nuevo informe.

    El Informe Especial sobre la Sequía 2021 del Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres (GAR) afirma que la sequía supone una amenaza para la consecución del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Catástrofes, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la salud y el bienestar de los seres humanos y los ecosistemas.

    "El cambio climático está aumentando las temperaturas y alterando los regímenes de precipitaciones, aumentando así la frecuencia, la gravedad y la duración de las sequías en muchas regiones. A medida que el mundo avanza hacia un calentamiento de 2°C, es necesario tomar medidas urgentes para comprender mejor y gestionar más eficazmente el riesgo de sequía con el fin de reducir el devastador número de vidas humanas y medios de subsistencia", dice el informe encargado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Catástrofes y que incorpora aportaciones de la Organización Meteorológica Mundial.

    El informe pide que se adopten enfoques proactivos e innovadores para la gestión del riesgo de sequía, lo que refleja la opinión que desde hace tiempo tiene la OMM, que ha hecho campaña a favor de políticas de gestión más proactivas, coordinadas y sostenibles que sustituyan a la actual respuesta fragmentaria impulsada por las crisis.

    El informe recomienda el establecimiento de nuevos mecanismos de coordinación y colaboración para avanzar rápidamente en la comprensión y gestión del riesgo de sequía. Esta es la filosofía que subyace al Programa de Gestión Integrada de la Sequía de la OMM, que se basa en los tres pilares de la vigilancia y la alerta temprana; la evaluación de la vulnerabilidad y el impacto; y la mitigación del riesgo de sequía, la preparación y la respuesta.

    La sequía es también una consideración clave del Sistema Mundial de Alerta Multipeligro de la OMM, que apoya a los Miembros en el desarrollo y el fortalecimiento de sus Sistemas de Alerta Temprana Multipeligro (MHEWS) para permitir la alerta de emergencia multipeligro y en todos los medios. Los sistemas de alerta temprana de peligros múltiples basados en el impacto ayudan a las sociedades a prepararse y a responder a todo tipo de desastres, incluidos los relacionados con los peligros hidrometeorológicos. Dado que la sequía es un acontecimiento de aparición lenta, la alerta temprana ofrece oportunidades para mejorar la acción colectiva que puede salvar vidas y minimizar los posibles daños económicos y medioambientales.

    "Estamos asistiendo a un número creciente de catástrofes y muchos de esos desastres están relacionados con el agua... Los mayores impactos del cambio climático tienen que ver con el agua", dijo el Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas. "Tenemos que adaptarnos al cambio climático y una de las formas más poderosas de adaptarse al cambio climático es invertir en servicios de alerta temprana y en servicios meteorológicos e hidrológicos".

    La OMM está encabezando una nueva Coalición sobre el Agua y el Clima para lograr un programa mundial integrado del agua y el clima que apoye una adaptación más eficaz, la resiliencia y el desarrollo sostenible. Uno de los principales obstáculos para ofrecer soluciones hídricas eficientes y sostenibles es la falta de información sobre los recursos hídricos actualmente disponibles, la disponibilidad futura y la demanda para el suministro de alimentos y energía. Los responsables de la toma de decisiones se enfrentan al mismo dilema cuando se trata de riesgos de inundación y sequía.

    Día de la Desertificación y la Sequía

    El informe se publicó en el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

    Las sequías tienen un impacto profundo, generalizado y subestimado en las sociedades, los ecosistemas y las economías. Incurren en costes que son soportados de forma desproporcionada por las personas más vulnerables. Los amplios impactos de la sequía son sistemáticamente subestimados, a pesar de que abarcan grandes áreas, se propagan en cascada a través de sistemas y escalas, y perduran en el tiempo.

    Afectan a millones de personas y a muchos sectores y ámbitos -como la producción agrícola, el suministro público de agua, la producción de energía, el transporte por agua, el turismo, la salud humana y la biodiversidad-, contribuyendo a la inseguridad alimentaria, la pobreza y la desigualdad

    "La mayor parte del planeta vivirá con estrés hídrico en los próximos años. La demanda superará a la oferta durante ciertos periodos", dijo Mami Mizutori, Representante Especial del Secretario General de la ONU para la Reducción del Riesgo de Catástrofes. "La sequía es un factor importante en la degradación de la tierra y en la disminución del rendimiento de los principales cultivos. El cambio climático significa que los cambios en los regímenes de lluvias y la mayor variabilidad de las precipitaciones suponen un riesgo para el 70% de la agricultura mundial que es de secano."

    Las estimaciones de los costes derivados de los impactos de la sequía entre 1998 y 2017 muestran que las sequías han afectado al menos a 1.500 millones de personas y han provocado pérdidas económicas de al menos 124.000 millones de dólares en todo el mundo. Las estimaciones de algunos de los costes directos incluyen pérdidas anuales en los Estados Unidos de América de aproximadamente 6.400 millones de dólares al año, y unos 9.000 millones de euros en la Unión Europea, según el informe.

    El efecto de las sequías severas en el producto interior bruto de la India se estima en un 2-5%. Como consecuencia de la sequía del milenio australiana, la productividad total de los factores agrícolas en Australia cayó un 18% en el periodo 2002-2010.

    Mecanismo mundial

    El Informe Especial sobre la Sequía 2021 pide un nuevo mecanismo mundial que apoye a los países a abordar la naturaleza transfronteriza del riesgo de sequía mediante el fortalecimiento de la gestión del riesgo, las asociaciones y la innovación a nivel regional y la acción informada sobre el riesgo a nivel comunitario.

    El informe también promueve el establecimiento de asociaciones nacionales de resiliencia a la sequía que movilicen a los socios públicos, privados y de la sociedad civil y trabajen para garantizar un vínculo sin fisuras entre los niveles nacional y local.

    Recomendaciones clave

    • La prevención tiene un coste humano, financiero y medioambiental mucho menor que la reacción y la respuesta.
    • Una mayor comprensión de los riesgos sistémicos complejos y una mejor gobernanza del riesgo pueden conducir a una acción eficaz sobre el riesgo de sequía.
    • Las asociaciones de resiliencia a la sequía a nivel nacional y local serán fundamentales para gestionar la sequía en un mundo que se está calentando y en el que las precipitaciones serán cada vez más impredecibles y requerirán soluciones prácticas para hacer frente a problemas como la deforestación, el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas, el sobrepastoreo, la salinización, el anegamiento y la erosión del suelo.
    • Un mecanismo de gestión de la sequía a nivel internacional y nacional podría ayudar a abordar la naturaleza compleja y en cascada del riesgo de sequía.
    • Los sistemas y servicios financieros deben evolucionar para fomentar los enfoques cooperativos, promover los mecanismos de protección social y fomentar la transferencia de riesgos y la financiación contingente, a fin de proporcionar un apoyo adaptativo diversificado a la gestión del riesgo de sequía.

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  • Inauguración del Centro de Investigación de Tifones de Asia-Pacífico

    4  -  6  minutos

    El Centro de Investigación de Tifones de Asia y el Pacífico (AP-TCRC) ha sido inaugurado en la ciudad costera china de Shanghai, sirviendo como modelo de coordinación y cooperación regional en apoyo de la prevención de desastres.

    Este centro fomentará la investigación y el análisis de un riesgo natural importante, que cada año causa pérdidas masivas de vidas y trastornos socioeconómicos.

    "El ciclón tropical es una de las catástrofes naturales más importantes del mundo, y ha ocupado un lugar destacado en la agenda de la OMM desde la década de 1960. Con el Programa de Ciclones Tropicales, la OMM ha prestado un apoyo esencial a los Miembros para aumentar la capacidad de reacción frente a los desastres provocados por los ciclones tropicales, convirtiéndose al mismo tiempo en un socio clave para apoyar las actividades y operaciones de socorro humanitario de las Naciones Unidas", dijo el Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas.

    "En el contexto del cambio climático global, la OMM también invierte más recursos en la investigación, incluida la relativa a la vigilancia, predicción y alerta temprana de ciclones tropicales. El AP-TCRC contribuirá a la agenda de la OMM sobre los ciclones tropicales y beneficiará a los esfuerzos de los Miembros para la reducción del riesgo de desastres", dijo el Prof. Taalas en una carta de felicitación en la ceremonia inaugural.

    El Dr. Wenjian Zhang, Subsecretario General de la OMM, pronunció el discurso de apertura en nombre del Secretario General de la OMM en la ceremonia inaugural del 1 de diciembre. También asistieron Zhiping Tang, Vicealcalde del Gobierno Popular Municipal de Shanghai de China; Yong YU, Administrador Adjunto de la Administración Meteorológica de China (CMA); Sanjay Srivastava, de ESCAP; Naoyuki Hasegawa, Presidente del Comité de Tifones; y Jixin YU, Secretario del Comité de Tifones.

    Los ciclones tropicales son responsables de un tercio de las muertes y de las pérdidas económicas causadas por los desastres relacionados con el tiempo, el clima y el agua en los últimos 50 años. Cada año se producen una media de 84 ciclones tropicales en todo el mundo, de los cuales un tercio aproximadamente se producen en la región del Pacífico Norte Occidental, dijo el Dr. Zhang.

    El cambio climático está aumentando el impacto de los ciclones tropicales, dijo. El Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) señala que es muy probable que la fase más intensa de los tifones en el Pacífico Occidental se haya desplazado hacia el norte. Es probable que la proporción global de grandes ciclones tropicales haya aumentado, con los riesgos asociados de vientos más fuertes, lluvias más intensas, olas más altas y mareas de tempestad e inundaciones costeras.

    "De todo ello se desprende la necesidad imperiosa de reforzar la cooperación regional e internacional en el desarrollo técnico de la vigilancia y previsión de tifones y la alerta temprana, así como la prevención y mitigación de las catástrofes de tifones extremos", afirmó el Dr. Zhang.

     

    El AP-TCRC priorizará inicialmente las áreas centradas en las técnicas clave de modelización numérica y predicción de tifones, incorporando los riesgos y los impactos en las sociedades, así como los experimentos de observación de ciclones tropicales con colaboración internacional y regional. Fomentará las ventajas de las ciencias y las tecnologías, como la inteligencia artificial, los grandes datos y la modelización del sistema terrestre, y pondrá estas tecnologías a disposición no solo de la región, sino también del mundo entero.

    El AP-TCRC será una institución oficial de la Comisión Económica para Asia y el Pacífico/Comité de Tifones de la OMM, que ha establecido un mecanismo eficaz en la coordinación de los servicios de previsión y alerta temprana de tifones. Se convertirá en un centro de investigación coordinada y de transferencia de tecnología sobre tifones, principalmente en Asia y el Pacífico, y potencialmente en todo el mundo.

    Será acogido por China gracias a los esfuerzos conjuntos del Gobierno Popular Municipal de Shanghai y la Administración Meteorológica de China. China, como uno de los miembros fundadores del Comité de Tifones de la CESPAP y la OMM, ha desempeñado un importante papel en la defensa y promoción de las colaboraciones regionales y mundiales.

    Shanghái, una megalópolis dinámica expuesta a los riesgos de los ciclones tropicales, está en una situación ideal para albergar el nuevo centro, ya que en ella se encuentra el Instituto de Tifones de Shanghái, que cuenta con el mayor número de expertos en tifones de China, dijo el Vicealcalde del Gobierno Popular Municipal de Shanghái, Sr. Zhiping Tang.

    El nuevo centro ayudará a mejorar la capacidad de predicción objetiva de los tifones, especialmente los difíciles. Shanghái será la primera en beneficiarse de los logros, que se compartirán con la región de Asia-Pacífico e incluso con el mundo.

    Para apoyar la mejora de la capacidad regional de prevención y mitigación de los desastres provocados por los tifones, el CMA iniciará actividades y proyectos de investigación conjuntos sobre cuestiones difíciles relativas a la vigilancia y predicción de tifones con instituciones científicas de todo el mundo, basándose en la plataforma del AP-TCRC.

    Para el crecimiento sostenible del AP-TCRC en el futuro, la OMM y China acordaron que el AP-TCRC debería integrarse como una nueva área de cooperación en la Carta de Intención entre la OMM y China sobre la promoción de la cooperación meteorológica regional en apoyo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) para beneficiar a los miembros de la OMM de Asia-Pacífico y otras regiones.

     

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  • IPCC: "Ahora o nunca" sobre el límite de calentamiento de 1,5°C

    5 - 6 minutos

    Sin una reducción de emisiones inmediata y contundente en todos los sectores, limitar el calentamiento global a 1,5 °C es inalcanzable. Sin embargo, según el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), cada vez hay más pruebas de la acción climática.

    En el periodo 2010-2019, las emisiones medias anuales de gases de efecto invernadero se situaron en los niveles más altos de la historia de la humanidad, pero el ritmo de crecimiento se ha frenado. Desde 2010, se han producido descensos sostenidos de hasta el 85% en los costes de la energía solar y eólica, y, también, de las baterías. Según el informe, una serie de políticas y leyes cada vez más exigentes han mejorado la eficiencia energética, han reducido las tasas de deforestación y han acelerado el despliegue de las energías renovables.

    "Estamos en una disyuntiva. Las decisiones que tomemos ahora pueden asegurar un futuro habitable. Disponemos de las herramientas y los conocimientos necesarios para limitar el calentamiento", declaró el presidente del IPCC, Hoesung Lee. "Me siento esperanzado por la acción climática que se está llevando a cabo en muchos países. Hay políticas, normativas e instrumentos de mercado que están resultando eficaces. Si se amplían y se aplican de forma más amplia y equilibrada, pueden apoyar una profunda reducción de las emisiones y estimular la innovación."

    Informe del Grupo de Trabajo III del IPCC

    El Resumen para Responsables de Políticas del informe del Grupo de Trabajo III del IPCC, Cambio Climático 2022: Mitigación del cambio climático, fue aprobado el 4 de abril de 2022 por los 195 gobiernos miembros del IPCC, mediante una sesión de aprobación virtual. Se trata de la tercera entrega del Sexto Informe de Evaluación del IPCC (AR6) y sigue a los informes sobre la base científica física y sobre los impactos y la adaptación.

    El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo que el último informe era "una letanía de promesas climáticas incumplidas... un documento de la vergüenza".

    "Las decisiones que tomen los países ahora harán o romperán el compromiso de 1,5 grados. Un cambio hacia las energías renovables reparará nuestra fallida mezcla energética mundial y ofrecerá esperanza a millones de personas que sufren hoy los efectos del clima. Las promesas y los planes climáticos deben convertirse en realidad y en acción, ¡ya!. Es hora de dejar de quemar nuestro planeta y empezar a invertir en la energía renovable que nos rodea. En un mensaje de vídeo dijo: "Es hora de dejar de quemar nuestro planeta y de invertir en las abundantes energías renovables que nos rodean".

    El Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas, afirmó que el informe debería servir de base para "el impulso crucialmente necesario del nivel de ambición de la mitigación del clima".

    Dijo que los informes del IPCC mostraban que todos los rincones de la Tierra se ven ya afectados por el cambio climático y que todas las regiones del mundo tienen hoy un impacto por el problema del cambio climático.

    "Para concluir, tenemos dos retos apremiantes por delante. La adaptación y la mitigación. Se necesitan iniciativas políticas de financiación y visión de futuro, así como acciones concretas, en aras del bienestar de las generaciones actuales y futuras y de nuestra biosfera", afirmó el profesor Taalas. La OMM y el PNUMA son copatrocinadores del IPCC, ganador del premio Nobel.

    Opciones en todos los sectores para reducir al menos a la mitad las emisiones para 2030

    Limitar el calentamiento global requerirá importantes transiciones en el sector energético. Esto implicará una reducción sustancial del uso de combustibles fósiles, una electrificación generalizada, una mayor eficiencia energética y el uso de combustibles alternativos (como el hidrógeno).

    "Contar con las políticas, la infraestructura y la tecnología adecuadas para permitir cambios en nuestros estilos de vida y comportamientos puede suponer una reducción del 40-70% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Esto ofrece un importante potencial sin explotar", afirmó el copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC, Priyadarshi Shukla. "Las pruebas también demuestran que estos cambios en el estilo de vida pueden mejorar nuestra salud y bienestar".

    Las ciudades y otras zonas urbanas también ofrecen importantes oportunidades de reducción de emisiones. Éstas pueden lograrse mediante un menor consumo de energía (por ejemplo, creando ciudades compactas y transitables), la electrificación del transporte combinada con fuentes de energía de bajas emisiones, y la mejora de la captación y el almacenamiento de carbono utilizando la naturaleza. Hay opciones para ciudades consolidadas, de rápido crecimiento y nuevas.

    "Vemos ejemplos de edificios de energía cero o de carbono cero en casi todos los climas", dijo el copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC, Jim Skea. "Es fundamental actuar en esta década para aprovechar el potencial de los edificios en materia de reducción".

    "Sabemos lo que hay que hacer. Sabemos cómo hacerlo, pero ahora nos toca actuar", dijo.

    La reducción de las emisiones en la industria implicará un uso más eficiente de los materiales, la reutilización y el reciclaje de los productos y la minimización de los residuos. En el caso de los materiales básicos, como el acero, el informe del Grupo de Trabajo III del IPCC sobre materiales de construcción y los productos químicos, los procesos de producción de gases de efecto invernadero bajos o nulos se encuentran en su fase piloto o casi comercial.

    Este sector representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones mundiales. Alcanzar el cero neto será un reto y requerirá nuevos procesos de producción, electricidad con bajas o nulas emisiones, hidrógeno y, cuando sea necesario, captura y almacenamiento de carbono.

    La agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra pueden proporcionar reducciones de emisiones a gran escala y también eliminar y almacenar dióxido de carbono. Sin embargo, la tierra no puede compensar las reducciones de emisiones aplazadas en otros sectores. Las opciones de respuesta pueden beneficiar a la biodiversidad, ayudarnos a adaptarnos al cambio climático y asegurar los medios de vida, los alimentos y el agua, y el suministro de madera.

    Los próximos años son críticos

    En los escenarios evaluados, para limitar el calentamiento a unos 1,5 °C es necesario que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo antes de 2025, como muy tarde, y se reduzcan en un 43% para 2030; al mismo tiempo, el metano también tendría que reducirse en un tercio aproximadamente. Incluso si hacemos esto, es casi inevitable que superemos temporalmente este umbral de temperatura, pero podríamos volver a estar por debajo de él a finales de siglo.

    "Es ahora o nunca, si queremos limitar el calentamiento global a 1,5°C (2,7°F)", dijo Skea. "Sin una reducción inmediata y profunda de las emisiones en todos los sectores, será imposible".

    La temperatura global se estabilizará cuando las emisiones de dióxido de carbono lleguen a cero neto. En el caso de 1,5ºC (2,7ºF), esto significa alcanzar las emisiones netas de dióxido de carbono a nivel mundial a principios de la década de 2050; en el caso de 2ºC (3,6ºF), a principios de la década de 2070.

    Esta evaluación muestra que para limitar el calentamiento a unos 2 °C (3,6 °F) sigue siendo necesario que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo antes de 2025, a más tardar, y se reduzcan en una cuarta parte para 2030.

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  • La campaña de Sistemas de Alerta Temprana y Riesgo Climático transmite un mensaje de esperanza

    5 - 6 minutos

     En un año ensombrecido por la pandemia de COVID-19 y sus repercusiones socioeconómicas, en 2021 se registraron, sin embargo, avances en el refuerzo de los servicios de alerta temprana y en el aumento de la resiliencia frente a los impactos de las condiciones meteorológicas extremas y el cambio climático en algunos de los países más vulnerables del mundo.

    Este es uno de los mensajes clave del Informe Anual 2021 de la Iniciativa de Sistemas de Alerta Temprana y Riesgo Climático (CREWS), un programa único de acción climática que ayuda a salvar vidas, medios de subsistencia y propiedades en los países más vulnerables del mundo.

    El informe "Delivering on Early Warning Systems in Fragility and Conflict Contexts" mostró los logros en el refuerzo de los servicios hidrometeorológicos y las alertas tempranas incluso en las situaciones más difíciles.

    "El informe anual 2021 de CREWS debería ser motivo de esperanza. La creatividad y la versatilidad de los socios nacionales, regionales y de ejecución (la Organización Meteorológica Mundial, el Fondo Mundial para la Reducción del Riesgo de Desastres del Banco Mundial y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres) nos permitieron encontrar soluciones a crisis complejas y mostrar nuestro valor añadido una y otra vez", dijo Stéphane Crozat, embajador francés del clima y presidente del Comité Directivo de CREWS.

    "A medida que aumentan los desafíos globales, también lo hacen los motivos para invertir en la alerta temprana. Este informe ilustra las numerosas y diferentes formas en que los proyectos CREWS están sentando las bases para un cambio potencialmente profundo. Juntos, tenemos que aprovecharlas. Arrimando el hombro, las recompensas serán incalculables", escribió el Sr. Crouzat en el prólogo del informe.

    El informe anual se presentó el 24 de mayo en un acto paralelo a la Plataforma Mundial para la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada en Bali (Indonesia). El anfitrión fue MamiCREWS Informe Anual 2021 Mizutori, Representante Especial del Secretario General para la Reducción del Riesgo de Desastres y jefe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.  Asistió el Subsecretario General de la ONU para la Acción Climática, Selwin Hart.

    "Tenemos que intensificar el apoyo a quienes están en primera línea de la crisis climática. Iniciativas como CREWS ofrecen resultados concretos a quienes más lo necesitan. Una de cada tres personas en un PEID o PMA y seis de cada diez personas en África no tienen acceso a sistemas de alerta temprana. Tenemos que colaborar y cooperar como nunca antes lo hemos hecho", dijo el Sr. Hart.

    " Aunque la inversión realizada durante años en la prevención de catástrofes nos permite salvar más vidas, las pérdidas económicas siguen aumentando. Los sistemas de alerta temprana son de vital importancia para la adaptación al clima y, sin embargo, menos de la mitad de los miembros de la OMM disponen de ellos. El Secretario General de las Naciones Unidas ha pedido a la OMM que encabece una nueva acción para garantizar que todas las personas estén protegidas por sistemas de alerta temprana en un plazo de cinco años. CREWS desempeñará un papel esencial para ayudarnos a alcanzar este objetivo y proteger a los más vulnerables", dijo el Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas.

    En el acto de presentación del informe se destacó el apoyo vital de los contribuyentes financieros. Los miembros del CREWS son Alemania, Australia, Finlandia, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos, Suiza y el Reino Unido. Canadá también apoya los proyectos del CREWS. También se presentaron las conclusiones del proyecto recientemente finalizado, financiado por Environment Canada y alineado con CREWS. Representantes de los países menos desarrollados y de los pequeños Estados insulares en desarrollo dieron testimonio de cómo los proyectos CREWS protegen las vidas y los medios de subsistencia sobre el terreno.

    El informe anual describe cómo los socios de CREWS se adaptan y buscan soluciones para obtener resultados en países vulnerables y en conflicto. En la actualidad, 19 países que se benefician de las inversiones nacionales y los proyectos regionales de CREWS figuran en la lista de situaciones delicadas y de conflicto del Banco Mundial. Un número que aumentará aún más, cuando los proyectos en tramitación entren en funcionamiento.

    Algunos ejemplos son:

    En Afganistán, con una situación de gran inseguridad alimentaria, la reorientación de las estructuras desarrolladas por el proyecto ayudó a los organismos a llegar a millones de personas.

    En Haití, Chad, Malí y Níger se lograron avances a pesar de las crisis múltiples y simultáneas. Estos y otros países de África Occidental demostraron que la inversión en el desarrollo de la capacidad institucional estaba dando sus frutos, ya que los servicios meteorológicos mejoraron en tiempos de incertidumbre. También avanzaron en la implicación y el empoderamiento de las mujeres en la gestión del riesgo de desastres. Ahora están surgiendo redes orgánicas y formales de mujeres líderes para movilizar y advertir a las comunidades antes de que se produzcan los desastres.

    Una nueva iniciativa para Camboya y la RDP de Laos contribuirá a reforzar la adaptación al clima y la resistencia a las catástrofes, basándose en el apoyo anterior de CREWS, financiado por Canadá, para dos de los países más propensos a las catástrofes de Asia.

    CREWS dio sus primeros pasos en la aplicación de nuestro plan operativo quinquenal: Delivering at Scale 2021-2025. A través de nuestra asociación con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), se identificaron las mejores prácticas para las intervenciones centradas en las personas. Se comenzó a trabajar en la Ventanilla de Apoyo Acelerado, un mecanismo de financiación rápida para una asistencia rápida y específica de alta prioridad que se pondrá en marcha en 2022.

    "El apoyo sostenido de los miembros subraya la importancia del mandato y el impacto de CREWS: nuestra financiación aumentó un 17% en 2021 gracias a las contribuciones adicionales de varios donantes. También iniciamos la participación del sector privado y de la industria de seguros, mientras que varios diagnósticos institucionales realizados en los proyectos incluyeron planes de inversión alternativos para la sostenibilidad", escribió el Sr. Crouzat en el prólogo.

    No obstante, nuestros esfuerzos de captación de recursos deberán intensificarse para cumplir con los objetivos y necesidades a largo plazo, siendo la prioridad recaudar 95 millones de dólares para alcanzar nuestro objetivo de 107 millones de dólares adicionales para 2025.

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  • La iniciativa de alerta temprana evoluciona durante la pandemia

    Ginebra, 11 de mayo de 2021: La pandemia del COVID-19 ha exacerbado los efectos de las condiciones meteorológicas extremas y del cambio climático en los países vulnerables, pero también ha puesto de manifiesto la necesidad de aumentar la resiliencia frente a una multitud de peligros mediante la mejora de las alertas tempranas y la información sobre los riesgos.

    Este es uno de los mensajes clave del Informe Anual 2020 de la Iniciativa de Sistemas de Alerta Temprana y Riesgo Climático (CREWS), un programa único de acción climática que ayuda a salvar vidas, medios de subsistencia y activos en los países más vulnerables del mundo.

    El informe "Progresos en la alerta temprana en una pandemia" mostró los logros en la mejora de las alertas tempranas para inundaciones repentinas, ciclones tropicales, tormentas de arena y polvo y sequías, así como la mejora de las previsiones meteorológicas para los agricultores de los Países Menos Avanzados (PMA) y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID).

    El informe fue presentado por Stéphane Crouzat, Embajador de Francia para el Cambio Climático, en el diálogo de Wilton Park: Alianza para la Acción Temprana Informada por el Riesgo: del compromiso a la acción

    "Es excitante que las iniciativas puestas en marcha como parte de la agenda de acción climática junto con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, en 2015, estén demostrando que son instrumentos eficaces para intensificar la acción. CREWS está trabajando, a través de sus socios operativos, en 9 proyectos nacionales y 4 regionales, que abarcan 57 países en total."

    El informe describe las acciones de cooperación llevadas a cabo por la Organización Meteorológica Mundial, el Banco Mundial/Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención de los Riesgos de Desastres (UNDRR), quienes son socios ejecutores de la Iniciativa CREWS. Con el apoyo directo de los miembros que contribuyen al Fondo Fiduciario de CREWS, la asociación es una alianza efectiva que continuamente logra marcar la diferencia respecto a la vida y los medios de subsistencia de las personas.

    Hasta la fecha, el Fondo Fiduciario CREWS ha recibido más de 66 millones de dólares en financiación de proyectos -con un aumento del 21% en 2020- y ha movilizado otros 330 millones de dólares de fondos públicos de otros socios de desarrollo. Necesita 107 dólares más para cubrir las necesidades de financiación de los próximos cinco años, inversiones que darán sus frutos y apoyarán la agenda global sobre desarrollo sostenible, reducción del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático.

    No cabe duda de que COVID-19 afectó a los proyectos CREWS en todo el mundo en cuanto a los plazos y el desarrollo de las actividades, así como en el modo de su ejecución. La capacidad de las instituciones nacionales para operar con normalidad se vio obstaculizada, mientras que las restricciones de viajar afectaron a la capacidad de los socios nacionales e internacionales para prestar servicios.

    Gracias a esta labor, muchos millones de personas de algunas de las comunidades más vulnerables del mundo tienen ahora acceso a mejores servicios de alerta temprana.

    - En Afganistán, las autoridades nacionales han elaborado un plan para modernizar las operaciones hidrometeorológicas nacionales y mejorar la capacidad de los servicios de alerta temprana de riesgos múltiples, incluidas las inundaciones repentinas y la sequía, para 38 millones de personas. Se están utilizando impresoras 3D para construir estaciones meteorológicas automáticas en las comunidades rurales.

    - En Burkina Faso se difunde un boletín diario sobre tormentas de arena y polvo, mitigando el impacto en la salud, la agricultura y el transporte en uno de los países más afectados del mundo. Se ha capacitado a los agricultores para que utilicen la información sobre el tiempo y las predicciones meteorológicas, lo que ha dado lugar a una reducción de los costes de producción, un mayor rendimiento y un aumento de los ingresos del 265% en comparación con los agricultores que no participan en el proyecto piloto, y el dinero se ha destinado a la educación, la atención sanitaria y la empresa.

    - En Chad y la República Democrática del Congo, CREWS está creando competencias nacionales para prestar servicios de alerta centrados en la comunidad sobre el tiempo, el agua y los fenómenos meteorológicos extremos.

    - En Malí y Níger, los líderes comunitarios -con especial atención en las mujeres- han recibido formación sobre los riesgos climáticos y la alerta temprana de inundaciones, tormentas y sequías.

    - En Togo, los servicios hidrometeorológicos y los organismos de protección civil han mejorado la cooperación entre ellos mediante la evaluación conjunta de los procesos de previsión meteorológica y climática y de alerta de inundaciones.

    - En Papúa Nueva Guinea, el servicio meteorológico e hidrológico nacional es capaz de proporcionar a la población información climática y meteorológica oportuna y más precisa y protegerla mejor de la sequía, las inundaciones y las crecidas costeras.

    En todo el Caribe, casi 30 millones de personas se beneficiarán de tres actividades piloto, entre las que se incluyen el desarrollo de un plan operativo para los riesgos hidrometeorológicos y la transición a una previsión basada en el impacto de lo que hará el tiempo en lugar de simplemente lo que será. Cada vez se reconoce más que la alerta temprana y los servicios climáticos eficaces permiten alcanzar múltiples objetivos mundiales y nacionales.

    Gracias a un proyecto de ámbito regional en el Pacífico, se han reforzado los sistemas de alerta temprana ante peligros como las inundaciones repentinas en una región propensa a las catástrofes y especialmente vulnerable al cambio climático y a la subida del nivel del mar. Las predicciones climatológicas estacionales han proporcionado información anticipada y práctica para los sectores vulnerables al fenómeno climático.

    En África Occidental, el CREWS está fortaleciendo las actividades de alerta temprana a nivel regional y está poniendo a prueba los servicios de alerta local en Sierra Leona.

    Los miembros de CREWS son Alemania, Australia, Finlandia, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos, Suiza y el Reino Unido. Canadá también apoya los proyectos de CREWS. Finlandia se unió a la iniciativa en 2020.

    Opiniones sobre CREWS

    Carole Dieschbourg, Ministra de Medio Ambiente de Luxemburgo y presidenta saliente de CREWS

    "El año 2020 será recordado como un año que dejó al descubierto algunas evidencias importantes para una joven Iniciativa CREWS, pero que deberían animarnos. COVID-19 tuvo un impacto en nuestro trabajo y en los calendarios. Seguirá haciéndolo durante algún tiempo. La prohibición mundial de viajar puso a prueba nuestro modelo de actuación. Nuestros socios nacionales y regionales, apoyados por nuestros socios ejecutores -el Banco Mundial/Fondo Mundial para la Reducción y la Recuperación de Desastres (GFDRR), la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR)- mostraron capacidad de recuperación y creatividad para encontrar soluciones a una nueva realidad".

    Ville Skinnari, Ministro de Cooperación al Desarrollo y Comercio Exterior de Finlandia

    "Valoramos muy positivamente el papel que desempeña el CREWS para responder a las necesidades de alerta temprana de los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Debemos aliviar la labor de aquellos que, de otro modo, tendrían que luchar para adaptarse y crear mecanismos de resiliencia. Finlandia acoge con satisfacción el enfoque centrado en las personas de CREWS, ya que damos gran importancia a la igualdad de género, la no discriminación y la inclusión de la discapacidad".

    Anne-Marie Trevelyan, parlamentaria, defensora internacional del Reino Unido en materia de adaptación y resiliencia para la Presidencia de la COP26

    "La alerta temprana y la acción inmediata son fundamentales para minimizar el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos de hoy y los impactos del cambio climático de mañana. El Reino Unido se enorgullece de contribuir a la iniciativa CREWS, que ha permitido la instalación de sistemas de alerta temprana en los pequeños Estados insulares vulnerables y en los países menos adelantados.

    El Secretario General de la OMM, Petteri Taalas:

    "Reducir el déficit de medios de nuestros PMA y PEID miembros para hacer frente a los efectos del cambio climático es una de las principales prioridades de la OMM. En su esencia, se trata de la cooperación técnica proporcionada por los países con mayor capacidad para las redes de observación, las predicciones meteorológicas y climáticas y los servicios de alerta temprana. La Iniciativa CREWS ha permitido a la OMM acelerar el apoyo a los países más necesitados, trabajando en estrecha colaboración con el Banco Mundial y el UNDRR".

    Mami Mizutori, Subsecretaria General de la ONU y Representante Especial del Secretario General para la Prevención de Riesgos de Desastres,

    En un mundo anterior a la llegada de COVID, las catástrofes ya costaban a la economía mundial unos 520.000 millones de dólares al año y sumían a millones de personas en la pobreza. La situación de las personas vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos es ahora mucho peor debido a la pandemia.

    Sameh Wahba, Director Mundial de la Práctica Global de Gestión del Riesgo de Catástrofes, Resiliencia y Territorio del Banco Mundial

    Las alertas tempranas son una parte esencial de la reducción del riesgo de catástrofes, pero es necesario que existan sistemas para que sean efectivas y se pueda actuar sobre ellas".

    La Iniciativa sobre Riesgos Climáticos y Sistemas de Alerta Temprana (CREWS) y el Banco Mundial están trabajando conjuntamente para mejorar la calidad y la accesibilidad de los sistemas de alerta temprana durante la pandemia de COVID-19, y han adaptado su trabajo para reflejar los nuevos retos que supone facilitar el acceso a la información vital. A pesar de la pandemia, nuestros esfuerzos por reforzar los recursos de alerta temprana no han cesado y las inversiones en este ámbito están aumentando.

     

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  • La OMM confirma un récord de temperatura en la Antártida e invalida otro

     

     

     Un nuevo equipo de respuesta rápida dará orientación sobre fenómenos extremos notificados

    GINEBRA, 1 de julio de 2021 (OMM) — La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha reconocido un nuevo récord de temperatura máxima para el continente antártico de 18,3 grados Celsius registrado el 6 de febrero de 2020 en la estación de Esperanza (Argentina). Sin embargo, ha invalidado un récord de temperatura aún más elevada, de 20,75 °C, que se registró el 9 de febrero de 2020 en una estación automática de monitoreo del permafrost (Brasil) en la isla Seymour.

    El récord de temperatura que se había alcanzado anteriormente en la región antártica (la parte continental, incluidos el continente y las islas circundantes) fue de 17,5 °C (63,5 °F) el 24 de marzo de 2015, en la estación de investigación Esperanza. Para el conjunto de la región antártica —es decir, todo el hielo y tierra situados al sur del paralelo 60° S— el récord es de 19,8 °C, valor registrado en la isla de Signy en enero de 1982.

    “Es importante verificar ese récord de temperatura máxima porque ayuda a formarnos una idea del tiempo y el clima en una de las fronteras más lejanas de la Tierra”. La Antártida, en mayor medida que el Ártico, carece de observaciones y pronósticos meteorológicos y climáticos continuos y sostenidos suficientes, si bien ambas regiones condicionan en gran medida los patrones climáticos y oceánicos y la subida del nivel del mar”, dijo el Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.

    "La península antártica —el extremo noroccidental del continente cerca de América del Sur— es una de las zonas del planeta en la que se registra un ritmo más rápido de calentamiento: casi 3 °C en los últimos 50 años. Por tanto, este nuevo récord de temperatura es coherente con el cambio climático que estamos observando. La OMM trabaja en colaboración con el Sistema del Tratado Antártico para ayudar a conservar este continente impoluto", comentó el profesor Taalas.

    Un comité del Archivo de la OMM de Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos realizó una amplia evaluación de la situación meteorológica en la península antártica en el momento en que se notificaron los récords. Determinó que la existencia de un gran sistema de alta presión sobre la zona creó condiciones características del föhn (vientos descendentes de ladera que producen un importante calentamiento de la superficie) y dio lugar a un calentamiento local tanto en la estación Esperanza como en la isla Seymour. Según se desprende de evaluaciones anteriores, esas condiciones meteorológicas son propicias para que se produzcan temperaturas récords.

    El comité examinó también las configuraciones de los instrumentos empleados en las dos observaciones. El examen de los datos y metadatos de la observación de la estación de Esperanza, operada por el Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina, no reveló ningún problema importante.

    Sin embargo, tras un análisis detallado de los datos y metadatos de la estación de monitoreo del permafrost de la isla Seymour operada por un equipo brasileño de investigación sobre ciencias polares se constató que un escudo de radiación improvisado había sido el causante de un sesgo térmico demostrable del sensor de temperatura. 

    El comité de investigación de la OMM subraya que la estación de monitoreo del permafrost estaba correctamente diseñada para su finalidad, pero explicó que los investigadores del proyecto tuvieron que improvisar un escudo de radiación no óptimo tras perder la pieza original. Aunque esa modificación no supuso un problema en relación con el objetivo específico del proyecto de registrar las variaciones del permafrost, el sesgo térmico de la temperatura del aire creado por el escudo de radiación no estándar invalida la observación de la temperatura en cuanto observación meteorológica oficial de la OMM.

    El Comité Internacional de Evaluación de la OMM estuvo formado por climatólogos y expertos en ciencias polares de la Argentina, el Brasil, España, los Estados Unidos de América, Nueva Zelandia y el Reino Unido.

    “Este nuevo récord demuestra, una vez más, que la lucha contra el cambio climático exige medidas urgentes. Es esencial seguir reforzando los sistemas de observación, predicción y alerta temprana para responder a los fenómenos extremos que se producen con más y más frecuencia como consecuencia del calentamiento global”, dijo la profesora Celeste Saulo, directora del Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina y Primera Vicepresidenta de la OMM.

    Este nuevo récord se incorporará en el Archivo de la OMM de Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos, que recoge las temperaturas más alta y más baja a nivel mundial, los acumulados de precipitación más importantes, el granizo más pesado, el período de sequía más prolongado, la ráfaga de viento más intensa, el relámpago de mayor duración o la tasa de mortalidad más elevada causada por un fenómeno meteorológico.

    Puede obtenerse información más completa sobre la evaluación en el número en línea del Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana (BAMS) que se publica el 1 de julio de 2021.

    Análisis de respuesta rápida

    El comité de expertos subrayó la necesidad de que tanto los científicos como los medios actúen con mayor cautela cuando comunican con antelación este tipo de información. Muchos medios de comunicación y medios sociales a menudo tienden a publicar de forma sensacionalista los posibles récords, y a caracterizarlos de forma errónea, antes de que se hayan examinado a fondo y validado adecuadamente. 

    El cambio climático y el aumento de la temperatura han estimulado la proliferación de informes sobre fenómenos meteorológicos y climáticos extremos a nivel internacional, hemisférico y regional, especialmente en lo que respecta al calor.

    En ese contexto, la OMM ha tomado la iniciativa de realizar un análisis de "respuesta rápida" de los supuestos récords. El equipo encargado del análisis dará orientación inicial a los medios de comunicación mundiales y al público en general antes de que pueda realizarse una investigación formal y en profundidad, que suele llevar muchos meses.

    "Esta investigación pone de relieve una importante "oportunidad de aprendizaje", especialmente en lo que respecta a la difusión que hacen los medios de comunicación de este tipo de información. Cuando se conoció la noticia de estas observaciones, los medios de comunicación mundiales la difundieron rápidamente con titulares que anunciaban temperaturas superiores a los 20 °C por primera vez en la Antártida. Los ejemplos que se presentan en esta artículo ilustran por qué los medios de comunicación deben ser cautelosos a la hora de informar sobre temperaturas extremas", advirtió el profesor Randall Cerveny, ponente de la OMM sobre fenómenos climáticos y meteorológicos extremos.

    "Alcanzar el nivel de exactitud absoluta necesario para el Archivo oficial de la OMM de Fenómenos Extremos requiere prestar mucha atención a diversos factores —como el mantenimiento, el emplazamiento y el tipo de instrumentos—, que a menudo no son contemplados por los medios de comunicación y el público y cuya investigación requiere tiempo", añadió el profesor Cerveny.

    La Antártida, que se extiende sobre 14 millones de km2 (aproximadamente el doble del tamaño de Australia), es un sitio frío, ventoso y seco. La temperatura media anual oscila entre −10 °C en la costa antártica y −60 °C en las partes más altas del interior del continente. Su inmenso manto de hielo tiene un espesor de hasta 4,8 km y contiene el 90 % del agua dulce del mundo; si se derritiese completamente, produciría un aumento del nivel del mar de unos 60 metros.

     

    Emplazamiento de las estaciones Esperanza y de monitoreo del permafrost
     

     

    La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua. 

    Para más información, diríjase a: Clare Nullis, agregada de prensa. Correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Teléfono móvil: +41 79 709 1397

     

     

    Notas para los editores

    Miembros del Comité de Evaluación de la Organización Meteorológica Mundial (OMM):
    Márcio Rocha Francelino (Universidad Federal de Viçosa, Brasil)
    Carlos Schaefer (Universidad Federal de Viçosa, Brasil)
    María de los Milagros Skansi (Servicio Meteorológico Nacional, Argentina)
    Steve Colwell (British Antarctic Survey (BAS), Reino Unido)
    David Bromwich (Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos de América)
    Phil Jones (Universidad de East Anglia, Reino Unido)
    John King (British Antarctic Survey (BAS), Reino Unido)
    Matthew Lazzara (Madison Area Technical College y Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos de América)
    James Renwick (Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelandia)
    Susan Solomon (Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Estados Unidos de América)
    Manola Brunet (Universidad Rovira i Virgili (España) y Universidad de East Anglia (Reino Unido))
    Randy Cerveny (Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos de América)

     

    Fuente: 

     

  • La ONU presenta un nuevo mecanismo de financiación para reforzar la acción climática

    5 - 6 minutos

    Los países se comprometen en la COP26

    Glasgow, 3 de noviembre de 2021: En el Día de la Financiación de la COP26, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) anunciaron la creación del Mecanismo de Financiación de las Observaciones del Medio Ambiente (SOFF).

    Este nuevo mecanismo de financiación sentará las bases para impulsar la acción climática a nivel mundial y contribuirá a alcanzar uno de los principales objetivos de la COP26: aumentar urgentemente la financiación climática para apoyar los esfuerzos de adaptación y mitigación de los países en desarrollo.

    El SOFF se creó para abordar el antiguo problema de la falta de observaciones meteorológicas y climáticas de los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Reforzará la respuesta internacional al cambio climático llenando las lagunas de datos que dificultan nuestra comprensión del clima. Estas lagunas afectan a nuestra capacidad para predecir y adaptarnos a fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor.

    Las tres agencias fundadoras, la OMM, el PNUD y el PNUMA, han firmado un Memorando de Entendimiento que establece legalmente el SOFF como Fondo Fiduciario Multisocio de las Naciones Unidas.

    El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó que " completar las grandes lagunas en los datos básicos sobre el tiempo y el clima - en particular en los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos desarrollados - es fundamental para los esfuerzos de adaptación y las inversiones eficaces."

    De hecho, "hoy en día, menos del 10% de las observaciones meteorológicas y climáticas básicas requeridas están disponibles en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y en los Países Menos Adelantados" dijo el Profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.

    La aplicación del SOFF no sólo beneficiará a los países más vulnerables, sino a todos los países del mundo. Al completar las lagunas de datos se conseguirá mejorar las previsiones meteorológicas, los sistemas de alerta temprana y la información climática a nivel mundial.

    Las observaciones meteorológicas y climáticas que permite el SOFF son esenciales para que la comunidad mundial pueda obtener los 162.000 millones de dólares anuales de beneficios socioeconómicos de la predicción meteorológica y climática.

    Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, afirmó que el SOFF "aportará beneficios tangibles en términos de vidas salvadas, mejora de la gestión de catástrofes, medios de subsistencia, biodiversidad, seguridad alimentaria, suministro de agua y crecimiento económico".

    Según Achim Steiner, Administrador del PNUD, existe una necesidad urgente de reforzar los cimientos en los que se apoyan los esfuerzos de adaptación "A medida que el cambio climático aprieta sus garras, el establecimiento del SOFF es un requisito previo para ayudar a las comunidades vulnerables a adelantarse a los acontecimientos, a adaptarse a los efectos del cambio climático y a crear la tan necesaria resiliencia".

    Consciente del valor del SOFF, la comunidad internacional se ha adelantado y un primer grupo de países y organizaciones ha anunciado su apoyo financiero, entre ellos Dinamarca, Noruega, el Fondo Nórdico de Desarrollo, Austria y Portugal.

     

     Flemming Møller Mortensen, Ministro de Desarrollo y Cooperación Nórdica de Dinamarca, declaró que "estamos dispuestos a hablar" en términos de financiación del clima y de lograr un mejor equilibrio entre adaptación y mitigación. Sin embargo, señaló que "antes de empezar a adaptarnos, necesitamos tener datos sólidos sobre el tiempo y el clima".  El embajador danés para el clima, Tomas Anker Christensen, subrayó que "las observaciones meteorológicas y climáticas son fundamentales para ayudar a evitar, minimizar y hacer frente a las pérdidas y daños inducidos por el clima, especialmente en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y los Países Menos Adelantados".

    Peter Launsky, Secretario General del Ministerio Federal de Asuntos Europeos e Internacionales de Austria, acogió el SOFF como una "respuesta innovadora a un desafío global".

    El Secretario de Estado noruego, Bjørg Sandkjær, dijo que Noruega confía en que el SOFF "garantice el desarrollo de toda la cadena a partir de la recogida de los datos de observación hasta el usuario final, tanto para el agricultor como para el responsable político".

    Suiza también acogió con satisfacción la creación del SOFF y confirmó la prestación de apoyo financiero para la creación de la Secretaría del SOFF en Ginebra en la fase inicial. Además, varios países, como Canadá, Francia, España, Suecia y Turquía, expresaron su firme apoyo y están explorando vías para contribuir financieramente al SOFF en un futuro próximo.

    Tras la fase inicial, se espera que el SOFF abra sus puertas en junio de 2022. En su primer período de ejecución de tres años, el SOFF apoyará a 55 países para que cierren la brecha de observación meteorológica y climática, incluyendo la rehabilitación o el establecimiento de hasta 400 estaciones de recogida de datos, lo que les permitirá generar e intercambiar internacionalmente los datos que hoy en día no existen.

    El Primer Ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, destacó que este nuevo mecanismo de financiación es un salvavidas para los países más vulnerables, especialmente los Pequeños Estados Insulares, que están en primera línea de la lucha contra el cambio climático. "La preparación para las catástrofes y la resiliencia ante las mismas son dos caras de la misma moneda y ambas pueden beneficiarse del SOFF, diseñado para apoyar a los países vulnerables como Fiyi".

    Intensificar los esfuerzos para aumentar la resiliencia en los países vulnerables es aún más urgente a la luz del alarmante nivel de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, subrayó el Primer Ministro de Cabo Verde. "Ni siquiera las acciones de mitigación más audaces pueden librarnos de los importantes impactos del cambio climático en las próximas décadas. Pero no podemos adaptarnos adecuadamente si no podemos predecir adecuadamente. No podemos predecir, si no tenemos datos suficientes".

    "El SOFF será un mecanismo de financiación fundamental para mejorar la adaptación y la resiliencia a nivel mundial, especialmente en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y en los Países Menos Adelantados, que son los que menos han contribuido a la crisis climática, pero los que más sufren sus efectos, al tiempo que carecen de la capacidad para hacerle frente", dijo Selwin Hart, Subsecretario General y Asesor del Secretario General para la Acción Climática.

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  • La Organización Meteorológica Mundial cifra en un 50 % la probabilidad de que en los próximos cinco años la temperatura mundial supere transitoriamente en 1,5 °C los valores preindustriales

    6 - 7 minutos

     

    Ginebra, 9 de mayo de 2022 (OMM) — Según nuevos datos climáticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hay un 50 % de probabilidades de que, por lo menos en uno de los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C los niveles preindustriales. Y esas probabilidades aumentan con el paso del tiempo.

    Asimismo, hay un 93 % de probabilidades de que al menos uno de los años del período comprendido entre 2022 y 2026 se convierta en el más cálido jamás registrado y desbanque a 2016 del primer puesto. Según la publicación Global Annual to Decadal Climate Update (Boletín sobre el clima mundial anual a decenal), elaborada por la Oficina Meteorológica del Reino Unido —el centro principal de la OMM encargado de elaborar ese tipo de predicciones—, la probabilidad de que la media quinquenal del período 2022-2026 sea superior a la media de los últimos cinco años (2017-2021) también es del 93 %.

    El boletín, elaborado cada año sobre la base de los conocimientos especializados de climatólogos de renombre internacional y sirviéndose de los mejores sistemas de predicción de centros climáticos de vanguardia de todo el mundo, dota a las instancias decisorias de información de aplicación práctica.

    En 2015, la probabilidad de que en algún momento puntual el calentamiento global superara en 1,5 °C los niveles preindustriales era casi nula, pero desde entonces esa probabilidad no ha dejado de aumentar. Así pues, mientras que para el período comprendido entre 2017 y 2021 la probabilidad de superación del umbral indicado era del 10 %, para el período de 2022 a 2026 ese porcentaje se ha incrementado hasta casi el 50 %.

    "Este estudio de alto nivel científico muestra que estamos notablemente más cerca de rebasar de forma transitoria el límite inferior del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Este umbral de 1,5 °C no es una cifra aleatoria, sino que indica el punto en el que los efectos del clima serán cada vez más perjudiciales no solo para las personas, sino para todo el planeta", dijo el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.

    "Mientras no cesen las emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas seguirán aumentando. En paralelo, los océanos seguirán calentándose y volviéndose más ácidos, el hielo marino y los glaciares seguirán derritiéndose, el nivel del mar seguirá subiendo y las condiciones meteorológicas serán cada vez más extremas. El calentamiento es desmesuradamente más acusado en el Ártico y lo que ocurre en esa región nos afecta a todos", dijo el profesor Taalas.

    El Acuerdo de París establece objetivos a largo plazo para ayudar a todas las naciones a reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el planeta y así mantener el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de 2 °C, al tiempo que se prosigue con los esfuerzos para limitar ese incremento a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales.

    El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma que un calentamiento global de 1,5 °C agravará los riesgos relacionados con el clima a los que están actualmente expuestos los sistemas naturales y humanos, aunque en menor medida que si el calentamiento global alcanza los 2 °C.

    El doctor Leon Hermanson, experto de la Oficina Meteorológica del Reino Unido encargado de la elaboración del boletín, explicó que "según nuestras predicciones climáticas más recientes, el aumento sostenido de la temperatura mundial continuará, y hay un 50 % de probabilidades de que en uno de los años del período 2022-2026 el calentamiento global supere en 1,5 °C los niveles preindustriales. Con todo, si en un año determinado se superara ese valor de 1,5 °C, ello no significaría que se hubiera rebasado el umbral simbólico del Acuerdo de París, pero sí evidenciaría que nos estamos acercando cada vez más a una situación en la que el límite de 1,5 °C se podría sobrepasar durante un lapso de tiempo prolongado".

    En 2021, la temperatura media mundial se situó 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales de referencia, según datos recogidos en la versión provisional del informe de la OMM titulado Estado del clima mundial en 2021, cuya versión definitiva se publicará el 18 de mayo.

    Los episodios consecutivos de La Niña de principios y finales de 2021 conllevaron una reducción de las temperaturas mundiales, pero ese efecto de enfriamiento es solo provisional y no invierte la tendencia de calentamiento global a largo plazo. Además, si llegara a instaurarse un episodio de El Niño, ello provocaría un repunte inmediato de las temperaturas, como ya ocurrió en 2016, el año más cálido del que se tiene constancia hasta la fecha.

    A continuación se mencionan algunas de las conclusiones del boletín:

    • Para cada año comprendido entre 2022 y 2026, se prevé que la temperatura media anual en superficie del conjunto del planeta sea entre 1,1 °C y 1,7 °C superior a los niveles preindustriales, que corresponden a la media del período 1850-1900.
    • Hay una probabilidad del 48 % de que, en al menos uno de los años comprendidos entre 2022 y 2026, la temperatura mundial cerca de la superficie supere en 1,5 °C los niveles preindustriales. Hay una probabilidad mínima (10 %) de que la media quinquenal supere ese umbral.
    • Hay una probabilidad del 93 % de que al menos uno de los años del período comprendido entre 2022 y 2026 desbanque a 2016 como año más cálido jamás registrado. La probabilidad de que la media quinquenal correspondiente al período 2022-2026 sea superior a la de los últimos cinco años (2017-2021) también es del 93 %.
    • En comparación con la media de 1991 a 2020, se prevé que la anomalía de temperatura en el Ártico sea más del triple que la anomalía media mundial, una vez que se haya calculado el promedio correspondiente a los próximos cinco inviernos prolongados del hemisferio norte.
    • No hay indicios que apunten a la formación de un episodio de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) en el trimestre de diciembre a febrero de 2022/2023, pero se prevé que en 2022 el índice de oscilación austral sea positivo.
    • En comparación con la media de 1991 a 2020, el régimen pluvial previsto para 2022 sugiere una mayor probabilidad de condiciones más secas en el suroeste de Europa y el suroeste de América del Norte, y una mayor pluviosidad en el norte de Europa, el Sahel, el noreste de Brasil y Australia.
    • En comparación con la media de 1991 a 2020, el promedio de las precipitaciones previstas para el período de mayo a septiembre entre 2022 y 2026 sugiere una mayor probabilidad de que se produzcan condiciones más lluviosas en el Sahel, el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia, mientras que en la región amazónica las condiciones serán más secas.
    • En comparación con la media de 1991 a 2020, el promedio de las precipitaciones previstas para el período de noviembre a marzo entre 2022/2023 y 2026/2027 sugiere una mayor pluviosidad en los trópicos y una reducción de las precipitaciones en las zonas subtropicales, condiciones congruentes con los efectos previstos del calentamiento del clima.

    Notas para los editores:

    Bajo la dirección de la Oficina Meteorológica del Reino Unido en cuanto que centro principal, este año grupos de predicción climática de España, Alemania, el Canadá, China, los Estados Unidos de América, el Japón, Australia, Suecia, Noruega y Dinamarca han aportado nuevas predicciones. La combinación de pronósticos de centros de predicción climática de todo el mundo permite obtener productos de mayor calidad que la que podría obtenerse si se recurriera a una única fuente de datos.

    Uno de los valedores del desarrollo de la capacidad de predicción a corto plazo es el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas. Este programa, copatrocinado por la OMM, ha determinado que uno de sus grandes desafíos —o Grand Challenges— globales consistirá en respaldar las actividades de investigación y desarrollo encaminadas a perfeccionar las predicciones climáticas plurianuales a decenales y potenciar su utilidad para las instancias decisorias.

    La elaboración de los exhaustivos informes de evaluación sobre el estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos en materia de cambio climático, sus repercusiones y riesgos futuros, y las opciones para aminorar el ritmo al que se está produciendo el cambio climático corresponde al IPCC, que también publicó un informe especial sobre el calentamiento global de 1,5 °C titulado Global Warming of 1.5 ºC.

    La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua

     

    Fuente:

  • La Organización Meteorológica Mundial prevé el primer "episodio triple" de La Niña del siglo XXI

    Ginebra, 31 de agosto de 2022 — Según los datos más recientes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), es probable que el prolongado episodio de La Niña que se está viviendo actualmente persista por lo menos hasta finales de año y, de ese modo, se convierta en el primer "episodio triple" de La Niña de este siglo, al abarcar tres inviernos consecutivos del hemisferio norte (veranos del hemisferio sur).

    Tal y como se apunta en el boletín El Niño/La Niña Hoy de la OMM, la probabilidad de que el actual episodio de La Niña continúe durante los próximos seis meses es del 70 % para el período de septiembre a noviembre de 2022, aunque ese porcentaje disminuye gradualmente hasta el 55 % para los meses de diciembre de 2022 a febrero de 2023. Las condiciones que, desde septiembre de 2020, han permitido la instauración de un episodio de La Niña en el Pacífico tropical se han reforzado fruto de la intensificación de los vientos alisios registrada entre mediados de julio y mediados de agosto de 2022. Ello ha incidido en las pautas de temperatura y en la configuración de las precipitaciones y ha exacerbado la sequía y las inundaciones en distintas partes del mundo.

    La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales de las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, en los vientos, la presión y las precipitaciones. Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima opuestos a los de El Niño, que constituye la fase cálida del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).

    Sin embargo, todos los fenómenos climáticos de origen natural ahora se producen en el contexto del cambio climático antropógeno, que provoca un aumento de las temperaturas mundiales, exacerba los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, y altera la configuración de las temperaturas y las precipitaciones estacionales.

    "Es excepcional que un episodio de La Niña se mantenga durante tres años consecutivos. Su efecto de enfriamiento está ralentizando de forma transitoria el aumento de las temperaturas mundiales, pero no detendrá ni invertirá la tendencia al calentamiento a largo plazo", afirmó el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.

    "La agudización de la sequía en el Cuerno de África y en la parte meridional de América del Sur lleva el sello de La Niña, al igual que las precipitaciones por encima de la media observadas en el sureste asiático y en Australasia. Desafortunadamente, los datos más recientes sobre La Niña confirman las proyecciones climáticas regionales que apuntaban a un agravamiento de la devastadora sequía que sufre el Cuerno de África, cuyas consecuencias afectarán a millones de personas".

    "La OMM seguirá proporcionando información adaptada al sector humanitario y no dejará de brindar apoyo en ámbitos sensibles como los de la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud y la reducción de riesgos de desastre. La OMM también trabaja para que todas las personas tengan acceso a los sistemas de alerta temprana en los próximos cinco años a fin de protegerlas de los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua”, dijo el profesor Taalas.

    El_Nino_infographic_-_Spanish.png

    Proyección del clima estacional mundial

    El Niño y La Niña son importantes condicionantes del sistema climático de la Tierra, pero no son los únicos.

    Además del boletín El Niño/La Niña Hoy, que la OMM publica desde hace tiempo, la Organización también publica ahora boletines periódicos sobre el clima estacional mundial, en los que se tienen en cuenta las influencias de todos los demás condicionantes climáticos importantes, como la oscilación del Atlántico Norte, la oscilación del Ártico y el dipolo del océano Índico.

    Los boletines sobre el clima estacional mundial y El Niño/La Niña Hoy se basan en los pronósticos de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM, y los datos que contienen están a disposición de los gobiernos, las Naciones Unidas, las instancias decisorias y otras partes interesadas de sectores sensibles al clima para que puedan adoptar medidas de preparación y proteger vidas y medios de subsistencia.

    A pesar del pertinaz episodio de La Niña en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, se prevé que en el resto del mundo se impondrán de forma generalizada temperaturas de la superficie del mar superiores a la media que condicionarán el pronóstico de las temperaturas del aire para el período de septiembre a noviembre. Esto contribuirá a que las temperaturas sean superiores a las normales en las zonas terrestres, en particular en gran parte del hemisferio norte.

    Por su parte, las precipitaciones previstas son congruentes con los típicos efectos de La Niña relacionados con las lluvias.

    Probabilistic forecasts of surface air temperature and precipitation for the season September-October 2022
    Predicciones probabilísticas de la temperatura del aire en superficie y la precipitación para la temporada de septiembre a octubre de 2022. El período de referencia es el comprendido entre 1993 y 2009.

     

    La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua.

    Fuente OMM

  • Las agencias meteorológicas y humanitarias advierten sobre el este de África

     

    Las agencias meteorológicas, incluida la OMM, y los organismos humanitarios han alertado conjuntamente de que la amenaza de hambruna se cierne sobre África oriental tras cuatro temporadas sin lluvias y de que la situación va a empeorar.

    En un comunicado emitido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en nombre de 14 organismos, se advierte que la actual sequía extrema, generalizada y persistente que afecta a Somalia, a las tierras áridas y semiáridas de Kenia y a las zonas de pastoreo del este y el sur de Etiopía no tiene precedentes. Ya son cuatro en las temporadas consecutivas sin lluvia, un acontecimiento climático que no se ha visto en al menos 40 años.

    Las últimas previsiones estacionales de larga duración, avaladas por un amplio consenso de los expertos en meteorología, indican que ahora existe un riesgo concreto de que la temporada de lluvias de octubre-diciembre (OND) también pudiera no producirse. En caso de que estas previsiones se materialicen, la ya grave emergencia humanitaria de la región se agravaría aún más, según el informe.

    La temporada de lluvias de marzo-mayo de 2022 probablemente será la más seca de la que se tiene registro, lo que devastará los medios de subsistencia y provocará un fuerte aumento de la inseguridad alimentaria, hídrica y nutricional. Se estima que 3,6 millones de cabezas de ganado han muerto en Kenia (1,5 millones) y Etiopía (2,1 millones). En las zonas más afectadas de Somalia, se calcula que 1 de cada 3 cabezas de ganado ha perecido desde mediados de 2021.

    Más de un millón de personas han sido desplazadas en Somalia y el sur de Etiopía. Los déficits de agua existentes se han visto exacerbados por las elevadas temperaturas del aire, que se prevé que continúen en la estación seca de junio a septiembre. Las condiciones de los pastizales se deteriorarán más rápido de lo habitual, lo que provocará nuevas muertes generalizadas de ganado, así como desplazamientos de población. En las zonas agrícolas, las cosechas volverán a ser muy inferiores a la media, lo que provocará una prolongada dependencia de los mercados, donde los hogares tendrán un acceso limitado a los alimentos debido a los altos precios de los mismos, señala la alerta.

    El Grupo de Trabajo sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (GTSAN) estima que 16,7 millones de personas se enfrentan actualmente a una elevada inseguridad alimentaria aguda (fase 3+ de la CIP) y prevé que las cifras aumenten a 20 millones de personas en septiembre.

    La estimación de la temporada de OND, inferior a la media, provocaría el deterioro de una situación de seguridad alimentaria y malnutrición ya de por sí grave en 2023. Sin embargo, independientemente de las lluvias entre octubre y diciembre, las condiciones no se recuperarán lo suficientemente rápido como para ver mejoras en la seguridad alimentaria antes de mediados de 2023. Se necesita una rápida ampliación de las acciones ahora para salvar vidas y evitar el hambre y la muerte, dice el comunicado.

    Esta voz de alarma es un testimonio de la unión de la comunidad hidrometeorológica y humanitaria para catalizar la Acción Anticipada y traducir la compleja información hidrometeorológica en sencillos consejos para la acción.

    Declaración del Secretario General de la OMM, Prof. Petteri Taalas:

    La actual sequía que afecta al Cuerno de África es probablemente la peor de los últimos 40 años, tras una cuarta temporada consecutiva de lluvias por debajo de la media. Se espera que las condiciones climáticas que provocan la actual sequía prevalezcan hasta finales de este año, lo que supone una grave amenaza para la temporada de octubre a diciembre de 2022. La región se vio afectada por uno de los peores brotes de langosta del desierto durante 2019 - 2020.

    Durante 2020, 2021 y 2022, un evento plurianual de La Niña, contribuyó a una menor precipitación en todo el este de África, incluyendo (Somalia, el sureste de Etiopía y el este de Kenia) - como vimos también en la devastadora sequía del este de África en 2010-2011.

    La Niña forma parte de la variabilidad natural del clima. Sin embargo, el cambio climático inducido por el ser humano está amplificando el impacto de los fenómenos meteorológicos y climáticos que se producen de forma natural y da lugar a fenómenos extremos más intensos y graves. El cambio climático también está aumentando las temperaturas del aire, lo que agrava las sequías y aumenta la evapotranspiración (pérdida de humedad de las plantas y el suelo).

    El Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático afirma que existen pruebas de la contribución humana a la disminución observada de las precipitaciones medias en el noreste de África y al aumento observado de la intensidad y la frecuencia de las temperaturas extremas. Se informó de una disminución de las precipitaciones de entre el -2 y el -7% por década (período 1983-2010) para la "estación de lluvias largas" de marzo a mayo en el este de África.

    Las consecuencias para la seguridad alimentaria también son amplias. En África, el crecimiento de la productividad agrícola se ha reducido en un 34% desde 1961 debido al cambio climático, más que en cualquier otra región, y existe una gran seguridad de que el calentamiento futuro afectará negativamente a los sistemas alimentarios al acortar las temporadas de crecimiento y aumentar el estrés hídrico.

    La comunidad de la OMM ha trabajado activamente con el sector humanitario para tratar de reducir los impactos de esta devastadora sequía. Seguiremos participando y potenciando los servicios climáticos y las alertas tempranas para proteger vidas y medios de subsistencia.

    Fuente:

  • Los sistemas de alerta temprana deben proteger a todo el mundo en un plazo de cinco años

    7 - 9 minutos

     Las Naciones Unidas presentan un ambicioso objetivo en favor de la adaptaciónal cambio climático y a fenómenos meteorológicos más extremos

    En menos de cinco años, los sistemas de alerta temprana deberían proteger a todos los habitantes de la Tierra frente al cambio climático y frente a un tiempo cada vez más extremo, según un nuevo y ambicioso objetivo anunciado hoy por las Naciones Unidas.

    El Secretario General de la Organización, António Guterres, ha encargado a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que lidere esta iniciativa y que en la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima —que tendrá lugar en Egipto el próximo mes de noviembre— presente un plan de acción para dar cumplimiento a ese objetivo.

    Este anuncio se ha realizado el 23 de marzo, Día Meteorológico Mundial, cuyo lema de este año es "Alerta temprana y acción temprana".

    "La alteración del clima causada por las actividades humanas afecta gravemente a todas las regiones. En el informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) se expone con detalle el sufrimiento que ya está produciendo. Si aumenta el calentamiento global, también lo hará la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos", dijo el señor Guterres.

    "Debemos invertir por igual en adaptación y en resiliencia. Ello incluye la información que nos permite prever las tormentas, las olas de calor, las crecidas y las sequías", señaló el Secretario General de las Naciones Unidas.

    Sin embargo, un tercio de la población mundial, principalmente en los países menos adelantados (PMA) y en los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), aún no cuenta con la protección que brindan los sistemas de alerta temprana. En África, la situación es aún peor, dado que el 60 % de las personas carecen de toda cobertura.

    "Es inaceptable, sobre todo si se tiene en cuenta que los efectos del clima se van a agravar aún más", afirmó el señor Guterres.

    "Las alertas tempranas y la acción temprana salvan vidas. Por ello, hoy anuncio que las Naciones Unidas encabezarán una nueva iniciativa para velar por que cada persona de la Tierra esté protegida por sistemas de alerta temprana en un plazo de cinco años. He pedido a la OMM que lidere esta empresa y presente un plan de acción en la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima, que se celebrará a finales de año en Egipto", explicó Guterres en un mensaje en video difundido durante la ceremonia del Día Meteorológico Mundial.

    "Debemos potenciar la capacidad de predicción en beneficio de todos y debemos lograr que todo el mundo pueda adoptar medidas. En este Día Meteorológico Mundial, reconozcamos el valor de las alertas tempranas y de la acción temprana como mecanismos fundamentales para reducir el riesgo de desastres y sustentar la adaptación al clima".

    El tiempo más extremo que se observa en todas las partes del mundo es una prueba muy patente del cambio climático. Las olas de calor, las sequías y los incendios forestales son más intensos. Hay más vapor de agua en la atmósfera, y ello provoca lluvias extremas e inundaciones mortales. El calentamiento del océano alimenta tormentas tropicales más potentes y el aumento del nivel del mar multiplica sus consecuencias.

    En los últimos 50 años (1970-2019) se ha producido, de media, casi un desastre diario de naturaleza meteorológica, climática o hidrológica, que se ha cobrado la vida de unas 115 personas y ha provocado pérdidas diarias valoradas en cerca de 202 millones de dólares de los Estados Unidos, según un informe de la OMM de 2021 en el que se recogen estadísticas sobre desastres.

    En ese período de 50 años, la cantidad de desastres registrados se ha quintuplicado, fruto del cambio climático causado por las actividades humanas, el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos y la mejora de los mecanismos de suministro de información.

    Pero gracias al perfeccionamiento de las alertas tempranas y a una mejor gestión de los desastres, el número de víctimas mortales registradas durante ese lapso es casi tres veces menor a raíz de la mejora de los pronósticos meteorológicos y de la gestión proactiva y coordinada de los desastres.

    "La creciente cantidad de desastres debidos al cambio climático pone en peligro la consecución de un gran número de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La mitigación reviste una trascendencia capital, y por ello es muy importante invertir en ella, pero también es cada vez más decisivo invertir en adaptación al clima. Para sacar el máximo provecho a las inversiones se deben mejorar los servicios de alerta temprana de peligros meteorológicos, hidrológicos y climáticos y las correspondientes infraestructuras de observación. Es preciso invertir 1 500 millones de dólares en los próximos cinco años para mejorar la calidad de los servicios y las infraestructuras conexas, en especial en los PMA y los PEID", declaró el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.

    ¿Qué es un sistema de alerta temprana?

    Un sistema de alerta temprana de crecidas, sequías, olas de calor o tormentas es un sistema integrado que advierte a las personas de la llegada de condiciones meteorológicas peligrosas y señala las estrategias que gobiernos, comunidades y particulares pueden adoptar para reducir al mínimo los impactos inminentes.

    Estos sistemas permiten seguir de cerca las condiciones atmosféricas en tiempo real —tanto en tierra como en el mar— y pronosticar eficazmente los fenómenos meteorológicos y climáticos que se producirán mediante avanzados modelos numéricos informatizados. El objetivo consiste en determinar los riesgos que pueden afectar a las zonas en la que está previsto que se produzcan los fenómenos, teniendo en cuenta que tales riesgos pueden presentar diferencias en función de si se trata de un área urbana o rural, o de regiones polares, costeras o montañosas. Los sistemas de alerta temprana deben comprender planes de respuesta acordados para gobiernos, comunidades y personas al objeto de minimizar los impactos previstos. Un sistema integral de alerta temprana también debe tomar en consideración las enseñanzas extraídas de fenómenos pasados, con el fin de mejorar continuamente las respuestas en previsión de futuros peligros meteorológicos, climáticos, hidrológicos y medioambientales conexos.

    Las alertas tempranas son eficaces

    En el emblemático informe de 2019 de la Comisión Global de Adaptación titulado Adapt Now (Adaptación ya), se llegó a la conclusión de que los beneficios derivados de los sistemas de alerta temprana multiplican por más de diez la inversión realizada, el mayor retorno de la inversión de entre todas las medidas de adaptación contempladas en el informe.

    En ese informe también se señala que basta con emitir con 24 horas de antelación un aviso de tormenta u ola de calor para reducir los daños consecuentes en un 30 %, y que invertir 800 millones de dólares en sistemas de ese tipo en países en desarrollo evitaría pérdidas anuales de entre 3 000 y 16 000 millones de dólares.

    Con todo, a pesar de estos grandes beneficios, una de cada tres personas en el mundo sigue sin estar cubierta por servicios de alerta temprana, y en África la proporción de personas sin cobertura es casi el doble. Asimismo, cabe destacar que las personas vulnerables se ven afectadas de forma desproporcionada.

    El Pacto de Glasgow por el Clima (acordado en noviembre de 2021 en el marco del 26º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP 26) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)) hace hincapié en la imperiosa necesidad de incrementar el alcance de las medidas encaminadas a potenciar la capacidad de adaptación, reforzar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático. También insta a los países desarrollados a aumentar de forma urgente y significativa sus contribuciones a la financiación para el clima, la transferencia de tecnología y la creación de capacidad para fines de adaptación.

    El Gobierno del Reino Unido, que presidió la CP 26, y el Gobierno de Egipto, que presidirá la CP 27 en Sharm el-Sheikh, recientemente reiteraron los llamamientos realizados a los países desarrollados para que cumplan su compromiso de multiplicar al menos por dos sus contribuciones a la financiación climática para fines de adaptación de los países en desarrollo de aquí a 2025, con el objetivo de lograr un equilibrio entre la financiación de la adaptación y la destinada a la mitigación.

    Está previsto que los embajadores del Reino Unido y de Egipto intervengan en la ceremonia del Día Meteorológico Mundial, en la que oradores de alto nivel expondrán la necesidad de instaurar las alertas tempranas y la acción temprana e ilustrarán los beneficios que de ellas se derivan.

    Sinergias y asociaciones

    La OMM encabezará la iniciativa concebida para lograr que los servicios de alerta temprana alcancen una cobertura mundial, en estrecha colaboración con asociados clave, como contribución colectiva a los esfuerzos de adaptación llevados a cabo a escala planetaria.

    Intentará suplir las carencias en materia de observaciones, ampliar la capacidad de todos los países para emitir alertas antes de que se produzcan los desastres y, al mismo tiempo, mejorar su capacidad para actuar en función de las alertas emitidas y brindar respuestas centradas en las personas, inclusivas y accesibles.

    Tras el anuncio del señor Guterres, la OMM convocará a los principales organismos, países y grupos que ya trabajan en el ámbito del desarrollo de capacidad en materia de hidrometría y de alertas tempranas basadas en los riesgos para sacar el máximo provecho de las excelentes iniciativas en curso y establecer un plan de alcance mundial antes de la celebración de la CP 27. Para salvar las diferencias en materia de alertas tempranas se necesitarán las aportaciones de todo un abanico de personas y entidades que participan en el conjunto de la cadena de valor, desde la alerta temprana hasta la acción temprana.

    Con este nuevo plan se quiere capitalizar las actividades y las asociaciones de la OMM, entre otras, las que se indican a continuación:

    El Sistema Mundial de Alerta de Peligros Múltiples (GMAS) de la OMM, que aprovecha los avances en materia de alertas tempranas para encarar peligros como los ciclones tropicales, las inundaciones y las inundaciones costeras.

    El Servicio de Financiamiento de Observaciones Sistemáticas (SOFF), que fue establecido en la CP 26 junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como nuevo mecanismo de financiación. Pretende aumentar significativamente la disponibilidad de datos básicos recabados mediante observaciones meteorológicas y climáticas y subsanar las carencias a ese respecto, en particular en los PMA y los PEID. Esos datos son la base en la que se sustentan todos los pronósticos meteorológicos y los servicios climáticos, por lo que las carencias en ese ámbito minan la eficacia de todas las iniciativas e inversiones en favor de la adaptación al clima. Recientemente, el Fondo Nórdico de Desarrollo (FND) ha destinado 10 millones de euros al SOFF.

    La Iniciativa de Riesgo Climático y Sistemas de Alerta Temprana (CREWS) tiene como objetivo subsanar las deficiencias en materia de capacidad en lo relativo a sistemas de alerta temprana a fin de salvar vidas en los países vulnerables. Con esta iniciativa, las personas más expuestas reciben pronósticos y alertas de fenómenos extremos, las comprenden y pueden actuar en consecuencia. Sus éxitos le han valido grandes elogios y ahora cuenta con una cartera de más de 90 millones de dólares. En 2022, la OMM intensifica sus iniciativas relacionadas con los sistemas de alerta temprana en África a través de CREWS, dado que ha establecido un nuevo programa centrado en las alertas tempranas para la región de África Central dotado con 5 millones de dólares. Se están preparando programas similares para las regiones del Cuerno de África y África Oriental.

    Notas para los editores:

    Aquí pueden obtenerse recursos digitales, material visual y discursos del Día Meteorológico Mundial.

    La ceremonia del evento, organizado de forma híbrida, comienza el 23 de marzo a las 13.00 GMT. Aquí puede consultarse información pormenorizada sobre el programa y la retransmisión en directo del acto.

    El Día Meteorológico Mundial conmemora la entrada en vigor, el 23 de marzo de 1950, del Convenio por el que se creó la Organización Meteorológica Mundial. Destaca la función vital que los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales desempeñan para proteger bienes y salvar vidas.

    La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua.

    Para más información, diríjase a:

    Clare Nullis, agregada de prensa de la OMM. Correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Tel.: +41 79 709 1397.

    Brigitte Perrin, jefa de la Oficina de Comunicaciones Estratégicas. Correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Tel.: +41 79 513 0512

     

    Fuente:

  • OMM: Estado del clima mundial 2020

    Nota de prensa de la Organización Meteorológica Mundial

    • Los indicadores empeoraron y los impactos del cambio climático se agravaron en 2020
    • El 2020 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar del fenómeno de enfriamiento de La Niña.
    • Los fenómenos meteorológicos extremos, junto con la COVID 19,
      asestan un golpe por partida doble.

    Nueva York/Ginebra, 19 de abril de 2021 (OMM) — La combinación de los fenómenos meteorológicos extremos y la enfermedad por el coronavirus de 2019 (COVID 19) asestó un golpe por partida doble a millones de personas en 2020. Sin embargo, de acuerdo con un nuevo informe compilado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y una amplia red de asociados, la desaceleración de la economía relacionada con la pandemia no logró frenar los motores del cambio climático ni la aceleración de sus impactos.

    En el informe sobre el estado del clima mundial en 2020, se documentan algunos indicadores del sistema climático, entre los que se incluyen las concentraciones de gases de efecto invernadero, el incremento de las temperaturas terrestres y oceánicas, el aumento del nivel del mar, el derretimiento del hielo, el retroceso de los glaciares y los fenómenos meteorológicos extremos. Asimismo, se ponen de relieve las repercusiones en el desarrollo socioeconómico, las migraciones y los desplazamientos, la seguridad alimentaria, y los ecosistemas terrestres y marinos.

    El 2020 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar del fenómeno de enfriamiento de La Niña. La temperatura media mundial fue de aproximadamente 1,2 °C superior a los niveles preindustriales (1850 1900). Los seis años transcurridos desde 2015 son los más cálidos de los que se tienen datos. La década de 2011 a 2020 fue la más cálida jamás registrada.

    “Han pasado 28 años desde que la Organización Meteorológica Mundial publicó el primer informe sobre el estado del clima en 1993, debido a las inquietudes que se plantearon en ese momento acerca del cambio climático previsto. Si bien la comprensión del sistema climático y la capacidad informática han mejorado desde entonces, el mensaje básico continúa siendo el mismo. Además, ahora contamos con datos correspondientes a 28 años que demuestran el considerable incremento de la temperatura en la tierra y el mar, así como otros cambios, por ejemplo, el aumento del nivel del mar, el derretimiento de los hielos marinos y glaciares y las modificaciones en la distribución de las precipitaciones. Todo ello subraya la solidez de la climatología basada en las leyes físicas que rigen el comportamiento del sistema climático”, afirmó el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.

    “Toda la información sobre los indicadores climáticos fundamentales y los impactos conexos que se brinda en este informe pone de relieve el avance constante e implacable del cambio climático, el aumento de la incidencia y la intensificación de los fenómenos extremos, y los graves daños y pérdidas que afectan a las personas, las sociedades y las economías. La tendencia negativa en lo que respecta al clima continuará durante las próximas décadas, independientemente de los resultados favorables que obtengamos de las medidas de mitigación. Por lo tanto, es importante invertir en la adaptación. Una de las formas más eficaces de adaptarse al cambio climático es invertir en los servicios de alerta temprana y las redes de observación meteorológica. Varios países menos desarrollados presentan grandes deficiencias en sus sistemas de observación y carecen de servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos modernos”, agregó el profesor Taalas.

    El profesor Taalas, junto con el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, presentó el informe emblemático de la OMM en una conferencia de prensa celebrada el 19 de abril, como preludio de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, convocada por los Estados Unidos de América y que se celebrará de manera virtual los días 22 y 23 de abril. El presidente Biden procura impulsar los esfuerzos de las grandes economías para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir los objetivos del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático tendientes a mantener el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y limitarlo a 1,5 °C, si fuera posible.

    “En este informe se demuestra que no hay tiempo que perder. El clima está cambiando, y los impactos ya son demasiado perjudiciales para las personas y el planeta. Es indispensable adoptar medidas este año. Los países deben comprometerse a lograr emisiones netas de valor cero, a más tardar, en 2050. Deben presentar, con la suficiente antelación al 26º período de sesiones de la Conferencia de las Partes que se celebrará en Glasgow, planes nacionales sobre el clima ambiciosos en virtud de los cuales se reduzcan, de manera colectiva y a más tardar en 2030, las emisiones mundiales en un 45 % respecto de los niveles de 2010. Asimismo, deben adoptar medidas de inmediato para proteger a las personas de las consecuencias desastrosas del cambio climático”, aseveró el Secretario General de las Naciones Unidas.

    Evolución de la anomalía de la temperatura global comparada con la media del periodo 1850-1900

    En 2020, la COVID 19 sumó una nueva y lamentable dimensión a los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua, con un amplio abanico de impactos combinados en la salud y el bienestar de los seres humanos. Las restricciones de circulación, la contracción de la economía y las perturbaciones en el sector agrícola exacerbaron los efectos de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos a lo largo de toda la cadena de suministro de alimentos, lo cual incrementó los niveles de inseguridad alimentaria y retrasó la entrega de asistencia humanitaria. La pandemia también dificultó las observaciones meteorológicas y complicó los esfuerzos de reducción de riesgos de desastre.

    En el informe se explica de qué manera el cambio climático supone un riesgo para la consecución de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a través de una cadena en cascada de fenómenos interrelacionados, los cuales, a su vez, pueden contribuir a reforzar o agravar las desigualdades actuales. Asimismo, podrían generarse circuitos de retroalimentación que amenacen con perpetuar el círculo vicioso del cambio climático.

    La información que figura en este informe procede de diversos Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales e instituciones asociadas, así como de Centros Regionales sobre el Clima. Entre los asociados de las Naciones Unidas se incluyen la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud.

    El informe constituye una actualización de la versión provisional publicada en diciembre de 2020 y está acompañado de un mapa histórico sobre los indicadores climáticos a escala mundial.

    Gases de efecto invernadero
    Las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero siguieron aumentando en 2019 y 2020. El promedio mundial de las fracciones molares de dióxido de carbono (CO2) ya ha superado las 410 partes por millón (ppm), y si se mantiene la tendencia de la concentración de CO2 de los años anteriores, podría alcanzar o superar las 414 ppm en 2021, según se desprende del informe. El PNUMA señala que la desaceleración de la economía redujo temporalmente las nuevas emisiones de gases de efecto invernadero, pero no tuvo un impacto tangible en las concentraciones atmosféricas.

    Océanos
    Los océanos absorben hasta un 23 % de las emisiones anuales de CO2 de origen antropógeno en la atmósfera y actúan como un amortiguador del cambio climático. Sin embargo, el CO2 reacciona con el agua de mar y disminuye su pH, lo que da lugar a la acidificación de los océanos. Esto, a su vez, reduce la capacidad de los océanos para absorber CO2 de la atmósfera. De acuerdo con la COI de la UNESCO, la acidificación y la desoxigenación de los océanos han seguido produciéndose, lo que ha incidido en los ecosistemas, la vida marina y la pesca.

    Los océanos también absorben más del 90 % del exceso de calor generado por las actividades humanas. En 2019 el contenido calorífico de los océanos alcanzó el nivel más alto del que se tenga registro, y es probable que esta tendencia se haya mantenido en 2020. De acuerdo con el Servicio de Vigilancia Medioambiental Marina de Copernicus de la Unión Europea, la tasa de calentamiento de los océanos en el último decenio fue superior a la media a largo plazo, lo que indica una absorción continua del calor atrapado por los gases de efecto invernadero.

    En más del 80 % del océano se produjo, al menos, una ola de calor marina en 2020. El porcentaje del océano en el que se registraron olas de calor marinas “fuertes” (45 %) fue superior al correspondiente a las olas de calor marinas “moderadas” (28 %).

    Aumento del nivel medio del mar desde 1993

    Se ha observado un aumento del nivel medio del mar a escala mundial en todo el registro de altímetros de satélite (desde 1993). Sin embargo, recientemente el nivel medio del mar ha aumentado a un ritmo más rápido debido, en parte, al mayor derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida. El leve descenso del nivel medio del mar a escala mundial que se registró en el verano boreal de 2020 probablemente haya obedecido al desarrollo de las condiciones de La Niña. En general, el nivel medio del mar a escala mundial continuó aumentando en 2020.

    Criosfera

    Desde mediados de los años ochenta, las temperaturas del aire en superficie del Ártico se han elevado, al menos, dos veces más rápido que la media mundial. Esta situación podría tener importantes consecuencias no solo para los ecosistemas del Ártico, sino también para el clima mundial debido a diversos circuitos de retroalimentación, por ejemplo, las emisiones de metano a la atmósfera causadas por el deshielo del permafrost.

    En 2020, el valor mínimo de extensión del hielo marino en el Ártico luego del deshielo estival fue de 3,74 millones de km2; desde que se tienen registros, esta fue la segunda vez que se ha reducido a menos de 4 millones de km2. En los meses de julio y octubre se observó una reducción sin precedentes de la extensión del hielo marino. Las temperaturas máximas récords que se registraron al norte del círculo polar ártico en Siberia provocaron una aceleración del derretimiento del hielo marino en el mar de Siberia oriental y el mar de Laptev, en los que se produjo una ola de calor marina prolongada. El retroceso de los hielos marinos durante el verano boreal de 2020 en el mar de Laptev fue el más temprano que se haya observado en la era satelital.

    La capa de hielo de Groenlandia continuó perdiendo masa. Si bien el balance de masa superficial se acercó a la media a largo plazo, la pérdida de hielo debida a desprendimientos de témpanos se situó en el extremo superior del registro satelital de 40 años. En total, se perdieron aproximadamente 152 Gt de hielo de la capa de hielo de Groenlandia entre septiembre de 2019 y agosto de 2020.

    La extensión de hielo marino en la Antártida se mantuvo cerca de la media a largo plazo. No obstante, el manto de hielo antártico ha mostrado una fuerte tendencia a la pérdida de masa desde fines de los años noventa. Esta tendencia se aceleró en torno al año 2005 y, en la actualidad, la Antártida pierde aproximadamente entre 175 Gt y 225 Gt por año, debido a los crecientes caudales de los principales glaciares de la Antártida occidental y la península antártica.

    Una pérdida de 200 Gt de hielo por año corresponde a alrededor del doble del caudal anual del río Rin en Europa.

    Anomalía de la extensión de hielo ártico en setiembre (rojo) y en marzo (azul), comparado con el promedio del periodo 1981-2010

    Crecidas y sequías

    En 2020 se produjeron lluvias intensas e importantes inundaciones en grandes zonas de África y Asia. Las fuertes lluvias e inundaciones afectaron a la mayor parte del Sahel y del Gran Cuerno de África y provocaron una invasión de langostas del desierto. En el subcontinente indio y las zonas vecinas, China, la República de Corea, el Japón y algunas zonas de Asia Suroriental, también se registraron precipitaciones inusualmente elevadas en diferentes momentos del año.

    En 2020, una grave sequía azotó numerosas partes del interior de América del Sur, donde las zonas más afectadas fueron el norte de la Argentina, el Paraguay y las zonas fronterizas occidentales del Brasil. Se estima que en el Brasil las pérdidas agrícolas ascendieron a casi 3 000 millones de dólares de los Estados Unidos, y también se registraron pérdidas en la Argentina, el Uruguay y el Paraguay.

    La sequía prolongada persistió en algunas partes del sur de África, especialmente en las provincias de Cabo Septentrional y Cabo Oriental de Sudáfrica; sin embargo, las lluvias invernales contribuyeron a la constante recuperación de la situación de sequía extrema que alcanzó su nivel máximo en 2018.

    Calor e incendios

    En una amplia región del Ártico siberiano, las temperaturas en 2020 superaron la media en más de 3 °C, y se registró una temperatura récord de 38 °C en la localidad de Verkhoyansk. Asimismo, se produjeron grandes y prolongados incendios forestales.

    En los Estados Unidos, los más grandes incendios jamás registrados se desataron a finales del verano y en otoño. La sequía generalizada contribuyó a los incendios, y el período de julio a septiembre fue el más caluroso y seco observado en el suroeste. El Valle de la Muerte (California) alcanzó 54,4 °C el 16 de agosto, la temperatura más alta de la que se tiene conocimiento en el mundo en, al menos, los últimos 80 años.

    En el Caribe se produjeron importantes olas de calor en abril y septiembre. En Cuba, el 12 de abril se marcó un nuevo récord nacional de temperatura de 39,7 °C. Debido al calor extremo que se prolongó durante septiembre, se registraron récords nacionales o territoriales en Dominica, Granada y Puerto Rico.

    Australia batió récords de calor a principios de 2020, con la temperatura más alta observada en un área metropolitana australiana, en el oeste de Sídney, donde Penrith registró 48,9 °C.

    El verano fue muy caluroso en algunas partes de Asia oriental. El 17 de agosto, Hamamatsu (41,1 °C) igualó el récord nacional del Japón.

    Una serie de sequías y olas de calor azotaron Europa durante el verano de 2020, aunque, en general, no fueron tan intensas como las de 2018 y 2019. En el Mediterráneo oriental, el 4 de septiembre se superaron récords históricos en Jerusalén (42,7 °C) y Eilat (48,9 °C), tras una ola de calor que se produjo a finales de julio en Oriente Medio, cuando se registraron 52,1 °C en el aeropuerto de Kuwait y 51,8 °C en Bagdad.


    Ciclones tropicales

    La temporada de huracanes del Atlántico Norte de 2020, en la que se produjeron 30 tormentas con nombre, alcanzó el número máximo jamás registrado de tormentas con nombre. En los Estados Unidos de América, se registró un récord de 12 llegadas a tierra, con lo que se superó el récord anterior de 9 llegadas a tierra. El huracán Laura alcanzó una intensidad de categoría 4 y llegó a tierra el 27 de agosto en el oeste de Luisiana, donde provocó importantes daños y pérdidas económicas por valor de 19 000 millones de dólares. También se relacionó al huracán Laura, en su etapa de desarrollo, con los graves daños causados por las crecidas en Haití y la República Dominicana.

    La última tormenta de la temporada, Iota, fue también la más intensa y alcanzó la categoría 5 antes de llegar a tierra en América Central.

    El ciclón Amphan, que tocó tierra el 20 de mayo cerca de la frontera entre la India y Bangladesh, fue el ciclón tropical que más costos entrañó en el océano Índico septentrional desde que se iniciaron los registros; en la India, las pérdidas económicas se estimaron en aproximadamente 14 000 millones de dólares.

    El ciclón tropical más intenso de la temporada fue el tifón Goni (Rolly). Atravesó el norte de Filipinas el 1 de noviembre, con una velocidad media del viento (10 minutos) de 220 km/h (o superior) cuando llegó a tierra inicialmente, una de las llegadas a tierra más intensas jamás registradas.

    El 6 de abril, el ciclón tropical Harold causó un impacto considerable en las islas septentrionales de Vanuatu, donde afectó al 65 % de la población; además, provocó daños en Fiji, Tonga y las Islas Salomón.

    A principios de octubre, la tormenta Alex generó vientos extremos en el oeste de Francia, con ráfagas de hasta 186 km/h, acompañados de lluvias fuertes en una amplia zona. El 3 de octubre fue el día más lluvioso, promediado por zona, jamás registrado en el Reino Unido, con una media nacional de 31,7 mm; asimismo, se produjeron precipitaciones extremas cerca de la costa mediterránea, en ambos lados de la frontera entre Francia e Italia, con totales de 24 horas que superaron los 600 mm en Italia y los 500 mm en Francia.

    Otras tormentas violentas que cabe mencionar son las tempestades de granizo que ocurrieron en Calgary (Canadá) el 13 de junio, con pérdidas aseguradas superiores a 1 000 millones de dólares, y en Trípoli (Libia) el 27 de octubre, con pedriscos de hasta 20 cm y condiciones inusualmente frías.

    Consecuencias de la COVID 19
    De acuerdo con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, más de 50 millones de personas se vieron doblemente afectadas en 2020 por los desastres relacionados con el clima (crecidas, sequías y tormentas) y por la pandemia de COVID 19. Esta situación ha agravado la inseguridad alimentaria y ha sumado otra dimensión de riesgo a las operaciones de evacuación, recuperación y socorro vinculadas con fenómenos de efectos devastadores.

    El ciclón Harold, que azotó Fiji, las Islas Salomón, Tonga y Vanuatu y fue una de las tormentas más fuertes jamás registradas en el Pacífico Sur, provocó aproximadamente 99 500 desplazamientos. Las cuarentenas y los confinamientos establecidos a causa de la COVID 19 obstaculizaron las operaciones de respuesta y recuperación, lo cual demoró el suministro de equipos y asistencia.

    En Filipinas, aunque se evacuó preventivamente a más de 180 000 personas antes de que pasase el ciclón tropical Vongfong (Ambo) a mediados de mayo, la necesidad de medidas de distanciamiento social obligó a transportar a los residentes en números reducidos y la capacidad de los centros de evacuación debió reducirse a la mitad.

    En el norte de América Central, alrededor de 5,3 millones de personas necesitaron asistencia humanitaria, entre otras 560 000 desplazados internos antes del comienzo de la pandemia. Por lo tanto, las respuestas a los huracanes Eta e Iota se llevaron a cabo en un contexto de complejas vulnerabilidades interrelacionadas.


    Inseguridad alimentaria

    Porcentaje de personas malnutridas (azul) y millones d epersonas malnutridas (rojo). Tras decenios de disminución, la inseguridad alimentaria viene aumentando desde 2014 como consecuencia de los conflictos y la desaceleración de la economía, así como de la variabilidad del clima y los fenómenos meteorológicos extremos. En 2019, casi 690 millones de personas, es decir, el 9 % de la población mundial, estaban subalimentadas y unos 750 millones (casi el 10 %) sufrieron altos niveles de inseguridad alimentaria. Entre 2008 y 2018, las consecuencias de los desastres generaron un costo para los sectores agrícolas de los países en desarrollo superior a 108 000 millones de dólares en concepto de daños o pérdidas de la producción agropecuaria. De acuerdo con la FAO y el PMA, el número de personas clasificadas como personas que viven en condiciones de crisis, emergencia y hambruna había aumentado a casi 135 millones de personas en 55 países en 2019.

    Los efectos de la pandemia de COVID 19 perjudicaron a los sistemas agrícolas y alimentarios, lo que se tradujo en una inversión de las trayectorias de desarrollo y un retraso del crecimiento económico. En 2020, la pandemia afectó en forma directa a la oferta y la demanda de alimentos, lo que ocasionó perturbaciones en las cadenas de suministro locales, nacionales y mundiales, y puso en riesgo el acceso a los insumos, recursos y servicios agrícolas necesarios para respaldar la productividad agrícola y velar por la seguridad alimentaria. De acuerdo con la FAO, las restricciones de circulación, agravadas por los desastres relacionados con el clima, representaron desafíos considerables para la gestión de la inseguridad alimentaria en todo el mundo.

    Desplazamientos

    Durante el último decenio (2010 2019), se estima que los fenómenos meteorológicos provocaron, en promedio, 23,1 millones de desplazamientos de personas por año, la mayoría de los cuales se produjeron dentro de las fronteras nacionales, de acuerdo con el Observatorio de Desplazamiento Interno. Durante el primer semestre de 2020 se registraron alrededor de 9,8 millones de desplazamientos, que obedecieron, en gran parte, a peligros y desastres hidrometeorológicos y ocurrieron principalmente en el sur y sureste de Asia y en el Cuerno de África.


    Se prevé que, con los acontecimientos que tuvieron lugar durante el segundo semestre del año, incluidos los desplazamientos vinculados a las inundaciones en la región del Sahel, la activa temporada de huracanes del Atlántico y los impactos de los tifones en Asia suroriental, el total del año se acercará a la media de la década.

    De acuerdo con la OIM y la ACNUR, numerosas situaciones de desplazamiento provocadas por fenómenos hidrometeorológicos han pasado a ser desplazamientos prolongados para algunas personas que no pueden volver a sus hogares o que no disponen de opciones para integrarse a escala local o asentarse en otros lugares. Estas personas también pueden verse afectadas por desplazamientos reiterados y frecuentes, que dejan poco tiempo para recuperarse entre una conmoción y la siguiente.

    Enseñanzas y oportunidades para reforzar la acción climática

    Según el FMI, si bien la actual recesión mundial causada por la pandemia de COVID 19 podría dificultar la adopción de las políticas necesarias para la mitigación, también ofrece la oportunidad de conducir a la economía por un camino más verde impulsando la inversión en infraestructura pública ecológica y resiliente, y así, favorecer el producto interno bruto y el empleo durante la fase de recuperación.

    Las políticas de adaptación destinadas a fortalecer la resiliencia al cambio climático, como las inversiones en infraestructura resistente a los desastres y en sistemas de alerta temprana, la distribución del riesgo mediante los mercados financieros y la creación de redes de protección social, pueden limitar el impacto de las conmociones relacionadas con el tiempo y ayudar a acelerar la recuperación de la economía.

    La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua. Sitio web: http://www.wmo.int

    Notas para los editores:

    Los activos digitales están disponibles aquí y el mapa histórico, aquí.

    La información que figura en este informe procede de diversos Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) e instituciones asociadas, así como de Centros Regionales sobre el Clima, el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas (PMIC), la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG), la Vigilancia de la Criosfera Global y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus de la Unión Europea. Entre los asociados de las Naciones Unidas se incluyen la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

    La OMM agradece todo el arduo trabajo realizado para la elaboración del informe a fin de que pueda considerarse una fuente autorizada de información sobre el estado del clima y los impactos climáticos. Se agradece especialmente a la Oficina Meteorológica del Reino Unido, que fue el autor principal del presente informe.

    Por temperatura media mundial se entiende la media de los cinco conjuntos de datos que se enumeran a continuación. Las anomalías de la temperatura media mundial se expresan respecto al promedio del período 1850-1900.

    La OMM usa conjuntos de datos (basados en datos climatológicos mensuales procedentes de sitios de observación de Miembros de la OMM) elaborados y mantenidos por la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) de los Estados Unidos, el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), el Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido y la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia del Reino Unido.

    También utiliza conjuntos de datos de reanálisis del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) y de su Servicio de Cambio Climático del programa Copernicus, así como del Servicio Meteorológico del Japón. Este método combina millones de observaciones meteorológicas y marinas —incluidas las satelitales— con los resultados de modelos a fin de producir un reanálisis completo de la atmósfera. Cuando se combinan observaciones y resultados de modelos se puede estimar la temperatura en cualquier momento y lugar del globo, incluso en zonas con escasez de datos, como las regiones polares.

    Para todos los demás indicadores climáticos principales se utilizan conjuntos de datos reconocidos internacionalmente. En el informe se incluye información más detallada.

    Fuente: AEMETBLOG

     

     

  • Plataforma comunitaria de la OMM

    1 - 2 minutos

    La Plataforma Comunitaria de la OMM (community.wmo.int) está optimizando la forma en que la colectividad del tiempo, el clima y el agua interactúa y trabaja conjuntamente. Las herramientas de la Plataforma para el análisis comparativo y la visualización de la información están proporcionando una mejor visión del trabajo y las necesidades de la comunidad y una mayor participación para la buena gestión. En esta Plataforma digital impulsada por la sociedad, los miembros y socios de la OMM son " propietarios " de su contenido y lo administran. La Plataforma Comunitaria de la OMM es suya, usted debe llenarla de vida. Consulte community.wmo.int/activity-areas/community-platform para ver las noticias de la Comunidad y las directrices sobre cómo utilizar la plataforma.

    Fuente: 

  • Pronóstico de lluvias para el Cuerno de África

    5  - 6 minutos

    Una nueva previsión estacional para el Cuerno de África, asolado por la sequía, muestra mayores posibilidades de una fuerte temporada de lluvias en muchas partes de la región. Pero esto va unido a la prudencia y a la advertencia de que los interesados deben seguir preparándose para los "peores escenarios". 

    La temporada de marzo a mayo constituye una importante estación de lluvias, sobre todo en las zonas ecuatoriales de la región, donde aporta hasta el 70% del total de las precipitaciones anuales. Si las lluvias volvieran a faltar tendrían enormes consecuencias socioeconómicas, tras dos años de sequía persistente que ya han diezmado la ganadería y la agricultura y socavado la salud y el bienestar en una de las regiones más vulnerables del mundo. Se calcula que entre 12 y 14 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria grave en Etiopía, Kenia y Somalia.

    En este contexto, el Foro sobre las Perspectivas Climáticas del Gran Cuerno de África (GHACOF) reunió a servicios meteorológicos y científicos del clima, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, responsables de la toma de decisiones en sectores sensibles al clima y representantes de la sociedad civil para debatir los posibles impactos y cómo hacer frente a la crisis humanitaria que se avecina. 

    Perspectiva climática del Cuerno de África Feb 2022 

    Las partes del sur y del centro de la región tienen las mayores probabilidades de recibir más lluvia de lo normal en esta época del año, en particular el sur, el centro y el norte de Tanzania, el este de Uganda, el norte de Burundi, el este de Ruanda, el sur y el oeste de Kenia, el este de Sudán del Sur, el oeste de tiopía, algunas localidades del sur y el sureste de Etiopía, y el sur y el norte de Somalia, según el pronóstico. 

    Sin embargo, es probable que el oeste de Sudán del Sur y el centro y noreste de Etiopía reciban menos lluvias de lo habitual. El ICPAC también estima que podrían registrarse temperaturas más altas de lo normal en el sur de Tanzania, la mayor parte de Kenia, Etiopía, Yibuti, Eritrea y el norte de Sudán.

    Predicción estacional 

    El foro de perspectivas estacionales, conocido como GHACOF60, fue convocado por el Centro de Predicción Climática y Aplicaciones (ICPAC) de la IGAD, que es un Centro Climático Regional designado por la OMM. Su previsión estacional se basa en un análisis de varias predicciones de modelos climáticos globales adaptados a África Oriental.

    Sin embargo, es importante señalar que las previsiones de los modelos climáticos globales tienen una precisión relativamente baja en la temporada de marzo-abril-mayo. Esto se debe en gran medida a que la asociación entre las precipitaciones y las teleconexiones, como la Oscilación del Sur de El Niño y el Dipolo del Océano Índico, son débiles en esta época del año.

    "Dado que en las tres últimas temporadas hemos experimentado precipitaciones por debajo de la media, una temporada más húmeda de lo normal no significa que la región vaya a recuperarse inmediatamente de los impactos de la sequía, especialmente en las zonas orientales del Cuerno.

     

    En las regiones más afectadas por la sequía, las tendencias actuales son comparables a las observadas durante la hambruna de 2010-2011 y la emergencia por sequía de 2016-2017.

    Las actualizaciones de la situación de la sequía del ICPAC seguirán de cerca la evolución de la situación y los resultados de la temporada. Sin embargo, teniendo en cuenta la elevada pérdida de ganado y las muertes registradas hasta ahora y que las próximas cosechas empiezan alrededor de agosto, cabe señalar que cualquier impacto positivo se producirá mucho más tarde.

    El análisis del Índice de Precipitación Estandarizado (SPI) de las precipitaciones observadas y previstas para el periodo de 6 a 15 meses que finaliza el 31 de mayo de 2022 indica déficits de precipitaciones a largo plazo en muchas partes de las regiones ecuatoriales y meridionales.  En particular, el SPI de 12 meses representa unas condiciones de sequía multiestacional de moderada a grave en la región, especialmente en Uganda, el sur y el sureste de Etiopía, el este de Kenia y el sur de Somalia. Sin embargo, las condiciones esperadas, más húmedas que la media, probablemente aumentarán la disponibilidad de agua sobre el este de Kenia y el norte de Somalia durante la temporada de marzo a mayo de 2022, según el informe técnico de las predicciones.

    Las predicciones estacionales abarcan zonas relativamente amplias. Podrían producirse diferencias locales y mensuales a medida que avanza la estación. Es posible que se produzcan episodios de lluvias intensas y superiores a las normales en zonas con una mayor probabilidad por debajo de los totales estacionales normales y viceversa. El ICPAC proporcionará actualizaciones regionales de forma regular, mientras que los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) proporcionarán actualizaciones climáticas detalladas a nivel nacional y subnacional. 

    La OMM apoya los foros de predicción climática regional en todo el mundo, proporcionando información climática práctica para la próxima temporada, aprovechando las aportaciones de los centros productores mundiales y regionales y de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales. La mejora de las previsiones estacionales es fundamental para ayudar a planificar con antelación en sectores sensibles al clima como la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud y la reducción del riesgo de desastres. 

    Asistencia humanitaria

    La OMM está reforzando su capacidad para proporcionar apoyo a medida al sector humanitario. Esto incluye ofrecer apoyo para facilitar el acceso a los datos, servicios y conocimientos más adecuados de la comunidad de la OMM para mejorar el desarrollo, el diseño y el funcionamiento de los mecanismos de previsión meteorológica y climática.

    El secretario ejecutivo de la IGAD, el Dr. Workneh Gebeyehu, declaró que, más allá de la asistencia humanitaria inmediata, "existe una necesidad urgente de cooperación regional e internacional para apoyar los esfuerzos nacionales destinados a aumentar la resiliencia de las comunidades mediante la inversión en el desarrollo sostenible como el enfoque más eficaz para gestionar las sequías recurrentes".

    "En vista de estas terribles realidades, la IGAD renueva su llamamiento para que se intensifiquen inmediatamente los esfuerzos humanitarios y de reducción de riesgos, principalmente por parte de los respectivos gobiernos nacionales, los agentes humanitarios y los socios de desarrollo. Por último, la IGAD insta a los gobiernos de los Estados miembros a que aumenten las inversiones en intervenciones para mejorar la resistencia a la sequía y a que adopten enfoques innovadores de gestión del riesgo de sequía, incluida la activación de acciones anticipadas basadas en las previsiones", dice la declaración.

    Fuente: 

  • Un informe examina los factores meteorológicos y de la calidad del aire que inciden en la COVID-19

    COVID REPORT

     

    Las medidas adoptadas por los gobiernos, y no los factores meteorológicos, son el elemento que permite contener en mayor medida la transmisión de la COVID-19.

    Los datos del informe preliminar sugieren que las condiciones climáticas no deberían utilizarse como argumento para flexibilizar las medidas de control.

    Ginebra, 18 de marzo de 2021 — Un Equipo Especial de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado su primer informe sobre los factores meteorológicos y de la calidad del aire que inciden en la pandemia de COVID-19. En él se advierte que las condiciones meteorológicas y climáticas, como el aumento de la temperatura que se produce con la llegada de la primavera en el hemisferio norte, no deberían esgrimirse como argumento para relajar las medidas adoptadas para frenar la propagación del virus.

    Según explica el grupo formado por 16 expertos en ciencias médicas, ciencias de la Tierra y salud pública, parece que el elemento que más influyó en la dinámica de transmisión de la COVID-19 en 2020 y principios de 2021 fueron las medidas gubernamentales —como el uso obligatorio de la mascarilla y las restricciones impuestas a los desplazamientos— y no los factores meteorológicos. Otros condicionantes importantes fueron los cambios en la conducta de las personas y en la demografía de las poblaciones afectadas y, más recientemente, las mutaciones del virus.

    "En estos momentos, las pruebas no respaldan el uso de los factores meteorológicos y de la calidad del aire como base para que los gobiernos flexibilicen las medidas adoptadas para reducir la transmisión del virus", afirmó el copresidente del Equipo Especial, el doctor Ben Zaitchik, del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos). "La cantidad de casos positivos aumentó en las estaciones y regiones cálidas durante el primer año de la pandemia, y no hay pruebas de que esto no pueda volver a ocurrir el próximo año".

    En el informe del Equipo Especial se proporciona un resumen de las principales conclusiones publicadas hasta la primera semana de enero de 2021. Por tanto, no se analizan artículos revisados por pares en los que se aborde la influencia de los factores meteorológicos y de la calidad del aire en la transmisión de las nuevas cepas del coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2 (SARS-CoV-2) ni la gravedad de las infecciones causadas por esas nuevas cepas.

    En el informe se examina la función que puede desempeñar la estacionalidad. Las infecciones víricas respiratorias suelen presentar algún tipo de estacionalidad, en particular el pico que se da en otoño e invierno en el caso de la gripe y de los coronavirus causantes del resfriado en climas templados. Ello ha alimentado las expectativas de que la COVID-19 acabe siendo una enfermedad marcadamente estacional si persiste durante varios años.

    "Aún no se comprenden totalmente los mecanismos subyacentes por los que se rige la estacionalidad de las infecciones víricas respiratorias. Es posible que exista una combinación de repercusiones directas en la supervivencia del virus, efectos en la resistencia de los seres humanos a la infección y una influencia indirecta de los factores meteorológicos y estacionales que se manifiesta en forma de cambios en la conducta de las personas", según se explica en el resumen ejecutivo del informe.

    "Los estudios de laboratorio sobre el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, han aportado algunos indicios que apuntan a una mayor supervivencia del virus en condiciones frías, secas y de baja radiación ultravioleta. Sin embargo, esos estudios aún no han indicado si las influencias meteorológicas directas en el virus inciden de forma significativa en las tasas de transmisión en condiciones reales", según se advierte en el informe ejecutivo.

    Las pruebas sobre la influencia de la calidad del aire aún no son concluyentes. Según el Equipo Especial, algunos indicios preliminares llevan a pensar en un aumento de la mortalidad por COVID-19 a causa de la mala calidad del aire, pero no se dispone de pruebas que establezcan una relación directa entre contaminación y transmisión aérea del SARS-CoV-2.

    El informe se centra en las condiciones meteorológicas y de la calidad del aire en exteriores, pero no aborda en detalle la circulación del aire en interiores.

    El Equipo Especial, formado por expertos internacionales procedentes de múltiples ámbitos distintos, fue establecido por la Junta de Investigación de la OMM con el fin de proporcionar con la mayor brevedad un resumen del estado de los conocimientos sobre las posibles influencias de los factores meteorológicos y de la calidad del aire en el comportamiento de la COVID-19, dada la asombrosa cantidad de artículos y prepublicaciones actualmente disponibles.

    "El vertiginoso avance en la investigación sobre la COVID-19 supuso la publicación de estudios con datos limitados a raíz de la falta de tiempo para contrastar la información y someterla a procesos de revisión por pares. Pronto quedó claro que los indicios comunicados eran a menudo contradictorios o parciales debido a deficiencias metodológicas y de los datos. Por ello, el Equipo Especial de la OMM pretende fomentar las buenas prácticas en materia de investigación y comunicación", señala el profesor Jürg Luterbacher, director del Departamento de Ciencia e Innovación de la OMM y director científico de la Organización.

    La futura labor del Equipo Especial comprenderá la actualización de las pruebas científicas a lo largo de los próximos meses, así como el establecimiento y la promoción de un conjunto estructurado de cuestiones, objetivos y prioridades preeminentes en materia de investigación que permita orientar las inversiones en actividades de investigación destinadas a determinar el nexo entre la pandemia y las condiciones meteorológicas y climáticas y la calidad del aire.

    El Equipo Especial también asesorará e informará sobre buenas prácticas y normas mínimas que deben observarse para establecer métodos de modelización integrada de enfermedades infecciosas que tengan en cuenta factores medioambientales, y recomendará estrategias que la OMM debería aplicar en el marco de sus actividades de investigación y suministro de información para tomar en consideración el vínculo entre el coronavirus, las condiciones climáticas y meteorológicas y la calidad del aire.

     

    Ejemplos de mecanismos propuestos a través de los cuales los factores meteorológicos

    Ejemplos de mecanismos propuestos a través de los cuales los factores meteorológicos
    y de la calidad del aire influyen en las infecciones víricas respiratorias

     

    Resumen ejecutivo:

    •      Hasta la fecha, los estudios epidemiológicos sobre la COVID-19 han brindado resultados dispares en cuanto a la sensibilidad del virus y de la enfermedad a los factores meteorológicos.

    •      Parece que la dinámica de transmisión de la COVID-19 en 2020 pudo controlarse principalmente gracias a las medidas adoptadas por los gobiernos, no como consecuencia de factores meteorológicos. Otros condicionantes importantes son los cambios en la conducta de las personas y en la demografía de las poblaciones afectadas y, más recientemente, las mutaciones del virus.

    •      Las infecciones víricas respiratorias suelen presentar algún tipo de estacionalidad, en particular en climas templados. La estacionalidad de este tipo de enfermedades —en particular el pico que se da en otoño e invierno en el caso de la gripe y de los coronavirus causantes del resfriado en climas templados— ha alimentado las expectativas de que la COVID-19 acabe siendo una enfermedad marcadamente estacional en caso de que persista durante varios años (véase la figura).

    •      Aún no se comprenden plenamente los mecanismos subyacentes por los que se rige la estacionalidad de las infecciones víricas respiratorias. Es posible que exista una combinación de repercusiones directas en la supervivencia del virus, efectos en la resistencia de los seres humanos a la infección y una influencia indirecta de los factores meteorológicos y estacionales que se manifiesta en forma de cambios en la conducta de las personas (véase la figura).

    •      Los estudios de laboratorio sobre el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, han aportado algunos indicios que apuntan a una mayor supervivencia del virus en condiciones frías, secas y de baja radiación ultravioleta. Sin embargo, esos estudios aún no han indicado si las influencias meteorológicas directas en el virus inciden de forma significativa en las tasas de transmisión en condiciones reales.

    •      Hay indicios de que la exposición crónica y a corto plazo a la contaminación atmosférica agrava los síntomas y aumenta la mortalidad de algunas enfermedades respiratorias. Son datos coherentes con los primeros estudios sobre la mortalidad por COVID-19, pero esos resultados deben confirmarse y consolidarse regulando los factores de riesgo individuales. En estos momentos no se dispone de datos directos revisados por pares sobre las consecuencias de la contaminación en la viabilidad del SARS-CoV-2 en el aire.

    •      Los estudios de modelización basados en procesos prevén que, con el paso del tiempo, la transmisión de la COVID-19 puede adquirir un carácter estacional, y ello sugiere que los factores meteorológicos y de la calidad del aire pueden contribuir al monitoreo y a la predicción de la COVID-19 en los próximos meses y años.

    •      Sin embargo, en este momento los datos no respaldan el uso de los factores meteorológicos y de la calidad del aire como argumento para que los gobiernos relajen las medidas adoptadas para reducir la transmisión de la enfermedad.

    •      Deben llevarse a cabo estudios que permitan cuantificar los vínculos entre los factores meteorológicos y de la calidad del aire y la COVID-19. Es fundamental que los estudios de modelización tengan debidamente en cuenta los factores de confusión, consideren los efectos directos e indirectos de los factores meteorológicos y de la calidad del aire, aborden las limitaciones del registro de datos sobre la COVID-19, informen de los intervalos de incertidumbre, evalúen la capacidad de predicción y apliquen técnicas adecuadas de modelización estadística o basada en procesos.

    •      Para poder estudiar los riesgos vinculados a la COVID-19, y en particular la influencia de los factores meteorológicos y de la calidad del aire, es fundamental poder consultar de forma abierta y oportuna datos de calidad controlada sobre la COVID-19 y los factores de riesgo asociados. Las iniciativas encaminadas a proporcionar esos datos han carecido de coordinación, y ponen de manifiesto la necesidad de contar con una infraestructura de notificación de información que respalde la gestión y la difusión de datos para fines de análisis de las enfermedades epidémicas.

    •      Los estudios revisados por pares pueden influir en las decisiones adoptadas en materia de salud pública y en la percepción de la población en lo que al riesgo de contraer la enfermedad se refiere. Por ello, es fundamental que investigadores, editores y proveedores de información mantengan un elevado nivel de exigencia a la hora de analizar y evaluar nuevos estudios.

    •      Igualmente importante es lograr una comunicación clara y activa entre investigadores, medios de comunicación e instancias decisorias que permita aplicar los resultados científicos a las políticas de forma adecuada, objetiva, transparente y responsable.

    La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado
    de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua

    Para más información, diríjase a: Clare Nullis, agregada de prensa.
    Correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Teléfono móvil: +41 79 709 1397

    Notas para los editores:
    Miembros del Equipo Especial
    Rosa Barciela, Oficina Meteorológica del Reino Unido (Exeter, Reino Unido)
    Emily YY Chan, Facultad de Salud Pública y Atención Primaria Jockey Club (Hong Kong, República Popular China)
    David Farrell, Instituto de Meteorología e Hidrología del Caribe (IMHC) (Bridgetown, Barbados)
    Yun Gao, Academia China de Ciencias Meteorológicas, Administración Meteorológica de China (Beijing, República Popular China)
    Ken Takahashi Guevara, Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI) (Lima, Perú)
    Sophie Gumy, Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud, Organización Mundial de la Salud (OMS) (Ginebra, Suiza)
    Masahiro Hashizume, Facultad de Medicina, Universidad de Tokio (Tokio, Japón)
    Rachel Lowe, Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Londres, Reino Unido)
    Nick H. Ogden, Agencia de Salud Pública del Canadá (Guelph, Ontario, Canadá)
    Judy Omumbo, Academia Africana de Ciencias (Nairobi, Kenya)
    Vincent-Henri Peuch, director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) y director adjunto del Departamento de Copernicus en el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF)
    Xavier Rodó, Instituto de Salud Global Barcelona (ISGlobal) (Barcelona, España)
    Paulo Saldiva, Universidad de São Paulo, Facultad de Medicina (FMUSP) (São Paulo, Brasil)
    Juli Trtanj, Oficina del Programa Climático de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) (Washington DC, Estados Unidos)
    Ben Zaitchik, Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Maryland, Estados Unidos)
    Tong Zhu, Facultad de Ciencias Ambientales e Ingeniería, Universidad de Beijing (Beijing, República Popular China)

     

    https://youtu.be/uel6enqilP0

     

    Acceso a la noticia original en la web de la OMM: https://bit.ly/3vFmfzd

     

  • Un yate con flotadores para observar navega por el Atlántico

    6  - 8 minutos

    Por primera vez, un velero cargado con docenas de instrumentos de medición navegará por el Océano Atlántico para renovar las boyas de perfilador global Argo que se encuentran en lugares de difícil acceso. Esto contribuirá a la observación en tiempo real y a la vigilancia del Océano, con una huella de carbono mínima. 

    El equipo francés de Blue Observer, a bordo del S/V Iris, instalará un total de 100 instrumentos de medición autónomos, denominados flotadores Argo, en zonas remotas del Océano Atlántico que rara vez son frecuentadas por buques y que, por tanto, es necesario observar en ellas. Hay tantos flotadores a bordo que la tripulación y el equipo de observadores apenas tienen espacio para dormir.

    Los flotadores Argo son robots autónomos que van a la deriva con las corrientes oceánicas y se mueven hacia arriba y hacia abajo entre la superficie y el nivel medio del agua, recogiendo perfiles de presión, temperatura y salinidad de los 2 kilómetros superiores del océano. Estos instrumentos son verdaderos centinelas del clima, que alimentan los modelos de predicción atmosférica, vitales para comprender el cambio climático y predecir los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.

    Esta inédita colaboración nació hace un año, durante la pandemia de COVID-19, cuando el despliegue de flotadores Argo y otros instrumentos oceanográficos por parte de los buques de investigación se vio profundamente afectado por las restricciones.

    "Cada año deben desplegarse unos 1.000 flotadores oceanográficos Argo para mantener el Sistema Mundial de Observación de los Océanos. A menudo son desplegados de forma ocasional por buques de investigación, pero éstos son muy costosos y sus trayectorias están ligadas a misiones específicas y no pueden cubrir todos los huecos ni trabajar en todas las estaciones. La colaboración con los ciudadanos nos permite llegar a zonas remotas y aún no bien mapeadas del océano, llenando lagunas de observación críticas", dice Mathieu Belbéoch, Director de OceanOPS.

    Dominique Berod, Jefe de la División de Vigilancia de la Tierra de la OMM, afirma: "Las observaciones son fundamentales para comprender cómo el sistema complejo de la Tierra - atmósfera, los océanos, las masas de agua dulce, la tierra y la biosfera- da lugar a nuestro tiempo, clima e hidrología. Los datos son el inicio de todo nuestro conocimiento, y las observaciones de los océanos son cruciales para apoyar los servicios esenciales que necesitan todos los sectores de la sociedad, ya que se enfrentan a desafíos, como el cambio climático y el aumento de la frecuencia y el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos."

    "Ante un clima cambiante, y en la línea de la COP-26 de Glasgow, ahora más que nunca se necesitan observaciones oceánicas para mejorar la comprensión y las predicciones de las condiciones meteorológicas, climáticas y oceánicas. La OMM da las gracias a todos los que han participado en esta expedición, que es un magnífico ejemplo de colaboración internacional en materia de ciencia para el desarrollo sostenible", añade Sarah Grimes, Jefa de los Servicios Marinos de la OMM.

    Cerrar las lagunas en la observación de los océanos

    El equipo Blue Observer zarpó en el Atlántico con los flotadores de observación ArgoLa expedición oceanográfica de tres meses de duración partió del puerto de Brest, donde el equipo Euro-Argo ERIC -encargado de la contribución europea al programa Argo- coordinó la carga del barco con 17 flotadores Argo europeos. Los instrumentos, proporcionados por el Instituto Ifremer de Francia, el Real Instituto Meteorológico (KNMI) de los Países Bajos y la Agencia Federal Marítima e Hidrográfica (BSH) de Alemania, se desplegarán en ruta hacia los Estados Unidos. "Se trata de una primera experiencia innovadora para el Programa Argo al coordinar una operación de este tipo de despliegue de flotadores desde un único buque a lo largo del Atlántico, y Euro-Argo ERIC está orgulloso de contribuir a ella", afirma Sylvie Pouliquen, Directora de Euro-Argo ERIC. "Si la operación tiene éxito, los veleros podrían ser considerados como medios complementarios, de baja huella de carbono, para desplegar o recuperar flotadores en el mar", añade Pouliquen.

    Tras aproximadamente dos semanas de navegación transatlántica, el R/V Iris llegará a Woods Hole, Connecticut, en EE.UU. Allí se procederá a su recarga con otros 83 flotadores estadounidenses y canadienses, para su despliegue en zonas insuficientemente cubiertas del Océano Atlántico Sur, en dirección a la isla de Santa Elena.

    Susan Wijffels, copresidenta del equipo directivo de Argo y una de las principales socias del proyecto, afirma: "Argo ha revolucionado nuestra capacidad de " observar " las remotas y vastas regiones oceánicas, y esto es vital para comprender mejor los cambios meteorológicos y los extremos oceánicos, y cómo evolucionará el clima en las próximas décadas. El viaje de Iris nos ayudará a rastrear vastas regiones del Atlántico en los próximos años, al completar el conjunto que allí se encuentra". 

    Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible 

    La misión OceanOPS & Blue Observer es un proyecto piloto de la Odisea del Decenio de los Océanos. Con este proyecto, OceanOPS pretende mejorar

    El equipo de Blue Observer zarpó en el Atlántico con Argo para observar los océanos mediante la cooperación con nuevos tipos de buques oceánicos, ONG, ciudadanos y sectores privados.

    "Necesitamos urgentemente un aumento específico de las observaciones, así como el apoyo de una gama más amplia de actores de los sectores privado y público, y una mayor colaboración", afirma Emma Heslop, de la Oficina de Proyectos del GOOS.

     

    Uno de los retos del Proyecto Odyssey es garantizar que los datos y la información sobre los océanos se entreguen a tiempo y sean de fácil acceso para todos los usuarios. Este reto está en consonancia con la Resolución de la Política Unificada de Datos de la OMM, recientemente aprobada, que evalúa el intercambio gratuito y sin restricciones de datos de observación de todas las partes del mundo, y es uno de los pilares de la misión de OceanOPS & Blue Observer. 

    Velero de leyenda y tripulación multidisciplinar 

    El R/V Iris tiene un gran historial de circunnavegaciones. El velero ostenta el récord de la vuelta al mundo a la inversa: 122 días, 14 horas y 49 segundos, establecido en 2014. En 2007, dio la vuelta a la Antártida de este a oeste en contra de los vientos dominantes, con la famosa navegante francesa Maud Fontenoy. Tras su renovación, el yate está totalmente equipado con numeroso material científico, y acoge a una tripulación de 7 personas, entre ellas 4 marineros, 1 ingeniero, 1 científico y 1 persona de los medios de comunicación. 

    El material científico a bordo incluye una estación meteorológica para la recogida de datos (presión atmosférica, temperatura, humedad, etc.) y una boya a la deriva para las corrientes oceánicas, ambos donados por Météo-France un termosalinógrafo proporcionado por Ifremer, para la medición de datos de temperatura y salinidad en superficie filtros microbiológicos y un laboratorio biológico para la recogida de muestras de plancton y aerosoles en mar abierto, y para realizar análisis a bordo flotadores de perfilado Argo, que proporcionan perfiles de temperatura y salinidad de los 2 kilómetros superiores del océano.

    La misión OceanOPS & Blue Observer, financiada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI), Argo Canada y el Consorcio Europeo de Infraestructuras de Investigación Euro-Argo (Euro-Argo ERIC), es el resultado de una intensa colaboración entre los sectores intergubernamental, público y privado facilitada por OceanOPS. 

    OceanOPS es un centro conjunto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Es el eje internacional y el centro de excelencia que proporciona servicios vitales de seguimiento, coordinación e integración de datos y metadatos, a través de una red creciente de comunidades de observación oceanográfica y meteorológica marina mundial.

    Fuente: Publicado 16 de noviembre de 2021