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COP26

  • ¿Cómo puede la ciencia de las cosas pequeñas ayudar en un reto tan grande como el cambio climático?

    Kinga Lubowiecka / EMBL Author provided

     

    La humanidad está aceptando poco a poco que nos enfrentamos a uno de los mayores retos de la historia de nuestra especie: el cambio climático a escala planetaria causado por la actividad humana. El reto es enorme, tanto por su importancia como por su escala física (el planeta tiene una superficie de 510 millones de km²).

    A pesar de la enormidad literal, una parte importante de la solución reside en el estudio de agentes y entes biológicos situados en el extremo opuesto de la escala: genes, proteínas y otras biomoléculas que parecen infinitamente pequeñas. El reciente desarrollo de vacunas contra la covid-19 es un gran ejemplo de cómo la comprensión de la estructura de proteínas y genes puede tener un impacto global en la sociedad.

    El Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), junto con otros científicos internacionales, publica ahora un libro blanco con múltiples ejemplos de cómo este argumento es igualmente válido para la lucha contra el cambio climático. El planeta Tierra es una compleja red de vida, y la biología molecular reside en el interior de todos los sistemas vivos.

    Calentamiento global y emisiones de metano

    Varios países presentes en la COP26 han acordado reducir las emisiones de metano en los próximos años. El metano es un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global.

    Una gran parte de estas emisiones procede de las prácticas agrícolas modernas, y más concretamente de los métodos de cría animal utilizados para satisfacer la creciente demanda de carne y pescado. El ganado produce grandes cantidades de metano debido a su metabolismo y al modo en que digieren los alimentos en su intestino.

    La biología molecular podría ayudar a desarrollar nuevos alimentos para el ganado que diesen lugar a una menor producción de metano, sin afectar al contenido de proteínas y otros nutrientes esenciales. La investigación genética sobre las características del ganado, el microbioma de las vacas y la alimentación de estos animales puede ayudar al desarrollo de estos piensos.

    Además, la biología molecular también puede ayudar al desarrollo de alternativas a la carne mediante la investigación de las características de los alimentos vegetales para mejorar su cosecha y sabor.

    Cuarta generación de biocombustibles

    Otra fuente importante de emisiones procede de los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural. En este caso, la biología sintética y la biología de sistemas estaría liderando el camino hacia la cuarta generación de biocombustibles. Tanto la ingeniería de microorganismos como la de cultivos agrícolas podrían servir como fuente principal de biocombustibles.

    Además de reducir las emisiones de gas, debemos eliminar el dióxido de carbono presente en la atmósfera. Una de las contribuciones clave de las ciencias de la vida es el estudio de los procesos involucrados en la reducción de carbono, como la fotosíntesis.

    Hay especies de plantas, algas y procariotas que son increíblemente eficaces en capturar el carbono de la atmósfera y de los océanos, incluso más que los árboles y plantas. Un estudio más profundo de estos organismos y sus mecanismos moleculares podría permitir su uso en procesos a gran escala para eliminar CO₂ de la atmósfera.

    Ecosistemas y pérdida de biodiversidad

    La Tierra está experimentando la sexta extinción a gran escala, y la causa es la acción humana sobre el medio ambiente. El ser humano ha provocado profundos cambios en la distribución de los ecosistemas y de organismos como microorganismos, animales y plantas, así como en la forma en que interactúan entre sí.

    El último informe del IPCC señala que la actividad humana ha alterado el clima del planeta de forma irreversible para los próximos cientos de miles de años. La biología molecular aporta conocimientos en este ámbito del cambio climático con sus estudios sobre la forma en que las diferentes especies de seres vivos se adaptan, prosperan o disminuyen cuando el entorno se modifica.

    Por ejemplo, el estudio en profundidad de las especies resistentes a determinados agentes agresores del medio ambiente y el estudio de las especies centinela que indican cambios en el medio ambiente y los mecanismos moleculares que sustentan sus respuestas pueden aplicarse a los seres vivos más sensibles a los cambios en el entorno.

    Estos estudios ayudarían a la comunidad científica a entender los efectos de los cambios en la naturaleza y a establecer un sistema de alerta para evitar cambios irreversibles en determinados ecosistemas en riesgo.

    Contaminación antropogénica

    Este tipo de contaminación incluye, entre otros, los plásticos y los productos químicos. Una gran cantidad de estos contaminantes creados por el ser humano se están acumulando en el medio ambiente llegando hasta la cadena alimentaria, con el subsecuente perjuicio tanto al planeta como a los seres humanos. Es imprescindible pues determinar cómo interactúan estos residuos con los distintos tipos de vida a nivel molecular, a nivel orgánico y a nivel de ecosistema.

    La biología molecular puede aportar soluciones para ayudar a limpiar nuestro entorno. Hay científicos que ya están estudiando áreas como la biodegradación de los polímeros de plástico o el metabolismo de fármacos en el medio ambiente. Nuevos análisis químicos permitirían a los expertos caracterizar bibliotecas químicas (denominadas quimiotecas) de pesticidas, antibióticos, compuestos naturales y esteroides, así como metabolitos en el contexto de la salud ambiental y los sistemas microbianos.

    Para conseguir los objetivos descritos en el libro blanco de EMBL es necesario un gran esfuerzo colectivo. La comunidad científica debe ser aún más interdisciplinar, más diversa, colaborativa y divulgativa.

    Los climatólogos, los ecólogos, los físicos, los biólogos moleculares y demás investigadores deben recibir apoyo para trabajar juntos.

    Es necesaria una mayor inversión por parte de los Gobiernos y las autoridades para acelerar los resultados de la ciencia básica que permitan comprender mejor el planeta en el que vivimos para encontrar soluciones a la crisis climática e iniciar la recuperación ecológica.

     

    Publicado en  el 23 de noviembre de 2021. Enlace al original: https://bit.ly/3nQhLnO

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    James Sharpe no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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  • El océano es fundamental para hacer frente al cambio climático. Entonces, ¿por qué se ha descuidado en las conversaciones sobre el clima mundial?

     

     Silas Baisch/UnsplashCC BY

     

    El cambio climático se discute comúnmente como si fuera un fenómeno atmosférico único. Pero la crisis está profundamente entrelazada con el océano, y esto se ha descuidado en gran medida en las conversaciones internacionales sobre el clima.

    Las últimas negociaciones internacionales sobre el clima lograron algunos avances al, por primera vez, anclar los océanos de forma permanente en el régimen multilateral de cambio climático. Pero el Pacto Climático de Glasgow está todavía a leguas de donde debe estar para reflejar adecuadamente la importancia de los océanos para nuestro sistema climático.

    La mayoría de los países tienen objetivos para las emisiones terrestres, pero no existen tales objetivos para los océanos. Sin embargo, el océano juega un papel vital para ayudar a equilibrar las condiciones que los humanos y la mayoría de las otras especies necesitan para sobrevivir, al mismo tiempo que ofrece una parte sustancial de la solución para detener el calentamiento del planeta por encima del límite crucial de 1,5 ℃ en este siglo.

    Entonces, ¿cómo pueden los océanos ayudarnos a abordar la crisis climática? ¿Y qué avances se han logrado en las negociaciones internacionales?

    El increíble potencial del océano
    Desde la industrialización, el océano ha absorbido el 93% del calor generado por el hombre y un tercio del dióxido de carbono antropogénico (CO₂). Las consecuencias de esto son profundas, incluida la expansión térmica del agua (la causa clave del aumento del nivel del mar), la acidificación de los océanos, la desoxigenación (pérdida de oxígeno) y haber forzado que la vida marina se redistribuya a otros lugares.

    Es alarmante que esto algún día lleve al océano a revertir su función de sumidero de carbono y liberar CO₂ de vuelta a la atmósfera, a medida que su capacidad de absorción disminuya.

    Igualmente importante es la mitigación climática basada en los océanos, que podría proporcionar más del 20% de las reducciones de emisiones necesarias para la meta de 1,5 ℃.

     

    Cargo ships

    La industria del transporte marítimo es responsable de aproximadamente el 3% de las emisiones globales. Andy Li/Unsplash, CC BY

     

    Fundamentalmente, debemos ver cambios en las industrias marítimas. La industria del transporte marítimo por sí sola tiene una huella de carbono similar a la de Alemania; si el transporte marítimo fuera un país, sería el sexto mayor emisor del mundo. Aunque ocupa un lugar destacado en la agenda de la Organización Marítima Internacional, la descarbonización del transporte marítimo todavía carece de objetivos o procesos adecuados.

    Los océanos también pueden proporcionar opciones alimentarias sostenibles y seguras para el clima. Los sistemas alimentarios actuales, como la agricultura, la pesca y los alimentos procesados con alto nivel de emisiones, son responsables de un tercio de las emisiones globales. Se pueden obtener considerables beneficios ambientales (y para la salud) cambiando nuestras dietas a “alimentos azules” sostenibles.

    Estos incluyen productos del mar obtenidos de la pesca con prácticas de gestión sostenible, como evitar la sobrepesca y reducir las emisiones de carbono. Los mercados y las tecnologías también deberían orientarse hacia la producción y el consumo a gran escala de plantas acuáticas como los pastos marinos.

    También hay una gran cantidad de oportunidades en el "carbono azul": capturar CO₂ en la atmósfera mediante la conservación y restauración de ecosistemas marinos como manglares, pastos marinos y marismas. Sin embargo, el éxito de las soluciones basadas en la naturaleza depende de un ecosistema oceánico saludable. Por ejemplo, existen preocupaciones emergentes en torno al impacto de la contaminación plástica en la capacidad del plancton para absorber CO₂.

     

    La conservación de los manglares es una forma importante de secuestrar carbono de la atmósfera. Shutterstock

     

    Pero quizás el mayor impacto vendría de la adopción de energía renovable en alta mar. Esto tiene el potencial de ofrecer una décima parte de las reducciones de emisiones que necesitamos para alcanzar la meta de 1,5 ℃. La Agencia Internacional de Energía ha estimado que la energía eólica marina podría proporcionar energía al mundo a un nivel 18 veces superior a su tasa de consumo actual.

    Las conversaciones sobre el clima avanzan lentamente
    Durante más de una década, la inclusión de los océanos en las conversaciones sobre el clima ha sido fragmentaria e inconsistente. Donde han sido parte de las negociaciones, incluso en la COP26, las conversaciones se han centrado en el potencial de las áreas costeras para adaptarse a los impactos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, como se planteó por primera vez en foros internacionales en 1989 por pequeños estados insulares.

    El acuerdo final de la COP26, conocido como Pacto Climático de Glasgow, ha consistido en un leve avance.

    El pacto reconoció la importancia de garantizar la integridad del ecosistema oceánico. Estableció el “Diálogo sobre los océanos y el cambio climático” como un proceso anual para fortalecer la acción basada en los océanos. E invitó a los órganos de la CMNUCC (Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático) a considerar cómo “integrar y fortalecer la acción basada en los océanos en los mandatos y planes de trabajo existentes” e informar al respecto.

     

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    Si bien estas son medidas positivas, en esta etapa no requieren la acción de las partes. Por lo tanto, son solo una inclusión teórica, no orientada a la acción.

    Todavía carecemos de objetivos nacionales y de requisitos internacionales claros y obligatorios para que los países consideren los sumideros, las fuentes y las actividades más allá de la costa en su planificación y presentación de informes climáticos.

    Donde la COP26 avanzó fue en su enfoque en si los impactos y la mitigación de los océanos finalmente se incorporarán a la agenda climática general. Por primera vez en cinco años, se publicó una nueva declaración “Porque el Océano”, que pide la inclusión sistemática de los océanos en el proceso de la CMNUCC y el Acuerdo de París.

     

    Un delegado de Tuvalu, una nación insular del Pacífico que enfrenta la amenaza existencial del aumento del nivel del mar, habla en la COP26. EPA/ROBERT PE

     

    ¿Que hacemos ahora?
    Lo que ahora se necesita es una lista de requisitos obligatorios que aseguren que los países informen y asuman la responsabilidad de los impactos climáticos dentro de sus territorios marítimos.

    Pero como dijo el presidente de la COP26, Alok Sharma, sobre la cumbre en su conjunto, fue una “victoria frágil”. Todavía carecemos de referencias a la coherencia con los mecanismos existentes, como la convención sobre el derecho del mar o cómo se asignará la financiación específicamente a los océanos.

    Como tal, el impacto real de la COP26 sobre la inclusión de los océanos en la acción climática sigue siendo incierto. Dependerá de cómo respondan los órganos de la CMNUCC a estas directivas y de su éxito en extender las obligaciones a los estados partes.

    Responder a la crisis climática significa que debemos dejar de fingir que el océano y la atmósfera están separados. Debemos comenzar a incluir la acción oceánica como una parte rutinaria de la acción climática.

     

    Para ampliar más en relación con este tema recomendamos leer los siguientes artículos: To reach net zero, we must decarbonise shipping. But two big problems are getting in the way COP26 left the world with a climate to-do list: Here are 5 things to watch for in 2022

    Este artículo forma parte de la cobertura de The Conversation sobre la COP26, la conferencia climática de Glasgow, por parte de expertos de todo el mundo. Más artículos relacionados en este enlace.

     COP26: the world's biggest climate talks



    Publicado en  el 19 de noviembre de 2021. Enlace al original: https://bit.ly/30Lcbde

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  • La ONU presenta un nuevo mecanismo de financiación para reforzar la acción climática

    5 - 6 minutos

    Los países se comprometen en la COP26

    Glasgow, 3 de noviembre de 2021: En el Día de la Financiación de la COP26, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) anunciaron la creación del Mecanismo de Financiación de las Observaciones del Medio Ambiente (SOFF).

    Este nuevo mecanismo de financiación sentará las bases para impulsar la acción climática a nivel mundial y contribuirá a alcanzar uno de los principales objetivos de la COP26: aumentar urgentemente la financiación climática para apoyar los esfuerzos de adaptación y mitigación de los países en desarrollo.

    El SOFF se creó para abordar el antiguo problema de la falta de observaciones meteorológicas y climáticas de los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Reforzará la respuesta internacional al cambio climático llenando las lagunas de datos que dificultan nuestra comprensión del clima. Estas lagunas afectan a nuestra capacidad para predecir y adaptarnos a fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor.

    Las tres agencias fundadoras, la OMM, el PNUD y el PNUMA, han firmado un Memorando de Entendimiento que establece legalmente el SOFF como Fondo Fiduciario Multisocio de las Naciones Unidas.

    El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó que " completar las grandes lagunas en los datos básicos sobre el tiempo y el clima - en particular en los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos desarrollados - es fundamental para los esfuerzos de adaptación y las inversiones eficaces."

    De hecho, "hoy en día, menos del 10% de las observaciones meteorológicas y climáticas básicas requeridas están disponibles en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y en los Países Menos Adelantados" dijo el Profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.

    La aplicación del SOFF no sólo beneficiará a los países más vulnerables, sino a todos los países del mundo. Al completar las lagunas de datos se conseguirá mejorar las previsiones meteorológicas, los sistemas de alerta temprana y la información climática a nivel mundial.

    Las observaciones meteorológicas y climáticas que permite el SOFF son esenciales para que la comunidad mundial pueda obtener los 162.000 millones de dólares anuales de beneficios socioeconómicos de la predicción meteorológica y climática.

    Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, afirmó que el SOFF "aportará beneficios tangibles en términos de vidas salvadas, mejora de la gestión de catástrofes, medios de subsistencia, biodiversidad, seguridad alimentaria, suministro de agua y crecimiento económico".

    Según Achim Steiner, Administrador del PNUD, existe una necesidad urgente de reforzar los cimientos en los que se apoyan los esfuerzos de adaptación "A medida que el cambio climático aprieta sus garras, el establecimiento del SOFF es un requisito previo para ayudar a las comunidades vulnerables a adelantarse a los acontecimientos, a adaptarse a los efectos del cambio climático y a crear la tan necesaria resiliencia".

    Consciente del valor del SOFF, la comunidad internacional se ha adelantado y un primer grupo de países y organizaciones ha anunciado su apoyo financiero, entre ellos Dinamarca, Noruega, el Fondo Nórdico de Desarrollo, Austria y Portugal.

     

     Flemming Møller Mortensen, Ministro de Desarrollo y Cooperación Nórdica de Dinamarca, declaró que "estamos dispuestos a hablar" en términos de financiación del clima y de lograr un mejor equilibrio entre adaptación y mitigación. Sin embargo, señaló que "antes de empezar a adaptarnos, necesitamos tener datos sólidos sobre el tiempo y el clima".  El embajador danés para el clima, Tomas Anker Christensen, subrayó que "las observaciones meteorológicas y climáticas son fundamentales para ayudar a evitar, minimizar y hacer frente a las pérdidas y daños inducidos por el clima, especialmente en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y los Países Menos Adelantados".

    Peter Launsky, Secretario General del Ministerio Federal de Asuntos Europeos e Internacionales de Austria, acogió el SOFF como una "respuesta innovadora a un desafío global".

    El Secretario de Estado noruego, Bjørg Sandkjær, dijo que Noruega confía en que el SOFF "garantice el desarrollo de toda la cadena a partir de la recogida de los datos de observación hasta el usuario final, tanto para el agricultor como para el responsable político".

    Suiza también acogió con satisfacción la creación del SOFF y confirmó la prestación de apoyo financiero para la creación de la Secretaría del SOFF en Ginebra en la fase inicial. Además, varios países, como Canadá, Francia, España, Suecia y Turquía, expresaron su firme apoyo y están explorando vías para contribuir financieramente al SOFF en un futuro próximo.

    Tras la fase inicial, se espera que el SOFF abra sus puertas en junio de 2022. En su primer período de ejecución de tres años, el SOFF apoyará a 55 países para que cierren la brecha de observación meteorológica y climática, incluyendo la rehabilitación o el establecimiento de hasta 400 estaciones de recogida de datos, lo que les permitirá generar e intercambiar internacionalmente los datos que hoy en día no existen.

    El Primer Ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, destacó que este nuevo mecanismo de financiación es un salvavidas para los países más vulnerables, especialmente los Pequeños Estados Insulares, que están en primera línea de la lucha contra el cambio climático. "La preparación para las catástrofes y la resiliencia ante las mismas son dos caras de la misma moneda y ambas pueden beneficiarse del SOFF, diseñado para apoyar a los países vulnerables como Fiyi".

    Intensificar los esfuerzos para aumentar la resiliencia en los países vulnerables es aún más urgente a la luz del alarmante nivel de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, subrayó el Primer Ministro de Cabo Verde. "Ni siquiera las acciones de mitigación más audaces pueden librarnos de los importantes impactos del cambio climático en las próximas décadas. Pero no podemos adaptarnos adecuadamente si no podemos predecir adecuadamente. No podemos predecir, si no tenemos datos suficientes".

    "El SOFF será un mecanismo de financiación fundamental para mejorar la adaptación y la resiliencia a nivel mundial, especialmente en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y en los Países Menos Adelantados, que son los que menos han contribuido a la crisis climática, pero los que más sufren sus efectos, al tiempo que carecen de la capacidad para hacerle frente", dijo Selwin Hart, Subsecretario General y Asesor del Secretario General para la Acción Climática.

    Fuente:

  • los líderes de la llamada Coalición Agua y Clima: necesitamos una acción urgente e integrada

    6 - 7 minutos

    El agua está en primera línea del cambio climático y es la principal prioridad de adaptación

    Glasgow, 2 de noviembre de 2021 (OMM) - El cambio climático está agravando tanto la escasez de agua como los peligros relacionados con ella, ya que el aumento de las temperaturas altera los regímenes de precipitaciones y todo el ciclo del agua. En la actualidad, 3.600 millones de personas se enfrentan a un acceso insuficiente al agua al menos un mes al año y se espera que esta cifra aumente a más de 5.000 millones en 2050.

    Sólo el 0,5% del agua de la Tierra es utilizable como agua potable en el planeta. Pero en los últimos 20 años, el agua terrestre almacenada -toda el agua sobre la superficie de la tierra y en el subsuelo, incluyendo la humedad del suelo, la nieve y el hielo- ha disminuido a un ritmo de 10 mm por año. Esto tiene enormes ramificaciones para la seguridad del agua en el futuro, dado el aumento de la población y la degradación del medio ambiente.

    Por ello, los líderes de la llamada Coalición Agua y Clima en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) han hecho un llamamiento urgente y unánime a favor de una acción integrada del agua y el clima que sustituya el actual enfoque fragmentado y orientado a la crisis.

    En un acto de alto nivel celebrado en Glasgow, los líderes de la coalición Agua y Clima subrayaron la necesidad de una gestión integrada del agua y el clima, basada en un mayor intercambio de datos e información. Sin ello, será cada vez más difícil responder a las preguntas de cuándo, dónde y cuánta agua de qué calidad puede suministrarse ahora y en el futuro para las personas y un ecosistema sano del planeta.

    "Sin buenos datos, las políticas sobre el clima y el agua son sólo palabras vacías. La acción eficaz requiere conocimiento, el conocimiento requiere información, la información requiere datos", dijo S.E. János Áder, Presidente de Hungría, cuya economía depende en gran medida del poderoso Danubio y otros ríos.

    "Nuestros glaciares se están derritiendo rápidamente y, hasta la fecha, más de 1.000 de los 14.000 glaciares de Tayikistán se han fundido por completo. En las últimas décadas, el volumen total de los glaciares de nuestro país, que constituyen más del 60% de los recursos hídricos de la región de Asia Central, ha disminuido en casi un tercio", declaró S.E. Emomali Rahmon, Presidente de Tayikistán. 

    Para las regiones de alta montaña, como Asia Central, el Himalaya y los Andes, el deshielo de los glaciares aumenta el riesgo de peligros relacionados con el agua, como desprendimientos y avalanchas. A largo plazo, supone una crisis de seguridad hídrica para muchos millones de personas y extensos ecosistemas. 

    Dadas las graves consecuencias, Tayikistán ha propuesto proclamar 2025 como el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares y crear un fondo asociado.

    Objetivos de Desarrollo Sostenible

    Los presidentes Áder y Rahmon forman parte del grupo de Líderes del Agua y el Clima, compuesto por 18 miembros, que lidera la coalición internacional encabezada por la OMM y 10 agencias de la ONU.  El grupo de Líderes del Agua y el Clima incluye también al ex presidente de la República de las Islas Marshall, a los ex primeros ministros de la República de Togo y de la República de Corea, así como a representantes de alto nivel de entidades de la ONU, de la sociedad civil, del sector privado y a dos jóvenes. 

    La coalición tiene como objetivo lograr una agenda global integrada sobre el agua y el clima para apoyar una adaptación y resiliencia más eficaces y acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible 6 (agua y saneamiento) y 13 (clima). 

    El mundo está muy lejos de cumplir ambos objetivos. 

    "El cambio climático está ocurriendo ahora y está poniendo en peligro la paz, la seguridad, la biodiversidad y el desarrollo sostenible mundial. El agua es clave para lograr un cambio real y alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. Ampliemos y aceleremos la acción en el ámbito de la gobernanza, la financiación, los datos y la información, el desarrollo de capacidades y la innovación para cambiar la tendencia y asegurar un futuro sostenible, sin dejar a nadie atrás", ha declarado la Excma. Sra. Barbara Visser, Ministra de Infraestructuras y Gestión del Agua del Reino de los Países Bajos.

    "El aumento de las temperaturas está provocando cambios en las precipitaciones a nivel mundial y regional, lo que está provocando cambios en los regímenes de lluvias y en las temporadas agrícolas, con un gran impacto en la seguridad alimentaria y en la salud y el bienestar de las personas", afirma el Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial, el profesor Petteri Taalas. "Este último año han continuado los fenómenos extremos relacionados con el agua, que han matado a cientos de personas, han desplazado a miles y han afectado a millones", dijo. 

    Una de las principales prioridades de la OMM es vigilar y predecir los cambios del tiempo, el clima y el agua mediante el intercambio de información y servicios, la investigación y la formación, a través de la cooperación entre los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales. 

    Antes de la COP26, el profesor Taalas se sumó a los directores de otros nueve organismos internacionales para hacer un llamamiento urgente a la acción. 

    Mari Pangestu, Directora Gerente de Políticas y Asociaciones para el Desarrollo del Banco Mundial, dijo "En la lucha contra el cambio climático, el agua es el gran protagonista. Necesitamos una acción colectiva mundial excepcional y urgente para hacer frente al impacto combinado de las crisis en cascada que han afectado más a los pobres y vulnerables. Hoy en día, el Banco Mundial se está centrando en el suministro más que nunca. La gestión mundial del agua debe transformarse como parte de los esfuerzos generales para lograr un desarrollo verde, resiliente e inclusivo."

    "Casi el 40% de la población mundial se considera joven. En cualquier conferencia, diálogo político y decisión que se tome en torno a nuestro bien más preciado, la voz de los jóvenes IMPORTA. Por lo tanto, es de vital importancia garantizar que las aportaciones y las voces de los jóvenes se tengan bien en cuenta", dijo Lindsey Blodgétt, de los Parlamentos Juveniles Mundiales del Agua. 

    El sector privado desempeña un papel fundamental. 

     " Para abordar la crisis del agua a nivel mundial, hay tres áreas de acción: en primer lugar, necesitamos el compromiso del sector privado. En segundo lugar, necesitamos una acción política global. En tercer lugar, y lo más importante, necesitamos una amplia cooperación. Tenemos una responsabilidad conjunta para que esto funcione. Si fracasamos, no sólo será un fracaso para nosotros, sino también para las generaciones futuras", dijo Matthias Berninger, Vicepresidente Senior de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Bayer. 

    La Alianza para el Agua y el Clima es una iniciativa de múltiples partes interesadas para proporcionar acciones tangibles, actividades y apoyo político, para una agenda integrada de agua y clima con un enfoque especial en los datos, la información, los sistemas de monitoreo y la capacidad operativa. La WCC está abierta a un amplio abanico de miembros procedentes de organizaciones científicas, del sector privado, de las ONG, de las organizaciones de la ONU, de los gobiernos y de la sociedad civil que estén en igualdad de condiciones para generar un impulso mediante la realización de actividades hidrológicas concretas a escala nacional, regional y mundial.

     

    Fuente: 

  • No podemos permitir que los mercados decidan el futuro de la eliminación de carbono de la atmósfera.

    Mike Pellinni/shutterstock

      

    Las promesas de emisiones netas cero por parte de países y empresas están en todas partes en este momento. La mayoría de estos compromisos se basan en la eliminación de cantidades masivas de carbono, pero los detalles sobre cómo sucederá esto siguen en gran parte ausentes. El acuerdo COP26 sugiere que los mercados jugarán un papel central, pero existen problemas importantes con este enfoque.

    La eliminación de carbono, también conocida como "emisiones negativas", es el proceso de extraer grandes cantidades de CO₂ de la atmósfera. La versión más popular consiste en plantar árboles, pero también existen otros métodos. Estos incluyen la combinación de plantas de energía bioenergética con captura y almacenamiento de carbono, o una tecnología llamada captura directa de aire. Actualmente este tipo de proyectos solo existen a escalas pequeñas.

    Muchos activistas y científicos consideran que la remoción de carbono a gran escala es un sueño imposible y una distracción importante de las reducciones de emisiones a corto plazo. Otros sostienen que la ventana para lograr objetivos climáticos ambiciosos a través de recortes de emisiones solo se ha cerrado y que sería irresponsable o incluso injusto cancelar la eliminación de carbono por completo.

    Independientemente de su posición en este debate, una cosa se está volviendo cada vez más clara: no podemos dejar que los mercados decidan si eliminar el carbono de la atmósfera y cómo hacerlo. Sin embargo, eso es exactamente lo que está sucediendo. Dado que todos, desde las grandes petroleras europeas hasta las grandes empresas tecnológicas, están atentos a las inversiones, la agenda de eliminación de carbono se está convirtiendo rápidamente en una función de la demanda del mercado.

    Ya estamos viendo un crecimiento dramático en las compensaciones de carbono basadas en los bosques, aunque el carbono almacenado en los árboles no puede compensar las continuas emisiones de combustibles fósiles. Mientras tanto, corporaciones como Microsoft están adoptando un enfoque a más largo plazo al invertir en captura directa de aire y una variedad de otras nuevas tecnologías.

    El nuevo mecanismo de mercado que los países acordaron en la COP26 promete amplificar esta tendencia. Los defensores esperan que se produzca un verdadero auge en las compensaciones de carbono, donde las extracciones probablemente desempeñarán un papel cada vez más importante. Si bien no sería la primera vez que las esperanzas tan altas terminan desinfladas, muchas corporaciones ven claramente la perspectiva de créditos de remoción (baratos) como una alternativa atractiva a los recortes de emisiones directas.
     
     
    An industrial building in a rocky valley
    Esta planta piloto de captura directa de aire en Canadá elimina una tonelada de CO₂ por día. David Buzzard/Shutterstock
     
     
    A la luz del régimen basado en el mercado y favorable a las empresas que ha dominado la política climática durante décadas, no es de extrañar que la gobernanza de la eliminación de carbono se esté moviendo en esta dirección. Pero este enfoque cierra una discusión sobre algunas preguntas cruciales: si se va a utilizar la eliminación de carbono a gran escala, ¿qué emisiones debería compensar y de quién, y cómo deberían tomarse esas decisiones?

    ¿Qué emisiones son “inevitables”?
    En los modelos científicos, una de las principales características de la eliminación de carbono es su capacidad para "cancelar" las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, creando un equilibrio climáticamente neutro entre las emisiones y las absorciones (de ahí el "neto" en cero neto). Esto permite que continúen algunas actividades intensivas en carbono sin dejar de cumplir los objetivos climáticos.

    Este acto de equilibrio es necesario, según esta tesis, porque algunas emisiones son particularmente difíciles (o antieconómicas) de eliminar, al menos durante las próximas décadas. Los ejemplos comúnmente mencionados son las emisiones de la producción de acero y cemento, la agricultura, el transporte marítimo y la aviación. Si bien esto puede parecer razonable, no existen reglas o criterios vinculantes para decidir qué emisiones pertenecen a esta categoría "difícil de reducir" o "residual". A pesar de los esfuerzos de las ONG y los actores privados para definir estándares voluntarios, son, de hecho, los propios países y empresas los que actualmente pueden definir qué emisiones son difíciles de reducir y, por lo tanto, de cuánta eliminación necesitarán depender.
     
     
    Large plane takes off at sunset
    Los aviones eléctricos constituyen una realidad algo lejana, por lo que las emisiones de la aviación a menudo se consideran difíciles de reducir o "residuales". OlegRi/shutterstock
     
    Obviamente, esto crea oportunidades para el lavado verde, y las promesas corporativas netas cero ya ofrecen innumerables ejemplos en esta dirección. Pero hay una preocupación adicional: la demanda de las corporaciones que buscan compensación por lo que consideran emisiones "necesarias" corre el riesgo de sobrepasar la cantidad máxima realista de remoción de carbono y quita oportunidades a aquellos con una necesidad más legítima de emisiones continuas en el corto plazo. 

    Es importante recordar que la capacidad realista de eliminación de carbono es limitada. Cuantas más mudanzas de las que dependen los países y las empresas, más energía, tierra y recursos requerirán. Para minimizar los resultados indeseables para las personas y los ecosistemas, es fundamental limitar la necesidad de eliminar el carbono.

    Asignación del presupuesto de emisiones residuales
    Lo que está en juego, entonces, es el uso y asignación de una capacidad limitada de remoción de carbono (podría llamarlo un “presupuesto de emisiones residuales”). Esto plantea la pregunta: ¿de quién son las emisiones que vale la pena compensar? ¿Qué tipo de actividades o grupos de personas tienen un derecho legítimo sobre las emisiones residuales?

    Dejar estas decisiones en manos del mercado es renunciar a la idea de que la eliminación de carbono debe realizarse de manera justa y responsable. Básicamente significa que aquellos con mayor poder adquisitivo pueden apropiarse de la mayor parte del presupuesto de emisiones residuales, para compensar las actividades intensivas en carbono de su propia elección.

    En cambio, un modelo de asignación más justo reconocería que algunos países tienen más capacidad y responsabilidad que otros para reducir rápidamente las emisiones y permitiría a los países en desarrollo utilizar la mayor parte del presupuesto de emisiones residuales. En tal modelo, deberían ser los países ricos y las corporaciones las que carguen con la carga de la eliminación de carbono; simplemente no podrían contar esto para sus propios objetivos de mitigación.
     
    En la actualidad, el mercado de eliminación de carbono es un mercado libre para todos, y permitir que esto continúe probablemente conducirá a una carrera hasta el final y a la proliferación de proyectos de baja calidad. La historia de los mercados de carbono está plagada de ejemplos de lucro, apropiación de tierras, violación de los derechos humanos y proyectos que no lograron generar beneficios generales de mitigación. Estas son señales claras de advertencia para cualquiera que crea en los méritos de un mercado de eliminación de carbono.

    Suponiendo que se incluya la remoción de carbono en los esfuerzos de mitigación, cuánto y cómo asignar esa asignación limitada entre los diferentes actores, son cuestiones políticas importantes que deben decidir las instituciones democráticas, no los mercados o el capital privado. Si los gobiernos se toman en serio la justicia y la integridad ambiental, entonces necesitan urgentemente intensificar la regulación de la remoción de carbono. Como mínimo, los gobiernos deben acordar un presupuesto de emisiones residuales restringido y criterios vinculantes y alineados con la justicia climática para los tipos de emisiones que la remoción de carbono puede compensar, y cómo debe hacerse.
     
    (Para profundizar más en este tema tan interesante recomendamos leer A global carbon removal industry is coming – experts explain the problems it must overcome)

     

    Publicado en The Conversation el  16 de noviembre de 2021. Enlace al  original:  https://bit.ly/3DyQqMc

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