Dedicando un tiempo al tiempo

 La aventura de dirigir un taller de meteorologia para educacion primaria.

 «La mente es como un paracaídas… Solo funciona si la tenemos abierta». A.Einstein

Contaba Richard Feynman, una de las mentes más sobresalientes del siglo XX, que el hecho de haber podido desarrollar sus increíbles capacidades intelectuales se debía, en gran medida, a las enseñanzas de su padre (su madre, por su parte, le transmitió el sentido del humor y la comprensión hacia los demás, que no son poca cosa). El padre de Richard, Melville Arthur Feynman, que no era científico sino jefe de ventas, dedicó gran parte de su tiempo a estimular la curiosidad y la inteligencia de su hijo. El pequeño Richard aprendió enseguida que saber el nombre de algo (por ejemplo, de un pájaro), no quiere decir que sepamos nada sobre ese algo.

Años más tarde lo resumió más o menos así: “Es como si de niño me hubieran entregado algo prodigioso, algo que aun sigo persiguiendo. Siempre busco, como un chaval, las maravillas que sé que voy a encontrar, quizás no todas las veces, pero sí de vez en cuando”. Feynman fue un genio no solo capaz de entender las cosas más complicadas, sino de transmitir sus conocimientos de la forma más simple. Decía que no era capaz de resolver nada mientras no lo entendiera por completo. El mejor ejemplo de esto lo encontramos en su minuciosa narración de como llevo a cabo su investigación como miembro de la Comisión Rogers, encargada del estudio de las causas del desastre del transbordador espacial Challenger, que se desintegro 73 segundos después de despegar del Centro Espacial John F. Kennedy (CEK) en Florida, el 28 de enero de 1986. Evidentemente, la …

 

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Fuente:  Autores: Victoria Trigás Verdini y Marisa Orro Arcay. Delegación AEMET en Galicia