LA METEOROLOGÍA EN LA BIBLIA. X
- Publicado: Jueves, 07 Mayo 2020 19:25
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Histoire de la Bible et de l’Assomption de Notre-Dame.France, Paris, between 1390 and 1400 MS M.526. Fol. 001r. The Morgan Library
En el Antiguo Testamento aparecen numerosas referencias a la langosta del desierto. Se trata de un insecto, de forma genérica un saltamontes en su estado individual, que se reproduce fácilmente en zonas semiáridas si se dan las condiciones óptimas de temperatura y humedad. El extraordinario número de individuos de los enjambres, su voracidad y su facilidad de desplazamiento cuando adquieren un comportamiento gregario, constituye una de las mayores amenazas para las cosechas en las regiones afectadas.
Como hemos visto en el capítulo anterior, Jehová infringe varios castigos al pueblo egipcio, en forma de diez plagas, entre ellas la de la langosta, que sucede a una intensa granizada.
El viento suele actuar como mecanismo propagador de la plaga, tal y como se expresa a continuación:
Éxodo, 10
3 Entonces fueron Moisés y Aarón a Faraón y le dijeron: Jehová,
el Dios de los hebreos, ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás
humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
4 Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que mañana yo traeré langosta
sobre tu territorio,
5 la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse
la tierra; y ella comerá lo que se salvó, lo que os haya quedado del granizo;
comerá asimismo todo árbol que os produce fruto en el campo.
12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la
tierra de Egipto para traer la langosta, a fin de que suba sobre el
país de Egipto y consuma todo lo que el granizo dejó.
13 Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová
envió un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella
noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta.
14 Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto y se asentó en
todo el territorio de Egipto, en gran cantidad. Nunca antes de
ella hubo semejante plaga de langosta, ni después de ella habrá otra igual.
Dios enviando la langosta a Egipto Ninth German Bible (Cologne Bible) (Anton Koberger: Nurenburg: 1483) Germany, published 1483
19 Entonces Jehová envió un viento occidental fortísimo y quitó la langosta y la arrojó al mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el territorio de Egipto.
La langosta no sólo tiene efectos perniciosos, también es un alimento muy nutritivo, complemento fundamental en la alimentación de algunos pueblos. Además, es uno de los alimentos permitidos en la alimentación de los judíos ortodoxos como vimos en un capítulo anterior (alimentos kósher):
Levítico, 11
22 estos comeréis de ellos: la langosta según su especie, y el
langostín según su especie, y el grillo según su especie,
y el saltamonte según su especie.
Entre los insectos que afectan a las cosechas se encuentran la oruga y el pulgón. La langosta presenta distintas fases de desarrollo, entre ellas la de saltón (sin alas funcionales) o previa al estado adulto completamente desarrollado, aunque en estos versículos el saltón podría identificarse con el saltamontes ordinario.
Joel, 1
4 Lo que dejó la oruga lo comió la langosta,
y lo que dejó la langosta lo comió el pulgón;
y el saltón comió lo que el pulgón había
dejado.
Joel, 2
25 Y os restituiré los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón
y el saltón, mi gran ejército que envié contra vosotros.
La plaga de langosta. Jan Luyken.
La plaga de la langosta, junto con otras enfermedades por hongos que atacan a los cultivos como el tizoncillo o el anublo, eran una constante preocupación para los pueblos de los tiempos bíblicos, eminentemente agrícolas y ganaderos y por tanto altamente dependientes de las cosecha y pastos.
Deuteronomio, 28
38 Sacarás mucha semilla al campo y recogerás poco, porque
la langosta lo consumirá.
42 Toda tu arboleda y el fruto de
tu tierra los consumirá la langosta
Reyes,8
37 Si en la tierra hay hambre, o pestilencia, o tizoncillo, o añublo,
o langosta o saltamontes; y si sus enemigos los sitian en la tierra de
sus ciudades, cualquier plaga o enfermedad que haya,
Crónicas, 6
28 Y si hay hambre en la tierra, o si hay pestilencia,
si hay tizoncillo o a añublo, langosta o saltamontes;
o si los sitian sus enemigos en la tierra de sus ciudades;
cualquier plaga o enfermedad que sea;
Crónicas, 7
13 Si yo cierro los cielos para que no haya lluvia, y si mando
la langosta que consuma la tierra, o si envío pestilencia entre
mi pueblo;
Plaga de langosta cerca de Satrokala, Madagascar (May 2014)
Job, 39
20 ¿Lo harías tú brincar como a una langosta?
El resoplido de su nariz es formidable.
Salmos, 78
46 Dio también al saltamontes
sus cosechas, y sus labores a la langosta.
Salmos, 109
23 Me voy como la sombra cuando se alarga;
soy sacudido como langosta.
Eclesiastés, 12
5 cuando también teman a las alturas y a los terrores en el camino;
y florezca el almendro, y la langosta sea una carga, y se pierda
el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los que hacen
duelo ronden por las calles;
Amós, 4
9 Os herí con tizoncillo y añublo; la langosta devoró vuestros
muchos huertos, y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros
olivares, pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.
Nahúm,2
15 Allí te consumirá el fuego; te talará la espada.
Te devorará como el pulgón. ¡Multiplícate
como el pulgón! ¡Multiplícate como la langosta!
En el Nuevo Testamento aparecen menos referencias, pero son muy interesantes. Se especula que San Juan Bautista en el desierto se alimentaba de los brotes del algarrobo o de un tipo de hierbas llamadas langosta, en vez del insecto, aunque éste es un alimento imprescindible en estas zonas por su alto contenido proteínico.
Mateo, 3
4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello y tenía un cinto de
cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel
silvestre.
Marcos, 1
6 Y Juan andaba vestido de pelo de camello y con un cinto de cuero
alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.
En el relato del Apocalipsis, acompañando a la 5ª trompeta, se describen unas fantásticas langostas con colas de escorpión y otras con aspecto de caballos.
Apocalípsis, 9
3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Beato de Valladolid, f°120 La 5.ª trompeta.
7 Y el aspecto de las langostas era semejante a caballos dispuestos para la guerra; y sobre sus cabezas tenían como coronas de oro, y sus caras eran como caras de hombres.