Los meteorólogos afirman que 2020 será el año más caluroso desde que si iniciaron los registros de datos

Los confinamientos globales han reducido las emisiones, pero se necesitan cambios a más largo plazo, según los científicos

 

Una estación de esquí en Granada, España, que se vio obligada a usar cañones de nieve artificial debido a la falta de nieve este invierno. Fotografía: Carlos L Vives / Alamy

 Este año está en vías de ser el más caluroso a nivel mundial desde que comenzaron las mediciones, según los meteorólogos, que estiman que hay una probabilidad del 50% al 75% de que 2020 rompa el récord establecido hace cuatro años.

Aunque el parón de actividades contaminantes debibo al coronavirus ha limpiado temporalmente la atmósfera, no significa nada para poder atenuar el calentamiento global, que requiere medidas más profundas y a largo plazo, dicen los científicos.

Los registros de temperatura se han batido desde la Antártida a Groenlandia a partir de enero, lo que ha sorprendido a muchos científicos porque este no es un año de El Niño, el fenómeno generalmente asociado con altas temperaturas.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos estima que hay un 75% de posibilidades de que 2020 sea el año más caluroso desde que comenzaron las observaciones.

La agencia estadounidense dijo que las tendencias están próximas al récord actual de 2016, cuando las temperaturas se dispararon a principios de año debido a un inusual episodio del Niño y luego bajaron. También afirma que existe una probabilidad del 99.9% de que 2020 esté en el ránking de los cinco años con temperaturas más altas registradas.

Un cálculo distinto realizado por Gavin Schmidt, director del Instituto Nasa Godard de Estudios Espaciales de Nueva York, encontró un 60% de posibilidades para que este año bata el récord.

El Met Office (servicio meteorológico del Reino Unido) es más cauto, estimando una probabilidad del 50% de que 2020 establezca un nuevo récord, aunque esta institución explica que este año engrosará la serie de años cálidos desde 2015, que es el período más caluroso registrado hasta ahora.

El tiempo “atípico” es cada vez más “normal”, ya que los registros de temperatura caen año tras año y mes tras mes.

Este enero fue el más caluroso registrado, dejando a muchas naciones árticas sin nieve en sus capitales. En febrero, una base de investigación en la Antártida registró una temperatura de más de 20.0° C por primera vez en ese continente. En el otro extremo del mundo, Qaanaaq, en Groenlandia, estableció un récord de abril con 6.0ºC el pasado domingo.

En el primer trimestre, el calentamiento fue más pronunciado en Europa del Este y Asia, donde las temperaturas estuvieron 3.0 ºC por encima de la media. En las últimas semanas, grandes zonas de Estados Unidos han sufrido elevadas temperaturas. El viernes pasado, el centro de Los Ángeles alcanzó un máximo de abril de 34.0 ºC, según el Servicio Meteorológico Nacional. Australia occidental también ha experimentado un calor récord.

En el Reino Unido, la tendencia es menos pronunciada. La temperatura máxima diaria del Reino Unido para abril hasta ahora es 3.1ºC por encima del promedio, con registros establecidos en Cornwall, Dyfed y Gwynedd.

Karsten Haustein, climatólogo de la Universidad de Oxford, dijo que el calentamiento global se acercaba a 1.2ºC por encima de los niveles preindustriales. Afirmó también que su rastreador en línea mostró un nivel relativamente conservador de 1.14ºC de calentamiento debido a lagunas en los datos, pero que esto podría aumentar a 1.17ºC o más una vez que se incorporen las últimas observaciones.

Aunque la pandemia ha reducido al menos temporalmente la cantidad de nuevas emisiones, señaló que la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera sigue siendo preocupante.

"La crisis climática continúa sin cesar", afirma Haustein. “Las emisiones bajarán este año, pero las concentraciones siguen aumentando. Es muy poco probable que podamos notar una desaceleración en la acumulación de niveles atmosféricos de GEI. Pero ahora tenemos la oportunidad única de reconsiderar nuestras elecciones y utilizar la crisis de la actual pandemia como un catalizador para medios más sostenibles de transporte y producción de energía (a través de incentivos, impuestos, precios del carbono, etc.) ".

Grahame Madge, portavoz para el clima del Mett Office, se ha hecho eco de esto: “La confianza y la fe en la ciencia para, asesorar a los gobiernos y la sociedad en la resolución de una emergencia global son los principios necesarios que deben imbuir los planes para resolver la próxima crisis a la que se enfrenta la humanidad: el cambio climático."

Fuente:  Publicado el lunes 27 de abril de 2020 por Jonathan Watts