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Nuestro Sistema Solar está repleto de misterios, uno de los cuales y que tienen ocupado a gran parte de científicos y astrónomos son aquellos asteroides que están orbitando más allá de Júpiter y que parecen proceder de los confines del universo.

Los investigadores del CNRS en Francia y la UNESP en Brasil han logrado rastrear órbitas extrañar de objetos llamados Centauros y han descubierto que 19 de ellos se han originado alrededor de otra estrella, con lo que no son naturales de nuestro Sistema Solar.

Si bien hay asteroides como Oumuamua descubierto en 2017 o Borisov descubierto en 2019 que proceden de los confines del universo y que han entrado a nuestro Sistema Solar pero ya han salido o están a punto de salir del mismo, hay otros que han venido para quedarse. En 2018 astrónomos descubrieron que un asteroide llamado 2015 BZ509 nació en otro sistema estelar y ahora ya órbita de manera permanente cerca de Júpiter.

CNRS

A este hallazgo hay que sumar otros 19 objetos que han descubierto los astrónomos y que parecen tener orígenes fuera de nuestro Sistema Solar. Estos objetos a los que llaman “centauros” orbitan entre Júpiter y Neptuno y cuentan con ciertas características a tener muy en cuenta dado que son extrañas. Estos “centauros” se les conocen así porque son una mezcla de asteroides y cometas y cuentan con órbitas muy inusuales, muchos de ellos orbitan de forma incorrecta en comparación con el flujo general de tráfico de nuestro Sistema Solar.

Para estudiar este comportamiento extraño, los investigadores trazaron simulaciones por computadora para trazar las órbitas de estos centauros y así poder averiguar de dónde podrían haber venido, y 19 de ellos parece que han nacido fuera de nuestro Sistema Solar.

Las investigaciones dicen que hace 4500 millones de años nuestro recién nacido Sol estaba rodeado por un disco de polvo que después se condensó en los distintos planetas, lunas y otros objetos como asteroides que pululan por el Sistema Solar.

Pues bien, de estos 19 centauros que han descubierto, señalan que no estaban originalmente en nuestro sistema y que por tanto proceden de más allá del Sol. Esto viene a demostrar que estos objetos no nacieron en nuestro sistema y que se formaron alrededor de otra estrella antes de ser expulsadas hacia nuestro joven Sol que las capturó en su atracción gravitacional.

Fuente:  David Hernández