El impacto ambiental del coronavirus: ¿hay efectos positivos?

Desde que comenzaron a implementarse diversas medidas para la prevención del coronavirus, disminuyeron notablemente las emisiones de CO2 y de contaminantes atmosféricos. ¿Qué impacto tiene la ausencia parcial de la actividad humana en la tierra.

¿Las consecuencias del coronavirus pueden generar una marca positiva para el cambio climático? Foto: pexels

Hace tres meses una pandemia tiene al mundo en vilo. Desde que se originó el coronavirus en Wuhan, China, la enfermedad no paró de propagarse y a partir de ese momento reina la incertidumbre en todo el mundo. Actualmente no es posible detallar con exactitud cuáles van a ser las transformaciones que va a dejar esta pandemia, sin embargo, se pueden detectar ciertas consecuencias inmediatas que generó el coronavirus.

 

La expansión del virus frenó el curso normal de los días y paralizó la actividad productiva e industrial en el mundo. Más allá de los efectos drásticos en la salud y la economía, se pueden enumerar consecuencias en otros ámbitos. Paradójicamente, hay ciertos efectos que pueden favorecer al medioambiente. ¿Las consecuencias del coronavirus pueden generar una marca positiva para el cambio climático?

Eyal Weintraub, activista de Jóvenes por el Clima, organización que lucha contra el cambio climático, advierte que “es peligroso llamar positivas a estas consecuencias porque son temporales y cuando termine esta situación esa mejora no va a seguir, hay que hacer hincapié en que no es una solución verdadera, es una falsa positividad que no es sostenible”.

La ausencia parcial de la actividad humana en la tierra provocó un gran impacto en el medioambiente. Desde que comenzaron a implementarse diversas medidas para la contención del coronavirus, disminuyeron notablemente las emisiones de CO2 y de contaminantes atmosféricos, también mejoró la calidad del aire y hay menos contaminación auditiva.

A raíz de la expansión del coronavirus en China a principios de año, se produjo una desaceleración económica que provocó disminuciones significativas en la emisión de dióxido de nitrógeno, un gas nocivo emitido por vehículos, plantas de energía e instalaciones industriales y principal causante del efecto invernadero y la degradación de la capa de ozono.

Los satélites de monitoreo de contaminación de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) publicaron imágenes que evidencian la reducción de la contaminación ambiental en China, las emisiones de carbono cayeron un 25% durante un mes debido a las restricciones impuestas al transporte y a las actividades comerciales para contener al coronavirus. Esta cifra representa una reducción del 6% a nivel global.

China es país más contaminador del mundo, produce el 30% de las emisiones de CO2, por esta razón, un cambio de esta envergadura causa un gran impacto en el cambio climático.

Por otro lado, el servicio de vigilancia atmosférica de Copernicus (SVAC) de la Unión Europea a partir de un diagnóstico realizado sobre la calidad del aire, detalló que hubo una reducción de aproximadamente un 10% de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) por semana en Italia.

El NO2 se produce cuando los autos y los motores queman combustibles fósiles a altas temperaturas. El dióxido de nitrógeno es un contaminante gaseoso perjudicial para la salud humana, que se vincula con enfermedades respiratorias como la disminución de la capacidad pulmonar, bronquitis agudas y asma puesto que empeora la calidad del aire. Su emisión también puede generar lluvias ácidas que deterioran la atmósfera, ríos y bosques.

No obstante, el freno de la actividad industrial no es el único factor que provocó consecuencias en el cambio climático. A partir del cierre de las fronteras de la mayoría de los países se redujeron drásticamente los vuelos y con ello disminuyó la contaminación que generan los aviones. Las restricciones a los viajes impuestas para contener el Covid-19 produjeron una caída histórica en el tráfico aéreo, más de 100 aerolíneas interrumpieron sus servicios.

El impacto ambiental del transporte aéreo contribuye al calentamiento global puesto que un porcentaje cercano al 5% de la contaminación total en el mundo proviene de los aviones, que al quemar combustible, son responsables de la emisión de dióxido de carbono (CO2) y de los óxidos de nitrógeno (NOx), produciendo gases de efecto invernadero.

La página Flightradar, que recolecta información sobre el tráfico aéreo en el mundo, registró una disminución del 21% de vuelos en el mundo durante marzo. La disminución comenzó en China, que entre enero y febrero experimentó una reducción del 75% de los vuelos.

La empresa detalló que el 24 de marzo se realizaron 95.227 vuelos en todo el mundo, el número más bajo en un día desde el 25 de diciembre de 2016.