En términos ecológicos y agrarios la primavera fue muy buena. Todos los meses del periodo enero-abril fueron de temperaturas altas respecto a las normales y lluviosos, salvo febrero que fue muy seco. Con el comienzo de mayo llegó un tiempo “veraniego” pero finalizó a mediados de mes. La fenología vegetal con las temperaturas y ambiente soleado de febrero se adelantó, pero tras marzo y abril debido a los días lluviosos con baja insolación se mostraba menos adelantada.

Agrometeorología

Enero fue cálido con precipitaciones desigualmente repartidas y febrero muy cálido y muy seco. Durante marzo y abril el tiempo fue cálido y lluvioso en la España ibérico-balear debido a una sucesión de situaciones de inestabilidad asociadas a borrascas frías, danas y vaguadas, a veces con flujo del este en superficie. Al comienzo de mayo el tiempo fue en general seco, soleado y cálido por la presencia de una dorsal que se extendió desde latitudes subtropicales sobre la Península y Baleares. Por otra parte durante el mes de febrero en Canarias, debido a la irrupción de aire sahariano que se produjo por una dana situada al oeste del archipiélago, hubo intensas y persistentes calimas. El periodo enero-abril fue lluvioso en la España ibérico-balear, especialmente en las regiones periféricas peninsulares y en las montañas interiores (salvo en el sureste y algunas zonas de “sombra de lluvias”); por el contrario la precipitación fue muy escasa en Canarias.  

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Fuente: “Todo un mundo debajo de tus pies”. Fotografía de Joaquim Corts Ferré. Artículo: J.A. Cara García