El cielo más anaranjado de Canarias

Introducción

 El pasado mes de febrero Canarias vivió uno de sus carnavales más curiosos meteorológicamente  hablando. El escenario se tornó naranja, dándole un aspecto de ensoñación marciana (Figura 1). Del 22 al 25 de febrero el archipiélago canario sufrió el que probablemente sea el episodio de intrusión de polvo sahariano importante desde que se tienen registros instrumentales en las islas. En realidad, la presencia de la calima, como se viene mencionando a este fenómeno de llegada de masas de aire del continente africano cargadas de polvo mineral por la cercanía al Sahara, no es nada nuevo. Los episodios de intrusiones saharianas acaecidos en Canarias han sido documentados desde el siglo XIX, donde se puede leer en escritos de la época una muestra de “lluvia de tierra en la noche de 22 de febrero de 1883 en Tenerife”; por otro lado Darwin en 1832, a su llegada al puerto de Santa Cruz de Tenerife, describe una situación de intensa calima; otra referencia ampliamente descrita es la de febrero de 1898 y la presencia de grandes cantidades de polvo en suspensión que aparece reflejada también en multitud de textos antiguos. Este tipo de fenómenos atmosféricos son muy recurrentes en las Islas, aunque los eventos de mayor intensidad solo se producen de una a tres veces anualmente, constituyendo una amenaza más en el clima canario (Dorta et al., 2005).

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